SINCE I SAW YOU [changlix]

28.

—¡Felix!

—Que... que— volvió y parpadeó un poco perdido.

—¿Estas bien?

—Si... uhm, yo solo, yo solo-

—Por favor necesito que vengas con nosotros, necesitamos prepararte para la segunda parte, tenemos poco tiempo, andando— anunció Michael, agarrando la mano de Felix y llevándolo tras bambalinas.

¿Podía tener un retraso de una hora? Felix seguía pensando que si, podía pasar, ella, ella no se iba a perder su presentación por nada del mundo, ella se lo prometió.

El sentimiento de angustia y miedo que se había plantado en Felix comenzó a crecer más rápido mientras sentía las brochas en su rostro, las estilistas comenzaban a retocarle el maquillaje, todo era un caos otra vez, había que retirar la escenografía y armar la nueva, se comenzó a escuchar murmullos por el público que se empezaba a desordenar porque probablemente estaban dirigiéndose al los servicios higiénicos, miraba a los lados mientras trataba de calmar su respiración, tenía ganas de llorar. Y no sabía si era por la adrenalina o por la tristeza que estaba sintiendo cada vez más.

—¡Atención! ¡Tenemos 2 minutos para que volvamos a escena, por favor todo el mundo a su lugar!— ordenó la bailarina.

Cerro sus ojos y lo deseó por última vez.

—Por favor, que mamá esté en el público, por favor.

...

Ladies and gentlemen, we are about to start the second part, please take a seat and turn off your cell phones for a better experience, enjoy it.

El telón iba a subirse por segunda y última vez, todos esos meses practicando para una noche, el tiempo estaba corriendo demasiado rápido, habían corazones acelerados, nervios y mucha adrenalina. Los murmullos comenzaron a desaparecer y un ambiente vacío y sin ruido comenzo a palpitarse, el pecoso se obligó a respirar una vez más, recordándose y obligándose a no distraerse ni a fallar en ningún paso, solo quería que el telón se subiera para comenzar a bailar.

—Telón arriba chicos— susurró la profesora desde el lado derecho del escenario, todos asintieron y su mirada cayó en el pecoso, mirándolo con ojos brillantes, algunas lagrimas traicioneras queriendose escapar de sus ojos, y regalándole una mirada que trasmitia orgullo y seguridad, una pequeña sonrisa se formó en su rostro murmurandole desde lejos y diciéndole "Lo estás haciendo excelente pequeño".

Pero Felix no estaba pendiente de eso, se volvía a sentir un poco desorientado, sus manos volvían a sudar, incluso si se había repetido 15 veces que no podía fallar en la coreografía, en lo que llevaba esperando en su posición y que por nada del mundo volviese a mirar a las butacas porque eso podría distraerlo y fallar, pero era imposible no hacerlo, y tenía un poco de miedo porque sentía que sus ojos iban a mirar a las butacas ni bien el telón estuviera arriba. No quería fallar, se había preparado tanto para este momento, no quería decepcionar a nadie, todos contaban con el.

Después de tantos intentos interrumpiendo el castillo del rey, el rey estaba harto de ese campesino, nadie podía hacerlo cambiar de opinión, el rey estaba muy seguro y firme en que su pueblo tenía que sentir el mismo dolor que sentía el. Nadie le podía quitar ese derecho.

Trotando, el campesino se acerco al rey, necesitaba decirle lo que había hecho con su pueblo, solo bastaba con abrir esas cortinas y asomarse a la ventana para que se diera cuenta en la clase de tristeza que había sometido a su pueblo.