esa noche me cuesta mucho conciliar el sueño, a pesar de las caricias de jeno en mi espalda y de su aroma envolviéndome por completo al estar abrazados en su cama. sigo preocupado por el tema del vampiro queriendo usarme como cebo para llegar hasta él. no obstante, no temo por mí, sino por el castaño. ¿qué quiere ese psicópata del ojioscuro?
―no te preocupes por eso ―susurra contra mi cabello. ―no dejaré que nada nos separe, conejito.
al fin, sus palabras cargadas de sinceridad logran calmarme y, apoyado sobre su torso desnudo, logro sumirme en el mundo de los sueños. no sé a qué hora abro los ojos a la mañana siguiente, solo sé que el sol ya ha salido y que jeno está observándome detenidamente mientras no deja de pasear sus dedos por mi costado.
―¿hace cuánto estás despierto? ―le pregunto reacomodándome mejor para contemplarle.
―no lo sé ―se encoge de hombros y sonríe de lado. ―me gusta verte dormir.
no puedo evitar sonrojarme furiosamente y esconderme en su pecho, haciéndole reír suavemente y estrechar su abrazo en mí. me estremezco al sentir su piel desnuda contra la mía y me acurruco todavía más contra él, queriendo sentir un poco más el delicioso contacto.
―jeno, lo de mantenernos alejados... ―empiezo a hablar, no queriendo iniciar una discusión, pero sabiendo que debemos resolverlo cuanto antes.
―olvida eso ―me interrumpe, sorprendiéndome por completo. ―la única manera de protegerte es que estés conmigo, así que se acabó eso de estar separados.
mis ojos se abren enormemente y me incorporo para escudriñar su expresión, intentando averiguar la seriedad de sus palabras o si me está tomando el pelo. no veo nada que me indique que está bromeando y sé que jeno no se tomaría mi seguridad a cachondeo.
―al fin entras en razón ―le reprocho antes de besarle apasionadamente, incapaz de contener mi emoción.
―veo que no te ha desagradado la idea ―se burla cuando nos separamos para recuperar el aliento.
―es lo que llevo pidiéndote desde el principio ―le recuerdo con una mueca divertida antes de volver a sellar nuestras bocas.
suspiro cuando siento su lengua adentrarse en mi cavidad y recorrer la mía propia con parsimonia y sensualidad. me acomodo por completo sobre él, quedando entre sus piernas y acariciando su pecho desnudo mientras sigo saboreándole. sus manos se instalan con firmeza en mi cintura y me mantiene completamente pegado a él.
estoy en las nubes, jeno sabe cómo hacerme volar con tan solo sus labios y sus manos en mí. ahogo un gemido cuando sus palmas acarician mis nalgas antes de apretarlas deliciosamente bien, comenzando a excitarme más en serio.
de nuevo, la necesidad de entrelazarnos en cuerpo y alma vuelve a mí con fuerza, por lo que voy descendiendo una mano hasta adentrarla en su pantalón de chándal que usa como pijama y comenzar a acariciar su semi erecto pene.
―conejito... ―advierte el vampiro, intentando detener mis movimientos. ―sabes que no podré contenerme si sigues por ahí.
―no quiero que lo hagas ―le respondo, separándome lo justo para clavar nuestras miradas en el otro. ―quiero esto jeno, te quiero a ti.
sin esperar a que conteste, me vuelvo a abalanzar sobre sus labios, callando cualquier posible réplica, e incremento el roce de mis dedos con su hombría, notando cómo crece rápidamente ante mis estímulos. le oigo suspirar de placer contra mi boca y, queriendo sacarle mucho más que un simple jadeo, voy descendiendo un camino de besos por su mandíbula y su cuello hasta llegar a su pecho.

ESTÁS LEYENDO
Sweet relief
Fanfictiondesde que llegó, supe que lee jeno iba a ser mi perdición, pero no sabía hasta qué punto podría mi vida correr tanto peligro por su culpa.