1. En el Corazón no se Manda (TERMINADA)

Capítulo 13

ESPECIAL RYAN 1/?

¿Sorprendido? Es quedarse corto. Jamás habría imaginado una llamada así, pero no puedo evitar estar preocupado.

—¿Sucede algo? —Entiendo que Justin quiera estar solo todo el tiempo que le sea posible, pero al menos podría haber dicho algo o simplemente haber enviado un mensaje informando de su huida —Ryan, ¿estás bien?

—Sí, no es nada Brenda —Le devuelvo el móvil, sintiendo una gran fuente de electricidad recorrer mi cuerpo al rozar sus dedos —Gracias por pasarme la llamada —Sonrío, doy media vuelta y camino directo al cuarto.

Tengo que hacer algo para calmar mis adentros, porque estoy seguro que en cuanto Justin entre por esa puerta voy a cantarle las cuarenta. Estoy furioso, porque él sabe perfectamente que no puede andar por ahí solo, puede tener una recaída en cualquier momento.

El vibrar del teléfono en mi pierna saca de mi mente cualquier barbaridad que haya podido formular. Tardo unos segundos en sacarlo del bolsillo de mi pantalón pero al ver el nombre que muestra la llamada lo descuelgo inmediatamente.

—¿Pattie...?

—Hola Ryan, ¿cómo estás? Perdón si mi llamada llega en un mal momento, pero llevo un par de minutos intentando localizar a Justin, que no responde mis llamadas y estoy empezando a preocuparme.

—No se preocupe Pattie, le puedo asegurar que Justin está perfectamente —O al menos eso espero... —El problema es que no se encuentra aquí, ha salido hace un par de horas con una compañera y se ha dejado el teléfono en la habitación.

—Está bien —Siento su fuerte suspiro en el mismo momento en el que creo que ha dejado escapar toda su angustia.

—En cuanto vuelva del paseo le digo que te devuelva la llamada —Le aseguro.

—¡Un momento Ryan! —Sus palabras me detienen justo en el momento indicado, estaba a punto de darle al botón rojo de la pantalla, vuelvo a colocar el móvil en mi oreja y la escucho con atención —¿Crees...? —Un nuevo suspiro de preocupación sale de sus labios —¿Crees que él está bien?

Mentir o decir la verdad... Eh ahí la cuestión... ¿Para qué preocupar a Pattie? Pero es su madre, y está interesada en mi opinión.

—Lo único que puedo decirle es que intenta parecer fuerte, pero muy en su interior todos sabemos que no logra superarlo —Sé que dichas palabras son suficientes para que ella comprenda lo que quiero llegar a decir. Justin no está bien, eso está completamente claro. Nadie en su sano juicio lo estaría sabiendo que un maldito tumor le está comiendo cada centímetro de vida.

—La última vez que salió de consulta estaba muy desanimado... —Un pequeño sollozo se hace notar tras la línea.

—Es normal Pattie, no es fácil para nadie.

—Jeremy y yo hemos estado pensando... ¿Recuerdas aquella casita a la que os llevamos una vez cuando erais pequeños? —Asiento, aunque sé que ella no puede verme. Si no recuerdo mal fue aquella casa de campo en la que estuvimos todo un fin de semana hace más de ocho años —Es una hermosa casa de campo en la que era imposible no sentirse en casa, podías relajarte tranquilamente sin que nada ni nadie pudiera molestarte, y hemos pensado que quizás ir allí con los amigos podría venirle bien. El dueño es amigo de Jeremy y podemos pedirle el favor de que nos las preste por un fin de semana.

—Creo que sería una buena idea Pattie, además de que no nos viene mal desaparecer y olvidar por algunos días lo que está pasando.

—Bien, pues voy a disponerlo todo y en cuanto lo tenga te envío un mensaje con la dirección del lugar. Creo que está a un par de horas del instituto.

—Perfecto, yo me ocupo de que aquí todos estén listos para cuando me digas, cualquier fin de semana de aquí a un mes nos viene bien, porque no tenemos exámenes hasta el próximo mes.

—Eso sí, por el momento no le digas nada a Justin, quiero que sea una sorpresa.

—Eso está hecho. Hablamos luego. Un beso Pattie.

Cuelgo la llamada antes de que pueda contestar, guardo el móvil donde estaba y salgo nuevamente de la habitación. No puedo dejar de estar preocupado, sé que está con Devonne, y que con ella está a salvo, pero nada quita que pueda tener una recaída.

Camino escaleras abajo y me detengo justo delante de una pareja, o al menos eso parece. Ella se despide con un beso en la mejilla, muy cerca del comienzo de los labios, y él sonríe como si fuera un niño de tres años mientras observa como su chica sube escaleras arriba.

¿Cómo puedo si quiera pensar en regañar a Justin por haberme tenido tan preocupado cuando por primera vez puedo ver una gran y verdadera sonrisa en su rostro?