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Kunikuzushi lo miraba confundido, no entendía su acercamiento, tenía una gorra y no lograba reconocerlo como desearía. Hasta llegó a pensar que era hombre, no se dio cuenta hasta que la tuvo justo en frente con una pequeña sonrisa

- Nos volvemos a encontrar, ¡Qué casualidad! - exclamó una chica de cabellos azules tirando a violeta atados en dos coletas altas; Kuni la miró por unos segundos con una expresión pensativa hasta que finalmente la reconoció: si le quitaba el gorro era la chica que había chocado el día anterior

- Eres tu - afirmó para corresponder el saludo de mano que le había extendido la contraria anteriormente; parecía muy enérgica, a pesar de que era el primer día de clases, y el día anterior no se veía tan brillante, parecía agobiada, a diferencia de hoy.

- ¡Oh! No me presenté, mi culpa. - dijo al ver que el contrario la seguía mirando con algo de confusión, tomó aire: - Mi nombre es Mona Megistus Geros de Astrogius, puedes llamarme Mona, es un placer... ¡Soy nueva aquí así que no se como se saludan las personas normalmente, espero haberlo hecho bien y me disculpo si no! - dijo para finalmente tomar aire algo aturdida

- T-tranquila... - se sorprendió algo extrañado por su comportamiento nuevo, no pensó que conocería a alguien tan pronto

- Perdón... estuve practicando toda la noche para este saludo... - se frotó la parte derecha del cuello con pena

- Ya veo... - en el fondo sentía algo de ternura por la chica

- ¿Y tu como te llam...? - se interesó cuando de repente justo llegó el docente a cargo y pidió que tomaran asiento.

- Bienvenidos a todos, yo seré su profesor de sociología en lo que resta del año lectivo - saludó un señor mayor para posteriormente comenzar a sacar algunas cosas de su mochila - Este día, y todos los lunes, tendremos 3 módulos de 45 minutos - recorrió la clase con la mirada por encima de unos grandes lentes negros, se veía cansado - todos ustedes conocen la materia y sus fines ¿verdad? Bueno, este curso trae temas muy extensos y simples pero con su complejidad... - contó

Las horas pasaron algo rápido para Kuni, mientras que para el pecoso parecieron eternas

- ¿Ya terminó...? - cuestionó frunciendo el ceño el azabache, observando como el profesor se retiraba del salón, se volteó y vio a su compañero en el asiento de atrás, con la cabeza entre sus brazos sobre el escritorio

- ¿¡Al fin...!? - se levantó de golpe y comprobó que, en efecto, el señor profesor ya no se encontraba en la sala - ¿Nos vamos? - preguntó viendo como todos juntaban sus cosas

- Se nota que no escuchaste al profesor. - regañó volteando los ojos - la hora que sigue es espacio recreativo

- ¿Recreo?

- Si... Aunque en el futuro lo usarás para estudiar - afirmó comenzando a juntar sus cosas también. El contrario se levantó y se puso la mochila

- Pensé que hoy habría presentaciones o algo así - el azabache soltó una carcajada por su ingenuidad

- Olvidaste que esto es la Universidad, ya no hay "presentaciones" - reprochó para levantarse y comenzar a caminar hacia la puerta

- ¿Cómo hago para volver a la secundaria? - suspiró

- La psicología no es lo tuyo, nada de esto es lo tuyo

- Shh cállese, no me lo refriegues en la cara así como así

- Sabes qué, no me importa haz lo que quieras. - salieron del salón y se dirigieron hacia la puerta, aun sin saber exactamente a donde irían...

- ¿A donde vamos? Tengo hambre - dijo al darse cuenta que no tenía idea de donde iban

- Yo voy a las mesas a terminar el trabajo, tu no sé - comunicó buscando con la mirada una mesa libre

- ¡Te acompaño! De paso me dices qué trabajo... - pidió algo aturdido

- ¿¿Por qué no prestas atención?? Maldición - se quejó, aunque ya estaba acostumbrado a carrear a su compañero en algunas materias que no le interesaban

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- ¿Qué es eso? - preguntó viendo como algunas personas llevaban un aperitivo junto con un batido en las manos, o se sentaban a comer - ¿Dónde está esa tienda?

- No lo sé. - respondió con desinterés intentando solucionar el ejercicio que le pedía la hoja

- Debe estar afuera. - lo miro inquieto, lo pensó unos segundos y se levantó - voy a ir - tras no recibir contestación se fue intentando adivinar de dónde venían las personas

El azabache suspiró y siguió con lo suyo. Primer día y ya dejaron tarea, no sabía si era normal esto, solo notaba que el profesor parecía estar cansado de la vida.
Se echó hacia atrás en la silla y cerró los ojos dejando un largo suspiro en el aire. "¿Cómo estará el gato...?" pensó recordando al felino que rescató esa mañana.
De pronto, sintió unos pasos acercarse. Alzó la cabeza y vio a la chica de coletas de la mañana

- ¡Hola! - saludó enérgica con una sonrisa extrovertida - ¿Está ocupado? - preguntó señalando el asiento; el azabache la miro inexpresivo por unos segundos y negó con la cabeza, permitiendo que la contraria se sentase

- ¿Cómo te fue? - intentó sacar tema recordando que le había dicho que era nueva en el lugar

- No tan bien como pensé... - sonrió con pena - pensé que haría más amigos... O compañeros - suspiro frustrada; una leve sonrisa apareció en los labios del contrario con algo de gracia

- La sociedad es más dura de lo que crees... Oye ¿Dónde vivías? ¿en una burbuja? - vaciló sin interés en su reacción

- No, en un lugar... Un poco alejado de aquí

- Si vi

- ¿Y tú? - indagó interesada cruzándose con los ojos contrarios sin miedo

- Yo soy de aquí. - desvió su vista hacia el cuaderno

- Tú... ¡No me dijiste tu nombre...! ¿¿No es privado verdad?? Las personas aquí son muy reservadas... - sonrió algo confundida; el contrario cambió a una expresión seria, no tenía buenas experiencias dando su nombre...

- Kunikuzushi. - respondió cortante, ocultando sus pupilas ante sus pestañas, dirigiendo su atención ahora a un último vistazo al papel y cerrar el cuaderno

- ¿Eh...? - reaccionó algo perpleja - Kuniku... Ja - soltó una carcajada - Tu no puedes ser kunikuzishi... - vaciló; el contrario la miró y frunció el ceño - ... ¿Raiden...? - cuestionó indecisa esperando una respuesta negativa; el azabache alzó las cejas como aclarando lo obvio

- ¿Cuál es el problema..? - levantó una ceja; "esos ojos... ese cabello..." pensó analizando lo poco que podía ver del contrario

- T-tu eres... - se cubrió el rostro con la mano haciendo repentino el hecho de que un intenso sonrojo cubrió sus mejillas confundiendo aún más al azabache...

Ahora nos Perteneces. [Heikazuscara]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora