Dating My Father [JonaDio] Yaoi

❀ Capítulo 28 ❀

Te pertenezco a ti

El tan ansiado día de la boda estaba aquí. Fueron varias semanas de preparación, pero finalmente sería. Joseph Joestar y Caesar Zeppeli se casarían.

Giorno alistaba sus cosas desde una noche antes. Papá vendría a visitarlos temprano por la mañana para después llevarlos al lugar donde se llevaría a cabo la ceremonia nupcial.

Giorno tenía dos conjuntos para esa ocasión. El primero era un sencillo traje en tono celeste que no resaltaba, pero tampoco le hacía ver mal. Y para la noche, había elegido un outfit en negro que le gustaba usar en salidas más formales, y que era lo suficientemente fresco para verse joven y atractivo.

Papá de nuevo le había regalado otro broche. Esta vez era una rosa, y estaba feliz de ponerla con su traje, combinaría muy bien con ambos conjuntos que tenía preparados.

Dio por su parte, no había elegido una combinación particularmente destacante. De hecho, a Giorno le parecía extraño ya que su padre suele ser bastante llamativo en las fiestas. Supuso que tenía que ver con su mal pasado con los Joestar, no se le notaba para nada contento con asistir a esta boda.

A decir verdad, el Brando no quería resaltar en lo absoluto. Mucho menos cuando sabe que en ese lugar podría encontrarse con rostros conocidos que creyó haber borrado en su pasado.

La ceremonia estaría llena de familiares y conocidos de los Joestar. Según Jonathan, no vendría toda la familia, pero sí los más cercanos. Cosa que solo le hacía dudar, ya que sus tipos de fiestas más "pequeñas" incluían al menos unos doscientos invitados.

Lo hacía por Giorno, se recordaba. Su hijo sería presentado ante todos como parte de esa familia y él estaría presente como su padre. Cosa que, de cierta manera, le incomodaba.

Ser el chisme del momento en una familia numerosa de gran importancia en Inglaterra no era su mejor forma de destacar ante el público.

Además, todavía tiene que hablar con Jonathan. Había una situación que había dejado pendiente, y no puede dejar pasar más el tiempo. No cuando sabe que Jonathan se irá pronto.

Suspiró mientras se acostaba en su propia cama. Solo de recordar el beso que se dieron aquel día le revuelve el estómago. No puede dormir sin que aquella imagen regrese a su mente una y otra vez. Sabe que tiene que decir algo, hacer algo. El problema es que no sabe qué decir exactamente.

Una disculpa, fue lo que le dijo Pucci. Quizá tenga razón, un pecador necesita expiar sus pecados, y el primer paso para ello es pedir un perdón.

Luego... ¿Qué es lo que sigue?

Después de haber lastimado tanto a una persona, ¿de verdad merece ser perdonado? Porque le es difícil entender por qué Jonathan le sigue queriendo después de todo lo que hizo. 

Y lo peor... Lo peor es que él también sigue queriendo a Jonathan.

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—¿Están listos? —preguntó con emoción el Joestar una vez que arribó a la casa de los Brando. ¿Cómo no estar feliz? Hoy se casa su hermano. Casi no puede creerlo.

—¡Espera papá, ya casi termino! —dijo el menor. Tanto Giorno como Dio tenían algún pincel de maquillaje en la mano. El Joestar soltó una risita en su lugar. Ese chico definitivamente era hijo de Dio.

—¿Y que hay de ti? ¿Ni un poco de maquillaje? —se le acercó el mayor Brando, y Jonathan sonrió nervioso por la repentina cercanía.

—Sabes que el maquillaje no me queda tan bien, no creo que sea necesario —respondió mirando a otro lado, pero el rubio no pareció satisfecho. Tomó una brocha de su propio estuche y se acercó al más alto.