Dating My Father [JonaDio] Yaoi

❀ Capítulo 27 ❀

De vuelta a ti

Giorno se sentía tranquilo, quizá más relajado desde que arregló las cosas con Mista. O quizá un punto a añadir sea el hecho de que ya no tenga que involucrarse tanto en el asunto de sus padres.

Desde hace dos semanas, las cosas habían estado yendo bastante mejor. Sus padres parecieron llegar a un acuerdo mutuo sobre los papeles de la filiación paterna. Veía a su padre ir y venir con documentos y hacer llamadas ocasionales a Jonathan, a veces para regañarle de algún detalle que surgiera. A menudo debían encontrarse para discutir esos asuntos legales, por lo que se había vuelto habitual ver a Jonathan pasar tiempo en su casa, teniendo incluso una que otra oportunidad para comer juntos.

Le hacía sonreír ver cómo sus padres realmente comenzaban a tratarse otra vez como viejos amigos. Aunque algunas veces era imposible no notar las miradas que Jonathan le daba discretamente a su padre.

O el cómo su padre había comenzado a usar sus guantes más seguidos, el claro detalle que le hizo saber a Giorno que él nunca regresó el anillo como había dicho que lo haría. Era algo bastante raro, pero no preguntó al respecto.

Sospechaba que sus padres todavía guardaban muchas cosas que se querían decir el uno al otro. Y Giorno de verdad quería abrir la boca y acelerar las cosas, pero sabe que debe aguantarse. No quiere que ellos vuelvan a parecer tan avergonzados que ni siquiera pueden verse el uno al otro. En especial cuando ya comienzan a llevarse tan bien de nuevo.

Terminó de textear algunas cosas en su teléfono cuando escuchó el timbre de la casa sonar, dejó el aparato móvil en el sillón para ir a abrir. Sonriendo al ver a su papá Jonathan vestido de una forma más formal y bastante apuesto. Le gustaba, era un gran cambio.

—¡Ja! parece que al fin te arreglaste bien —fue el comentario que hizo su padre detrás suyo. Ni siquiera se dio cuenta de cuándo llegó ahí. Se hizo a un lado regresando al sillón para darles su espacio. Y si vio a su padre lanzarle una mirada poco discreta al Joestar, no dijo nada.

—¿Es así? Porque aún siento que vuelves a opacarme —su papá devolvió el cumplido con una pequeña sonrisa, y notó como el comentario dejó a su padre unos momentos en silencio.

A él no le sorprendía, los atuendos de su padre siempre eran muy llamativos, siempre queriéndose ver mejor que otros. Usando hasta un brillo de labios y perfume que olía dulce pero suficientemente amargo para ser tentador. Se pregunta para qué serviría eso en una sesión de fotos.

—Aunque tú de nuevo parece que no puedes acomodarte correctamente esa corbata. Déjame darte una mano —el comentario solo hizo a Giorno rodar los ojos. La corbata de papá estaba bien, pero su padre todavía se tomaba el tiempo de desenredarla y volver a acomodar el nudo.

Si por él fuera hasta puede gritar al aire que están coqueteando. Ya comienza a saberle mal tanta miel. Solo en este tipo de situaciones agradece que sus padres no estén casados, no cree poder mirar tanta escena dulce todos los días.

Jonathan observa cuando los dedos del rubio acomodan el cuello de su camisa, sintiendo incluso cómo un ligero roce llega a acariciar fugazmente sobre su piel. Ahora que es consciente de sus propios sentimientos, quisiera tomarle del mentón, levantar ligeramente su rostro solo para poder ver sus ojos en esta distancia tan cercana. Pero sus manos se quedan quietas en su lugar, sabiendo que es inapropiado, que esto no es lo correcto.

—¿Es mejor así, no lo crees? —la pregunta del Brando llega, pero él sigue un poco perdido en sus pensamientos. —¿Jojo? —llama Dio al ver al Joestar tan callado.

—Ah, sí, es así —responde para luego desviar la mirada, está casi seguro de que si ve a Dio a la cara un segundo más el rubio podrá leer sus pensamientos como un libro abierto. —Bueno, si estamos listos entonces ya podemos irnos —dice, cortando todo el calor creado en esos simples gestos. Y recordando la razón por la que están reuniéndose hoy.