Sin fecha de caducidad

Llamadas

Maratón 2/4

Capítulo 8

Después de hacer la ronda nocturna y vigilar que todo en el campamento esté bien, Isabella reúne a los encargados de los diversos programas que está realizando Unicef en este campamento, y nos anima a salir a la ciudad para tomar algo y conocernos más.

—Vengaaa, animaos, vamos a pasar mucho tiempo aquí, necesitamos ser un equipo, hacer piña— dice Isabella mientras hace un gesto extraño con sus manos.

Lexie es la encargada del departamento sanitario, y ante la invitación de Isabella tan sólo se mantiene callada y me observa.

—A mi me parece una buena idea, yo puedo acercaros a algunos, iba a reunirme con mis compañeros— dice Blake echándome una rápida mirada.

—Por mi parte es una buena idea, así que contad conmigo, además no me viene mal tomar algo que no sea agua— varias risas se unen a mi comentario menos la de Lexie.

Esta me observa callada y con mala cara, hasta que decide hablar.

—¿Blake tu también te vas a unir? — le pregunta esta ganándose varias miradas curiosas.

—Yo ya había quedado con algunos compañeros..., pero supongo que podemos unirnos un rato a vuestros planes—dice este bastante seco.

Madre mía, se nota que a Blake no les está gustando nada la actitud de Lexie, y que coño, a mi tampoco me gusta nada, pero me guardo la lengua en mi boca y decido no soltar alguno de mis famosos comentarios.

—Pues entonces me uno— responde esta con una enorme sonrisa.

Isabella observa confusa la situación, y después me mira a mí que yo tan solo me encojo de hombros y me hago como la que no sé nada.

—Bueno, pues listo, NOS VAMOOOOS— dice Isabella con ilusión.

A la hora de dividirnos en los jeeps todo resulta muy incómodo, y todo gracias a Lexie y sus comentarios fuera de lugar, así que esta termina consiguiendo su objetivo, siendo ella y otros voluntarios los que viajan con Blake, mientras que Isabella y yo, junto con otras dos chicas, viajamos en el otro jeep.

Isabella se mantiene callada durante todo el camino, hasta que observa por el retrovisor que las otras dos chicas mantienen una conversación fluida entre ellas, ignorando todo lo que sucede en su alrededor, y por tanto, esto la motiva a romper el largo silencio.

—¿Qué narices le pasa a Lexie con Blake? — pregunta Isabella.

Me sorprendo ante su pregunta y en un principio me planteo no responder, pero Isabella ha terminado por convertirse en alguien con la que mejor me he llevado del campamento, y con la que he llegado a mantener conversaciones importantes referentes a mi vida, así que en cierto modo decido ser sociable y hablar con ella sobre ese tema.

—Pues no lo sé, es todo muy extraño...

—No, ya— Isabella vuelve a mirar por el retrovisor antes de contestar— de todas formas no parece que Blake se fije mucho en ella, es más, creo que sus ojos van mucho en otra dirección.

Isabella me mira de reojo pero yo no digo nada, porque a fin de cuentas no hay nada. Sí, Blake y yo lo pasamos genial en el plano sexual, a veces tenemos conversaciones interesantes e incluso intercambiamos miradas y sonrisas, pero nada más. Y como no hay nada más, pues entonces no tiene sentido hablar sobre ello.

Me mantengo callada durante todo el trayecto, a veces Isabella y yo participamos en las conversaciones de nuestras compañeras pero poco más.

Cuando llegamos a la ciudad e Isabella termina de aparcar, vemos como el otro grupo de personas se introducen en el interior del bar que había visto la última vez que había viajado a la ciudad para hacer aquella llamada. Todos se introducen en el interior a excepción de Blake y Lexie, que se mantienen pegados al coche y manteniendo una conversación que por los gestos de esta última, no parece del todo amigable.