❀ Capítulo 13 ❀

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Su nombre es... Jotaro Kujo
(Parte 2)

—¡Doctor Kujo! ¿Cuál es el problema? —un par de guardias se acercaron rápidamente para ver la situación.

—No es nada, solo un encuentro desagradable. Por favor discúlpenos -dicho esto tomó al rubio del hombro y le dio un ligero empujón. —Llevemos esta conversación a otro lugar

Dio sonrió con malicia. Una parte de él quería regresarle el golpe con el doble de su fuerza. Pero tenía razón, no debían armar un escándalo en este momento.

Con total tranquilidad le siguió. Parte de sí con una ira hirviendo en su sistema. El odio era mutuo.

—Atacándome en el momento en que me has visto, ¿No puedes ser más civilizado? —consigue hablar cuando han llegado a una parte con menos público.

—No con alguien cuyo rostro me hace querer vomitar —soltó en respuesta el biólogo con un tono de desagrado en su voz. Realmente no esperaba encontrarse a Dio aquí, fue más que una maldita coincidencia.

—Debiste haber aprendido de Jonathan, al menos él si daba buenos golpes —Jotaro chistó y decidió no responder a aquel comentario. Si bien lo que más quería en ese momento era destruírle la cara a ese bastardo, todavía puede aprovechar la situación y descubrir de una vez por todas lo que está sucediendo.

Yare Yare Daze, vayamos al punto —el hombre alto se acomodó la gorra y sacó una fotografía de su bolsillo. —Este niño, Giorno, no, Haruno Shiobana ¿Te suena el nombre?

Dio de inmediato se puso en alerta en cuanto escuchó ese nombre, tomando la foto que sostenía el biólogo con un rostro completamente petrificado. ¿Cómo es que Jotaro lo sabía?

—¿Cómo demonios conseguiste esta foto? —preguntó con un tono de voz más que siniestro. El de la gorra solo pudo suspirar mientras se apoyaba en la pared.

—Él es tu hijo, ¿o me equivoco? Dio —soltó seco el de la gorra, un tic nervioso se mostró en la ceja del rubio. Esto no podía estar sucediendo.

—Ajá ¿Y tienes algún problema con eso? —relajado, no hay por qué exaltarse.

—Sí, Ese mocoso es un problema —el rubio arquea una ceja en duda, no queriendo escuchar lo que sigue a esta conversación. —Tu hijo se ha estado metiendo con la familia Joestar y eso no lo voy a permitir —entonces eso fue el balde de agua fría que rompió con el calor creciente de ira. Esta no era una acusación que esperara.

—¿Mi hijo... qué? —¿Escuchó bien? SU hijo se había metido con...

—Acabo de decirlo, no lo voy a repetir. Quiero que controles a tu mocoso.

—No sé de qué mierda estás hablando —ese Haruno, tiene una muy larga explicación que darle una vez que vuelvan a casa.

—Escucha bien, no sé en qué estés pensando o si quieres algo de nosotros, tampoco me interesa si eres consciente de lo que haga tu hijo. Si le vuelves a dar problemas a Jonathan-

—Espera, Jotaro —interrumpió de repente el rubio alzando un poco la voz. —Te estás confundiendo. Lo que menos deseo es volver a saber de ti o de los malditos Joestars. Por algo hice caso a tu tan "amable" petición y me fui de Londres.

—Cumpliste tu palabra y aun así sigo encontrando tu molesto rostro en todos los lugares a los que voy.

Porque de alguna forma u otra, parecía casualidad del destino que a todo lugar al que Jotaro iba, la maldita cara de Dio siempre tenía que estar ahí. Japón, Florida, El Cairo, ahora sucede otra vez en Italia, ya está comenzando a hartarle.

Dating My Father [JonaDio] YaoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora