1. En el Corazón no se Manda (TERMINADA)

PRÓLOGO

Salgo del baño y me dirijo hacia la cama, dejando así, mi cuerpo descansar sobre ella. Hoy es un día especial para mamá, y prefiero no bajar a cenar. Ella y su nuevo esposo cumplen un año de casados, algo que a mí no me agrada en lo absoluto.

Un pequeño golpe en la puerta de mi habitación interrumpe mis pensamientos, y lo agradezco, porque estoy cansada de revivir siempre la misma historia. La dejo pasar, sé perfectamente que es mi madre quien llama, porque su esposo nunca se ha dignado en venir a saludar. Por eso, mi sorpresa es aún mayor cuando compruebo que no es ella quien ha venido a verme.

—¿Puedo pasar?

—¿Para qué preguntas, si ya estás dentro? —Mi voz no es precisamente agradable, pero no puedo mostrar simpatía por un hombre al que no quiero en mi vida.

—Tenemos que hablar —Se acerca y se sienta en el borde de la cama. Un año, un maldito año en nuestras vidas y es justo ahora que necesita hablar conmigo —No podemos seguir así Devonne. Necesito saber que es lo que sientes, hace un año que vivimos juntos y nunca te has acercado a mí.

—No tengo nada que decir —La lluvia cae con fuerza y golpea en mi ventana, me concentro en ella e ignoro su mirada.

—¿Ves? Es esto lo que quiero evitar —Mis ojos conectan con los suyos —Intento hacer las cosas bien, pero tú no pones de tu parte. ¿No te das cuenta que solo quiero tu cariño?

—Mi cariño... —Suspiro... Hace tanto tiempo que nadie me habla sobre eso... He olvidado como querer a alguien.

—Por supuesto pequeña —Su mano acaricia mi mejilla —Yo solo quiero que me des la oportunidad de quererte, de ser un buen...

—Tengo miedo —Murmuro, cerrando los ojos para impedir que lágrimas caigan de estos.

—¿Miedo? —Me lo imagino frunciendo el ceño —¿De qué? —Su mano se detiene, pero no la aparta de mi mejilla. No puedo evitar sollozar cuando siento sus manos a mi alrededor. No me había dado cuenta de la falta que me hacía un gran abrazo.

—Fue muy duro para mí saber que mi padre, el hombre con el que me había criado durante cuatro años, al que estaba tan unida, nos abandonara. En un principio no entendí lo que estaba pasando pero poco después lo comprendí, él ya no iba a volver. Lo esperé durante meses, estuve noches sin dormir mirando por la ventana de aquel horrible lugar en el que estaba, pero nunca regresó. Es duro ver como tu madre se derrumba cada día más, ver como su luz se apaga. No me gustó nada ver como mi madre cambió de un día para otro. Ella solía sonreír, solía ser cariñosa. Pero ese hombre la rompió por dentro y por fuera, yo era tan pequeña... Y sé que no soy lo suficientemente mayor para...

— Shh pequeña —Susurra, aferrándome más a él—. Sé que tienes miedo, pero no todas las personas que entran en tu vida se terminan yendo. Tú mamá no lo hizo, y yo tampoco lo voy a hacer. Mírame Dev —Sus manos se posan en mis hombros y con un movimiento suave me separa de él, haciendo que lo mire a los ojos —La gente viene y va pequeña. La vida es así. Si una persona se va de tu vida quiere decir que otra más importante llegará. Quizás que tu padre os abandonara estaba escrito en vuestra historia para que tiempo después yo pudiera aparecer en ella. Me casé con tu madre porque la amo. Desde que la conocí se convirtió en una persona muy importante para mí y tendría que estar muy loco para dejarla —Lo miro enternecida mientras él me habla de sus sentimientos—. Lo mismo me pasa contigo —Abro los ojos sorprendida y sonrío agachando la mirada. Nick sujeta mi barbilla y hace que lo mire nuevamente —La primera vez que te vi sentí una cosa aquí—, Señala su pecho, justo encima de su corazón —que no sé explicar. Fue algo así como amor, amor hacia una pequeña niña de seis años que ablandó mi corazón. Tú y tu madre fuisteis un milagro para mí. ¿Te cuento un secreto? —Asiento —Antes de conocer a tu madre yo era un bala perdida. Solo pensaba en mí mismo y no me importaba hacer sufrir a los demás. Pero todo cambió con vuestra llegada. Sois para mí las dos chicas más importantes que existen sobre la tierra. Jamás pensé que podría amar tanto a una persona y mucho menos a su hija. Pero es así pequeña, os amo. Os amo más que a mi propia vida, y estoy seguro de que si no hubieseis llegado a mi vida no estaría vivo en estos momentos. Y os lo debo TODO por ello.

No puedo evitar sonreír y llorar al mismo tiempo, me abalanzo sobre él y lo abrazo como nunca antes. Necesitaba este acercamiento con Nick, necesitaba saber que él nunca me abandonaría. Juro que nunca más me volveré a comportar como lo había hecho hasta ahora. Es tiempo de perdonar y olvidar. Perdono a mi padre biológico que a partir de ahora ya no existe. Olvido todo lo que nos hizo a mi madre y a mí y a partir de ahora me dejo ser feliz como cualquier chica de nueve años.