Sweet relief

010

mi cabeza no deja de darle vueltas al tema mientras jeno sigue acariciando mi espalda desnuda con tranquilidad, pero no sé cómo iniciar esa conversación en concreto. tengo muchísimas preguntas por hacerle y quiero que sea él quien sacie mi curiosidad, aunque no tengo ni la más remota idea de cómo se lo va a tomar.

―cuánto menos sepas, mejor ―me recuerda, aunque ya no percibo ese tono brusco que solía usar para decírmelo.

―oh, vamos, no puedo estar más metido en esto ―me quejo haciendo un puchero y colocándome por completo sobre su pecho, de manera que puedo conectar nuestras miradas. ―¡me estoy acostando con un vampiro, por el amor de dios!

―ahora mismo no te estás acostando con nadie ―replica burlonamente, acariciando mis costados por debajo de la sábana.

―bueno, pero lo he hecho y tengo intenciones de seguir haciéndolo, así que no me vengas con esas ―le señalo con un dedo acusador, haciendo que su mueca se ensanche.

―¿con que tienes intenciones de seguir acostándote con un vampiro, eh? ―ronronea, claramente divertido.

pongo los ojos en blanco ante su comentario. ¿por qué solo se centra en esto? ¿por qué se empeña en cambiar de tema? creo que voy a tener que recurrir a sungchan, parece el más amigable de los tres, aunque me hubiera gustado que fuera jeno quién resolviera mis dudas.

―¿qué quieres saber? ―se rinde con un suspiro, cediendo a mi petición.

intento contener la enorme sonrisa victoriosa que amenaza con romper mi expresión y ordeno mis ideas para no dejarme nada importante. no sé ni por dónde empezar, tengo tantas preguntas que me van apareciendo en la mente sin dejarme establecer un orden. al final me decido por una de las más fáciles y banales, ya iré improvisando después.

―¿cómo es que pueden salir a la luz del sol?

―evolución ―responde simplemente. frunzo el ceño, medio confundido y molesto por su falta de explicación. ―hemos ido evolucionando a lo largo de los siglos, así como todas las demás especies también lo han hecho para adaptarse al medio.

―entonces, ¿al principio sí que eran vulnerables al sol? ―inquiero ladeando la cabeza.

―muy al principio ―asiente. ―de hecho, yo nunca he conocido a un vampiro que no pueda exponerse a la luz.

me quedo pensando en sus palabras. la verdad es que tiene sentido que hayan ido progresando para acomodarse al entorno, a fin de cuentas, no dejan de ser otra especie. no obstante, no termino de entender por qué tuvieron que hacerlo. es decir, se evoluciona para asegurar la supervivencia, no por capricho, así que supongo que debe tener algo que ver con eso.

―evolucionamos para poder pasar desapercibidos para los humanos ―me explica, siguiendo el hilo de mis pensamientos. ―eran una amenaza para nosotros y debíamos mantener el secreto de nuestra verdadera naturaleza, pero era muy difícil hacerlo cuando no podíamos salir a la luz solar, nuestra sed de sangre era incontrolable e incluso nuestra apariencia nos delataba.

―¿a qué te refieres?

―como no éramos capaces de controlar la sed, siempre estábamos en nuestra forma vampírica ―aclara reacomodándose mejor en la cama. ―era imposible mantenernos ocultos y eso nos ponía en peligro. pero entonces alguien empezó a saber dominar sus ansias de alimentarse y se dio cuenta de que, gracias a eso, su apariencia comenzó a cambiar hasta adoptar una humana. al hacerlo vio que, aunque la luz seguía molestándole, al menos ya podía salir de día y mezclarse con la gente sin que le detectaran. el truco para controlar la sed se propagó rápidamente por toda la comunidad vampírica y eso nos salvó. con el paso del tiempo, todos los de mi especie eran unos expertos en ocultar su verdadera naturaleza al mundo y eso provocó que, mientras estaban en su forma humana, su otra mitad se fuera adaptando lentamente a todo lo demás, por eso ahora la luz del sol no nos afecta, por ejemplo.