―papi ―me llama yujin mientras enjabono su cobriza y rizada cabellera. ―¿y papi jen?
―papi jen ha ido a buscar provisiones, amor ―le explico, inclinando su cabeza hacia atrás para poder retirarle la espuma. ―cierra los ojos ―la niña obedece, por lo que empiezo a dejar caer agua sobre su frente. ―¿lo echas mucho de menos, cielo?
―sí ―dice en un tierno puchero y frunciendo la nariz.
―¿te parece que después del baño lo llamemos? seguro que está muy feliz de vernos ―propongo, pues lo cierto es que yo también le extraño bastante.
se marchó hace tan solo dos días, pero son los primeros que pasamos alejados desde que comenzamos a salir y se me están haciendo eternos. me aseguro de no dejar ni un poco de jabón en su menudo cuerpo y luego la saco de la bañera de plástico que compramos, envolviéndola en una toalla para secarla.
―ahora ―dice tratando de salir de mis brazos para ir en busca de mi teléfono. ―papi, ahora ―insiste.
―espera, primero tengo que ponerte el pijama y luego hay que cenar ―le digo, acomodándola en mi regazo y peinando suavemente sus rizos. ―así luego podremos hablar todo el tiempo que quieras con papá, ¿si?
―bueno ―resopla rendida, aunque enseguida sonríe al sentir el peine desenredando su cabello.
es una actividad completamente relajante para ambos, pues a ella le encanta que acariciemos su melena y a mí me tranquiliza hacerlo. siempre suelo encargarme yo de este aspecto, aunque hay veces en las que jeno también colabora. a él le gusta más llevarla a dormir y arroparla, cada noche le cuenta un cuento o alguna historia de cuando era pequeño. he de admitir que suelo escuchar a escondidas, queriendo conocer un poquito más de su pasado.
―¿dónde está mi sobrina preferida? ―la voz del moreno se escucha desde las escaleras, logrando que yujin dé un salto de mi regazo y corra velozmente a su encuentro.
―¡tío donghyuck! ―la oigo exclamar, seguido de un chillido de alegría cuando este la alza en brazos.
―aquí estás, pequeño diablillo ―responde el aludido y dos segundos más tarde aparece con la pequeña en la habitación. ―veo que lo del nudismo lo has sacado de tu padre ―se burla echándome un rápido vistazo antes de ponerle el pijama que está sobre la cama.
―acababa de darle un baño cuando has llegado ―me defiendo, tratando de no sonrojarme al recordar el momento completamente vergonzoso en el que bajé desnudo a la cocina hace ya varios meses.
no me quedo para escuchar su réplica, sino que me dirijo a la cocina para terminar de preparar la cena, sabiendo que el vampiro mantendrá ocupada a la menor. lo cierto es que cada vez añado más comidas a nuestro peculiar recetario, modificándolas ligeramente para poder adaptarlas a nuestras necesidades.
tengo la teoría de que si comemos alimentos humanos aderezados con sangre, obtendremos los nutrientes necesarios para mantenernos fuertes y sanos sin necesidad de beber directamente de la fuente.
todavía no lo he comprobado al cien por cien, pero pienso pedirle ayuda a taeyong cuando regrese con jeno y sungchan, pues los ha acompañado a buscar provisiones.
―a cenar ―les llamo, no alzando la voz sabiendo que ambos me oyen a la perfección.
ambos vampiros llegan un segundo más tarde, con yujin subida a hombros de su tío, quien no deja de dar vueltas, saltar y bailar para hacerla reír. no dudo en grabarlos con el móvil, pues las carcajadas de la pequeña son dignas de recordar y sé que jeno no me lo perdonaría jamás si no le pasara un vídeo de su mejor amigo haciendo esos movimientos ridículos.
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Sweet relief
Fanficdesde que llegó, supe que lee jeno iba a ser mi perdición, pero no sabía hasta qué punto podría mi vida correr tanto peligro por su culpa.