a la mañana siguiente me despierto completamente solo en la cama y mi ceño se frunce al no estar envuelto en los brazos del vampiro. me estoy acostumbrando a desperezarme con su cuerpo junto al mío y la sensación de vacío que hay bajo las sábanas no me gusta nada. me incorporo un poco para poder repasar la habitación, percatándome de que tampoco está por los alrededores.
tras colocarme una sudadera y unos pantalones de chándal bajo hasta la cocina, creyendo que me lo encontraré allí preparándome el desayuno, como ha hecho otras veces. sin embargo la estancia también está desierta, confundiéndome todavía más. compruebo el salón y la biblioteca pero no hay ni rastro del castaño.
bien, estoy empezando a preocuparme de verdad. el joven no es de los que desaparecen sin avisar y, teniendo en cuenta el marrón que se nos echa encima, ya empiezo a imaginarme lo peor. intentando no sacar las cosas de contexto subo de nuevo hasta nuestra habitación, solo para cerciorarme de que su móvil, llaves y cartera no están. había creído que podría haber salido a correr, pero eso no tiene sentido hablando de un vampiro, por lo que ya no sé qué más podría explicar su repentina ausencia.
no hay tampoco alguna nota aclarativa o una señal que me indique dónde podría hallarse, y eso me está empezando a sacar de quicio. ¿a dónde podría haber ido con tanta prisa y sin tan siquiera despedirse? ¿no habrá salido a buscar él solo al vampiro psicópata, verdad?
―¡sungchan! ¡donghyuck! ―grito con fuerza saliendo del dormitorio y con las manos temblando debido al nerviosismo.
―¿qué ocurre? ―responde al instante el primero de ellos, justo parado delante de mí y un con semblante preocupado ante mi tono histérico.
―¿dónde está jeno? ―pregunto intentando calmar mi respiración acelerada, evitando así el inicio de un posible ataque de ansiedad.
―¿no está contigo? ―inquiere el moreno frunciendo el ceño.
―claramente no, donghyuck, sino no os lo hubiera preguntado ―espeto más bruscamente de lo que pretendo. ―lo siento, pero es que no sé dónde está y no ha dejado ninguna nota ni nada.
―le estoy llamando ―anuncia el castaño llevándose su móvil a la oreja y alzando un dedo, pidiéndonos que esperemos. ―no da señal.
―mierda, jeno ―se queja el otro vampiro y se pasa las manos con desesperación por el rostro.
que ellos, sus mejores amigos y, posiblemente, las personas que mejor lo conocen, estén igual de preocupados que yo solo hace que mi nerviosismo aumente. sungchan trata de calmarme diciendo que seguro no es nada grave, pero veo en su mirada que ni él mismo se cree sus propias palabras.
apenas como algo como desayuno, mi estómago se ha cerrado por completo ante la repentina desaparición del vampiro y lo último en lo que pienso es en llevar una buena alimentación. el hecho de que no haya noticias suyas durante las dos primeras horas de clase solo hacen que mi inquietud incremente hasta tal punto que debo salir a mitad de la explicación del señor robins para evitar sufrir un ataque de ansiedad delante de todo el mundo.
afortunadamente es mark el que viene a comprobar mi estado y puedo balbucearle, a duras penas, lo que está ocurriendo. obviamente no le puedo dar todos los detalles, simplemente le digo que creo que jeno ha salido a buscar al tipo que me amenazó por su cuenta y eso me tiene histérico. como buenamente puede, trata de calmarme, pero solo lograré dejar de preocuparme cuando tenga al vampiro delante.
durante el almuerzo seguimos sin saber nada sobre él y todas las llamadas que le he dejado van directamente al buzón de voz. he desistido de mandarle más mensajes al ver que ni siquiera los recibe, por lo que simplemente me dedico a cambiar de un estado de preocupación a otro de terror puro por lo que le podría estar pasando. luego ese sentimiento se transforma en ira hacia él por no haberse molestado siquiera en dejar una maldita nota para evitar que muriera de angustia, que es justo lo que estoy haciendo ahora mismo.
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Sweet relief
Fanfictiondesde que llegó, supe que lee jeno iba a ser mi perdición, pero no sabía hasta qué punto podría mi vida correr tanto peligro por su culpa.