Sweet relief

006

he decidido vender mi antigua casa y el estudio de mi hermana para deshacerme de los dolorosos recuerdos que me provocan. después de consultarlo con los abogados, el notario y mark, me han convencido de que es la mejor opción.

el rubio me ayudó a vaciar ambos lugares de todos los objetos personales que había allí, como por ejemplo los álbumes, cuadros, fotografías y demás pertenencias de valor sentimental.

los muebles los dejamos allí y la ropa de mis padres y mi hermana la di a la caridad, queriendo sacar algo bueno de toda esa situación. el estudio es el primero en venderse y obtengo una gran suma por él, mucho más de lo que me habría esperado.

decido quedarme tan solo una pequeña parte del total y reparto el resto a una protectora de animales, a una fundación contra el cáncer de mama y al centro especializado en el cuidado de pacientes con parkinson.

creo que eso es lo que hubiera hecho mi familia en mi lugar, así que me parece una buena manera de honrarles. mi antiguo hogar todavía no tiene nuevos propietarios, aunque el de la inmobiliaria me asegura que hay mucha gente interesada.

saber eso me alivia, pues al fin podré deshacerme de todo aquello que me recuerda que he perdido a las personas más importantes de mi vida y me he quedado completamente solo.

a pesar de que mi nivel de estrés ha bajado considerablemente al no tener que lidiar con tantas cosas a la vez, mi personalidad ha sufrido un cambio que creo es normal debido a todo lo que he pasado.

me he encerrado un poco en mí mismo y, aunque sigo manteniendo mis amistades, ahora prefiero pasar el tiempo solo en lugar de salir con ellos a divertirme.

me recuerda un poco al comportamiento que tiene jeno, casi como si él hubiera pasado por lo mismo.

supongo que al ser un vampiro debe haber perdido a muchos seres queridos, por todo eso de la inmortalidad. pensar en él siempre me saca una ligera sonrisa, sobre todo porque últimamente parece más pendiente de mí que de lo normal.

durante el almuerzo siempre me busca con la mirada, queriendo saber cómo me encuentro y, hasta que no le asiento en su dirección y curvo un lado de mi boca, no se queda tranquilo. sigue acompañándome cada noche después de mi turno en la panadería, aunque lo hace desde las sombras y sin pronunciar ni una sola palabra.

me he acostumbrado a despedirme de él cuando llego al portal, no sé por qué empecé a hacerlo, pero ahora no hay ocasión en la que no le dedique algunas palabras antes de subir a mi apartamento. no sé si le molesta que lo haga, pues no me ha comentado nada, así que yo sigo saludándolo cada noche.

mis sentimientos por él cada vez se embrollan más. físicamente está más que claro que me gusta, me atrae, me encanta y me fascina, estaría loco si no lo hiciera. pero en cuanto al tema emocional se refiere, ya se complica el asunto. por una parte, adoro que me demuestre su preocupación por mí con esos pequeños gestos como buscarme en la cafetería y acompañarme para asegurarse de que llego sano y salvo a casa.

y no olvidemos cuando estuvo consolándome tras la muerte de mis padres. no obstante, también se muestra distante y en ocasiones frío, no indiferente, pero sigue aferrándose a su plan de mantenerse alejado de mí.

creo que sea tan contradictorio me atrae aún más, como si fuera un misterio que tuviera que resolver. muchas veces estoy tentado de pedirle que se sincere de una vez, necesito que me explique muchas cosas, como aquella ocasión en la que confesó que le atraía como un imán. al final siempre termino resignándome y aceptando que así son las cosas y que es mejor que lo sigan siendo.

estoy regresando esa noche de la panadería, como cualquier otra, sintiendo la presencia de jeno a mis espaldas. todo parece ir bien hasta que, apoyados en el hueco del portal de mi edificio, veo a sungchan y donghyuck.