Capítulo 16

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ESPECIAL RYAN 4/?

Despierto con el sonido constante del teléfono. Como todas las mañanas intento ignorarlo y seguir durmiendo, pero las quejas de mis amigos me obligan a levantarme y apagarlo.

Observo el reloj en la mesita de noche, siete de la mañana, imposible que ha esta hora el despertador suene, y mucho menos en un Sábado por la mañana.

Me despejo, entro al baño y antes de poder si quiera hacer mis necesidades el teléfono vuelve a sonar.

—¡Apaga ya ese maldito teléfono! —Oigo a Justin gritar.

Pattie... Es una llamada entrante de Pattie. Lo cojo inmediatamente y me encierro en el baño para contestar. Nadie puede oírme, o al menos intento que no lo hagan.

—¿Pattie? —Intento sonar un tanto preocupado, aunque sé que la llamada no se debe a alguna tragedia.

—Buenos días Ryan. Perdón por la hora que es, pero necesitaba contactar contigo lo antes posible.

—¿Ocurre algo? —¿Contactar conmigo lo antes posible? Ahora sí que empiezo a preocuparme.

—Sí y no—. Frunzo en ceño—. Como dije ayer en el mensaje, podíais disponer de la casa el próximo fin de semana. Pero el plan se nos ha complicado un poco, porque al parecer va a estar ocupada por un familiar del dueño —Mierda, ¡no puede ser! ¿Entonces? —La buena noticia es que he conseguido un permiso de salida para que tú y tus compañeras podáis faltar tres días a clase. El plan es... Mañana voy a ir a recoger a Justin con la excusa de llevarlo con un especialista, y para ello debemos quedarnos en aquel hermoso lugar. Necesito que justo después de irnos, salgáis de la universidad y os dirijáis hacia allí, iré haciendo tiempo parando en una gasolinera o en cualquier otro lugar para daros tiempo a llegar. Me enviáis un mensaje cuando lleguéis y así podré seguir mi camino sin ninguna interrupción -Directa y eficaz. Como siempre.

—Me encanta el plan Pattie. Voy a ir avisando a los demás, para que vayan preparando sus maletas.

—Perfecto, quedamos en eso entonces, nos vemos mañana.

Rápidamente y tras colgar la llamada, hago mis necesidades, me aseo, visto y salgo de la habitación. Camino directo a las escaleras del campus que conectan las habitaciones de hembras y varones, pero inmediatamente me doy cuenta de la hora y cambio mi rumbo hacia la cafetería.

Mis pensamientos no abandonan en ningún momento la forma de idear un plan que funcione para que Justin pueda olvidar todo lo que tenga que ver con su enfermedad, tengo que pensar en algo que lo mantenga distraído.

—Hola Ryan —Esa dulce voz...

—Nena —Me sorprende encontrarla aquí tan temprano, y sola, pero sonrío, porque por primera vez voy a disfrutar de su compañía a solas en el comedor. Eso, si no nos interrumpe alguien.

Recogemos en silencio nuestros desayunos, con la atenta mirada de las pocas personas que hay alrededor. No me había dado cuenta antes, pero es cierto que desde ayer no hacen otra cosa que observar cada movimiento que damos Brenda y yo. Estoy a punto de explotar, ser el centro de atención sin motivo alguno me fastidia.

—Vamos Ryan, será mejor que nos sentemos cuanto antes.

Obedezco, pero no porque sea un mal perdedor que hace caso a su chica con una sola orden, sino porque no tengo ganas de pelear a estas horas de la mañana y mucho menos con personas que no merecen la pena.

—¿Es posible que alguien como Ryan esté con una chica como ella? —Es a penas un susurro inaudible, pero por muy bajo e insignificante que sea lo escucho, y el nerviosismo de Brenda junto al intento de tragar un nudo en la garganta me confirman que ella también lo a escuchado.

No digo nada, no miro a nadie, ni si quiera muestro ninguna señal de haber escuchado aquellas palabras. Al revés, hago algo que deja a todos con la boca abierta, y a Brenda sorprendida junto a mí.

Dejo la bandeja sobre la mesa, y cuando por fin veo la suya caer junto a la mía la volteo hacia mí de un suave tirón en su cintura y la beso. Suave, dulce, lento, corto.

—Buen provecho preciosa —Su sorpresa pasa a ser una hermosa sonrisa. Sabe que he callado bocas, sabe que después de esto no volverán a susurrar a nuestras espaldas.

—¿Por qué estás aquí tan temprano? —No puedo evitar preguntar, necesito saber la razón de su madrugues esta mañana.

—No suelo acostumbrar a levantarme tarde, y tampoco es que me guste bajar sola al comedor, pero tenía hambre y las chicas aún estaban dormidas cuando desperté así que decidí bajar a desayunar.

—Bueno, al menos no estás sola —Sonrío, contagiando la sonrisa en ella.

—¿Y tú? —Momento de contar mi versión. Ella es la persona ideal para convencer a Devonne de venir con nosotros, y tiene que ser ya, cuanto antes, porque no hay que olvidar que a ella no se le ha comentado nada todavía.

—Recuerdas cuando dije ayer que Pattie había estado hablando de viajar un fin de semana a una casa campo —Espero su respuesta antes de continuar, una que llega inmediatamente en forma de asentimiento -Bien pues... He estado hablando con ella esta mañana. Al parecer no va a ser posible que viajemos el fin de semana que viene, porque un familiar del dueño ha pedido estar allí esos días. Así que Pattie ha conseguido que nos den permisos de tres días en el instituto. No me preguntes cómo, porque ni yo mismo lo sé, pero quiere que viajemos mañana mismo y que estemos allí antes de que ellos puedan llegar.

—¿Qué? Todo esto es una locura, muy precipitado Ryan.

—Lo sé, pero quizás sea la mejor manera de viajar. Cuando las cosas no están planeadas, los planes suelen salir mucho mejor. El plan es...

Le cuento cada detalle de mi conversación con Pattie. El cómo vamos a viajar y lo que va a inventar ella para poder darle esa sorpresa a su hijo. Brenda parece pensarlo un poco, pero puedo ver en su mirada que no le disgusta la idea. Aunque como era de esperar, siempre va hay un pero cuando se trata de una mujer.

—Creo que se te olvida algo -Frunzo el ceño -¿Has pensado quizás en qué decirle a Devonne? ¿El motivo por el que ella tendría que viajar? Porque una cosa sí es seguro, no puedes hablar con ella sobre la enfermedad de Justin. Sabes que nadie más que nosotros sabe sobre eso, y Justin te mataría si se entera de que le has dicho algo a la persona que parece empezar a gustarle.

Y aquí viene el problema, ¿cómo decirle a una chica, que apenas conoces, qué tenemos preparado un viaje para mañana mismo? Y lo que es más importante, que de alguna forma ¡ella está obligada a venir!

1. En el Corazón no se Manda (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora