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—Hola Lix— saludó cuando entró a su habitación.

—Binnie— se escuchó un murmuró debajo de las sábanas.

—¿Como estás?— dejó su mochila al lado de la puerta— Tu abuela me dijo que comiste hoy— sonrió— Eso es genial.

—Estoy bien, creo.

Se acercó a la cama del pecoso y levantó el tumulto de frasadas que lo cubría.

—¿Quieres jugar a algo? Podemos jugar en la computadora... o podemos ir a caminar, el día esta lindo.

El menor negó— quiero dormir.

—Lix, el día esta lindo, podemos y a jugar afuera ¿Si? Tu abuela preparó una tarta de fresas, me dijo que es una de tus favoritas.

—¿Que hora es?

—Son las tres y media— el menor frunció el ceño.

—¿No deberías estar en la escuela?— preguntó— Salimos a las cuatro.

—No tuve Ciencias hoy, mi profesora faltó.

—Oh, entiendo— asintió.

—Entonces... ¿Vamos? Podemos salir a donde tu quieras.

—Quiero ver a Innie— balbuceó bajito.

No había visto a Jeongin desde lo que había pasado, y su corazón dolia porque lo necesitaba más que nunca, quería estar con él, en su cama, abrazados o riendo por cualquiera cosa que se le podía ocurrir al castaño solo para que lo haga reir. Pero tampoco podía pedir eso, lo había lastimado, y tenía todo el derecho a estar enojado.

Lo extrañaba mucho.

Changbin tomó aire al escuchar su respuesta, el también quería disculparse con él, pero aún no se sentía muy listo.

—¿Quieres que te acompañe?— preguntó con un poco de nervios, a lo que el menor asintió— No creo que esté en casa todavía— miró su reloj— Todavía faltan como quince minutos para que todos salgan de la escuela.

—Podemos esperar.

—Si, así que mientras esperamos, podemos bajar a comer una porción de tarta— sugirió, a lo que el menor asintió.

—Ponte los zapatos y cámbiate ¡Le voy a decir a tu abuela!— gritó a lo lejos mientras bajaba las escaleras.

Bueno, después de cuatro días de estar en cama, era un gran avance.

...

Estos días habían sido complicados.

Agarró con fuerza su mochila, y se dirigió a la salida.

Estaba cansado de sus compañeros, los que lo molestaban claro, estaba cansado de sentarse solo, de no tener a nadie con quien hablar. Si tan solo tuviera a alguien más.

Bajó su cabeza, suspirando triste, habían pasado cuatro días sin ver a Felix, sin poder ir a su casa porque Changbin iba todos los días a verlo, no le dejaba un día libre para ir a visitarlo. Pero se ánimo un poco a si mismo, su amigo iba a volver la siguiente semana y había puesto todo su esfuerzo en copiar todas las clases de las materias que tenían, así se las podía pasar después.

Tampoco tenía clase de canto hoy, así que era un día triste.

Que llorón eres. Pensó

Caminó a paso rápido para dirigirse a su casa, si llegaba temprano, podía comer una porción de tarta de chocolate que su mamá había preparado ayer. Además faltaba un día más y volvería a ser fin de semana.

SINCE I SAW YOU [changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora