Capítulo XVII: Margaritas.

15 4 1
                                    

—¿Entonces cómo te fue? —me preguntó Daisy por octava vez, estábamos en su habitación, sentados en su cama y ya había pasado una semana desde que fui a la ciudad con Stephen

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Entonces cómo te fue? —me preguntó Daisy por octava vez, estábamos en su habitación, sentados en su cama y ya había pasado una semana desde que fui a la ciudad con Stephen.

—Ya les conté todo, fuimos a la ciudad, a una hermosa librería, almorzamos en un parque y después me sorprendió con entradas para ir a ver ballet —Daisy volvió a gritar emocionada haciendo que Thomas se tape los oídos.

—¿Puedes dejar de gritar? Soy sensible a los ruidos fuertes.

—Lo siento Thomas, es que es tan emocionante —dijo abrazando a su hermano—. Es como leer un libro de romance.

—Esto no es un romance —me negué.

—Si claro.

—De verdad Daisy, él ya está comprometido con Elizabeth. Lo nuestro solo fue una salida de viejos amigos.

—Viejos amigos que se toman de la mano —susurró Thomas.

—Thomas, mira —dije acercándome a él y tomando su mano—, tomé tu mano y no estamos viviendo un romance.

—Eso es diferente —pude ver como estaba algo sonrojado.

—Es cierto, Thomas es Thomas, Stephen es un galán. Eso no significa que tú no seas apuesto Thomas, solo quiero decir que tu no estas secretamente enamorado de Amelia, aunque si eso fuera real sería increíble, mi gemelo y mi mejor amiga ¿verdad?

—Claro...

—Podríamos casarnos si llegamos solteros a los treinta —sugerí y los tres comenzamos a reír.

—Sería divertido pero no creo que seas mi tipo de chica —dijo y yo actué indignada.

—¿Mi futuro esposo acaba de decirme que no soy su tipo de chica? —fingí desmayarme en la cama, Thomas rio.

—Es que... chicas creo que...

—¡Chicos! —la voz de Jane Jones entrando a la habitación nos distrajo—. Ya es tarde, acompañen a Amelia a su casa.

—No hace falta señora Jones, yo puedo ir sola —le dije poniéndome de pie.

—Ya te dije que me llames Jane ¿Estás segura?

—Si Jane, estoy segura.

—Bueno, espero que tengas una linda navidad, mandale saludos a tu familia.

—Usted también —le dije mientras se iba.

—Supongo que nos veremos después —Daisy me abrazó con un suspiro.

—Pasa una linda navidad —Thomas se unió al abrazo y supe que esto era una amistad real.

—Nos vemos luego, feliz navidad —dije y bajé las escaleras.

—Que tengas una linda navidad Amelia, saludos a tu familia —el señor Jones estaba sentado en la mesa y me saludó mientras pasaba por allí.

—Igualmente —sonreí y salí de la casa.

Nuestra melodíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora