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la mano de jeno no abandona la mía en ningún momento durante el trayecto hacia el escondite de jaehyun.

agradezco de sobremanera el gesto, pues me siento completamente sobrepasado emocionalmente hablando.

en un principio no entiendo cómo puedo tener tantos sentimientos a la vez, pero luego me doy cuenta de que la gran mayoría no son míos. todavía no logro distinguir a quién pertenece cada uno de ellos, pero percibo ira, nerviosismo, impaciencia y terror. supongo que este último es de youngjae, pero los tres restantes podrían ser de cualquiera de los demás vampiros.

jeno traza círculos sobre mi dorso en un intento por distraerme, pero no lo consigo ni con esas. es agobiante y muy irritante, como si me cerraran en una habitación con mucha gente hablándome a la vez, lo que en lugar de palabras son emociones.

―te entiendo, a mí me pasó lo mismo al principio ―responde el ojioscuro a mis pensamientos, echándome un rápido vistazo antes de volver a centrarse en la carretera. ―leía la mente de todo el mundo sin querer hacerlo y era bastante estresante.

―¿me ayudarás a controlarlo? ―es casi una súplica, pues no me veo capaz de soportar esto durante mucho tiempo más.

―por supuesto, conejito ―afirma con una sonrisa de lado antes de llevar mi mano a su boca y besar mis nudillos con delicadeza. luego se dirige hacia el pelirrojo, quien nos observa con los ojos achinados. ―avísanos cuando falten varios kilómetros por llegar, el resto del camino lo haremos corriendo.

―para mantener el factor sorpresa ―añade donghyuck al ver la cara de confusión del joven.

este asiente y vuelve a centrarse en el paisaje que se ve desde su ventanilla, claramente perdido en su mente. intento centrarme en él para averiguar qué más está sintiendo para tenerlo tan distraído y, durante un breve instante, puedo percibir la nostalgia con mayor claridad, aunque enseguida se ve opacada por las emociones del resto de vampiros. suspiro frustrado ante mi fracaso.

es un buen primer paso, amor, no seas demasiado exigente contigo mismo.

no puedo evitar que una sonrisa de lado se dibuje en mi expresión ante sus palabras de ánimo. como más de una vez me ha demostrado, jeno siempre sabe qué decir en cada momento. siguiendo el ejemplo de youngjae, yo también me pierdo en mis propios pensamientos, intentando asimilar mi nueva condición.

soy un vampiro. como jeno. con un don que voy a tener que aprender a controlar. la idea de tener que cambiar mi alimentación no es que termine de agradarme mucho, por lo que creo que de momento seguiré con la comida humana, aunque añadiéndole el toque de sangre que les preparaba a ellos. lo que más me asusta es mi inminente inmortalidad. ¿estoy preparado para vivir eternamente? la verdad es que no tengo ni la menor idea.

no pienses en eso ahora, ya lo hablaremos al llegar a casa.

asiento en su dirección y me doy cuenta de que ya estamos parados en mitad de un bosque que ni siquiera había visto. youngjae nos enseña el camino que debemos seguir hasta llegar a la cabaña y le seguimos a toda velocidad, moviéndonos silenciosamente entre los árboles para no llamar la atención de jaehyun.

la casita se encuentra a varios metros de distancia cuando nos detenemos en seco para estudiar los alrededores y comprobar que no hay vías de escape secundarias que el hombre pueda tomar. una vez lo hemos inspeccionado todo, nos plantamos frente a la puerta de la cabaña, que donghyuck tira abajo de una fuerte patada.

el castaño es el primero de todos en entrar, siendo seguido por el moreno y sungchan, quienes se colocan uno a cada lado de su líder. desde donde me encuentro no puedo ver más allá de la espalda de mis amigos, pero sí puedo oír a la perfección lo que jaehyun dice.

Sweet reliefDonde viven las historias. Descúbrelo ahora