Cartas, recuerdos y momentos.

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Aquí llega el primer capítulo de la maratón que realizaré hoy de este libro, así que aquí está, el 1º capítulo de los 4 de la maratón de hoy. Espero y os ayude a que el día de la cuarentena de hoy se pase rápido, un beso enormeeee y ahora, a disfrutar.

Por cierto, os dejo una foto de Paul al principio del capítulo, por si no os acordabais de él. 


Capítulo 7

—TRAIGO CORREOOO— dice uno de los voluntarios al entrar en la zona de reuniones.

Ahora mismo estamos revisando el programa de actividades y dividiéndonos para realizarlas. Yo me seguiré encargando del programa escolar, llevando a cabo las actividades de aula, y en cuanto a los demás no se que harán porque desconecté mi mente en cuanto recibí la información que necesitaba. Soy así, de atención selectiva.

—Bien, ¿puedes repartirlo mientras terminamos de dar las últimas pinceladas a la reunión? — pregunta Isabella.

—Por supuesto.

El joven chico comienza a entregar cartas a diferentes personas, y me sorprende su capacidad de acordarse del nombre de cada una como para entregarle su correspondiente carta. Yo tan sólo me acuerdo del nombre de 3 personas y ya me resulta más que suficiente, ya que no suelo socializar mucho con el grupo. Por primera vez me veo demasiado centrada en mis responsabilidades y mis cosas.

Menuda novedad esta.

—Y para ti Mia— dice

Me entrega la carta y yo le respondo un simple gracias, a la par que no puedo evitar sentirme mal porque realmente no me acuerdo del nombre de este chico.

Miro la carta y sin poder evitarlo una enorme sonrisa se instala en mi rostro. La dirección de envío es más que reconocida para mí, al igual que el nombre de la persona que la manda, mi querida Caroline.

—Cuando sonríes así estás preciosa— dice Blake en un susurro que alcanzo a escuchar.

Levanto la vista de la carta y lo miro para guiñarle un ojo y contestarle.

—Para llevarme a la cama no necesita halagos, señor militar.

Blake se ríe y yo hago lo mismo, y sin poder evitarlo mi vista viaja en torno a la enorme mesa de reunión, impactando con los ojos de Lexie, los cuales me observan curiosos y con un deje de enfado en su interior.

Ups, problemas.

Cuando se da por finalizada la reunión huyo de allí como una gacela y me introduzco en el interior de mi tienda de campaña para leer la carta a gusto.

Cuando abro el sobre me encuentro en el interior un folio doblado y una foto. Saco la foto y veo que es mi hermoso Arthur, apoyado en el regazo de Katey, mientras esta lee un libro.

Sonrío, y cojo el folio para empezar a leer la carta.

Querida Mia

Te escribo porque sé cuanto te gustan estas cosas de las cartas, sé que siempre has sido una aficionada a las películas, e incluso recuerdo a aquella época en la que estabas tan obsesionada con el diario de Noah que sólo te comunicabas por carta con la gente.

Las cosas en casa están bien, Arthur fue a Dancaster a ver a Katey y después de unas largas semanas juntos han vuelto, pero no sólo, sino con ella y su madre, las dos tenían que resolver unos trámites legales, así que aprovecharon para volver todos juntos.

Tenías razón, Katey es una chica muy especial, tendrías que ver los ojos de Arthur cada vez que ella está a su lado, y los de ella...Ay Mia, me veo reflejada en los ojos de aquellos dos jóvenes enamorados, sin poder evitarlo la historia con Ian viene a mi mente, y sonrío, porque sé que todo saldrá bien, o eso espero y quiero.

Sin fecha de caducidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora