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- Kunikuzushi.... ¡¡Kunikuzushi!! - la puerta se abrió de golpe despertando al pelimorado, escuchandose un suspiro de alivio de parte contraria

- ¿Qué carajos...? - se quejó un soñoliento azabache alzando la cabeza intentando descubrir la situación; el pecoso comenzó su discurso

- Me escribes luego de 5 horas; un extraño en tu casa; me preguntas si puedo venir y nunca me preguntarías eso; 5 minutos y te desconectas; no contestas ni mis llamadas y no respondes al llamado de la puerta - Kuni hizo una pequeña pausa pensando, ladeó la mirada e inclinó su cuerpo para tomar su celular, prenderlo y apagarlo rápidamente

- ... Son las 5 de la mañana... - volvió a bajar la cabeza recostandose en la almohada

- ¿Recuerdas que tengo una copia de tu llave? - habló cruzandose de brazos

- Desgraciadamente si... - respondió desganado

- Entré y además de un té a medio hacer, cosa que es imposible de tu parte, abrí la puerta de tu cuarto buscándote y me encontré con un desastre, parece que lo usaron como habitación de motel, y no estabas - hizo una pausa para tomar aire - mi última opción era este cuarto... Maldición, Kunikuzushi, ¿qué mierda te pasa?

- ... - se quedó en silencio mirando a la nada recostado en la cama, cubriéndose con las sabanas, no sabía si hacerlo o no. Cuando en pecoso mostró un gesto de impaciencia al fin se decidió, se sentó en la cama dejando caer las sábanas y dejando al descubierto su marcado cuerpo, al menos la parte del cuello y las piernas

- ¿Qué carajos... Te pasó? - se sorprendió hasta que entendió la procedencia de las marcas - Ah... Lo que me faltaba - un poco molesto - ¿estabas cogiendo... Mientras yo me preocupaba por ti?? - se frotó la entreceja

- ... Pareces una madre - sonrió Kuni, mirando a la nada, no sabía mentir ni se le daban muy bien las excusas. Por otro lado ya le había dicho a Childe más de una vez que exageraba, se preocupaba demasiado, pero en el fondo sabía que le agradaba que alguien se preocupara por él

- ... - reflexionó unos segundos - tú no eres así, ¿qué pasó? - se sentó junto a él

- No sé.. - suspiró resignado,

- ¿No lo recuerdas? ¿Tomaste?

- N-no... No tomé, pero.. No fue como creí que sería... - el contrario sonrió

- ¿A qué hormonal no le gustaría metersela a una chica? - soltó una risa - eres raro

- Es que... No se lo metí a una chica.. - se cubrió el rostro pensativo con una mano como diciendo "no me lo vas a creer"

- ¡¿Se la metiste a un hombre?! - se sorprendió el gay - ¿y no te gustó? Jajaj - rió

- ... - hizo silencio, no sabía cómo afrontar esta situación, más su silencio fue suficiente para que el pecoso se diese cuenta

- ... ¿Te la... Metieron? - habló intentando no creer en sus palabras; Kuni asintió levemente, cosa que hizo razonar al pelirrojo, suspiró - ... Hasta yo te veía cara de pasivo mi bro - confesó apoyando su mano en el hombro del azabache como señal de apoyo

- Te voy a matar - el contrario rió a carcajadas mientras este lo miraba con poca tolerancia

- Jaja bueno ya, perdón - se calmó al ver la persistente mirada del azabache sobre él - ¿Y...? ¿Quién fue el que se atrevió a corromper.. - su conmovedora frase fue interrumpida

- ¡No lo sé, tu dime! Los viste mejor - se creó un silencio, el pecoso pensando

- Espera..... ¡¿Dices que ese tipo fue quien..?!

- ¿Y quién más? Idiota - se sentía angustiado y nervioso, eso lo hacía querer gritar y enojarse

- Tranquilo.. No tienes 16 y tampoco quedarás embarazado, además no es difícil identificarlos

- A ti no te la metieron, cállate

- Pff.. - contuvo una carcajada, se notaba lo tieso que estaba - ¿Te duele todo?

- No me cambies el maldito tema

- Buenoo, me abrió la puerta un chico... Tenía el cabello pintado de blanco, con un flequillo rojo, aunque estaba un poco despeinado, y se notaba débil, no sé porqué tosía

- No me digas, te dijo que estábamos haciendo un trabajo para la prepa

- Si

- Cuando claramente sabias que la prepa había terminado.

- ¿Qué tal si él sigue llendo?

- Eso no tiene sentido, era demasiado sospechoso

- ... - pensó unos segundos - Tal vez... Si - un suspiro pesado de parte contraria

- No importa... ¿Dijiste que tenía el pelo verde?

- Blanco

- Blanco... Solo se me ocurre una persona..

- ¿Ya sabes quién es?

- Uno, creo, pero el otro no estoy seguro

- ¿Cómo que el otro??

- No hay tiempo, tengo que verlo.... - se levantó rápidamente con las intenciones de salir caminando rápido y vestirse cuando tambaleó y estuvo a punto de caer al suelo pero el pecoso por reflejo lo sostuvo - mierda

- Oye ¡¿estás bien...?! - preguntó sosteniendo al azabache

- ¿Me ves bien?? Maldición - era una impresión al levantarse de golpe sin tener en mente que su cuerpo aun no se había recuperado del todo.

- Estás hecho trizas amigo.. - lo sostuvo por unos minutos hasta que el azabache se pudiera mantener en pie por su cuenta - ¿A dónde piensas ir así? - exclamó al ver como se apuraba para vestirse e irse

- Necesito... Hablar con alguien - cuando estuvo a punto de tocar la manija de la puerta se detuvo, al escuchar un fuerte rugido proveniente de su estómago y una enorme necesidad de llenarlo

- ¿Cuándo fue la última vez que comiste? - preguntó notando el hambre que resaltaba el cuerpo del pelimorado

- Mmg.. - se cubrió la boca con sus manos y corrió al baño, la falta de alimentos empezaba a darle nauseas; el pecoso empezó a preocuparse más, al principio lo tomó como broma pero ya empezaba a ver la verdadera situación

- Te prepararé algo

Y empezó a cocinarle algo liviano en la cocina con lo que encontraba mientras el menor, resignado a esperar, intentaba contactar a uno de los culpables, el único que sabía con certeza que si era... Sin embargo, no le respondía, ni las llamadas ni los mensajes, y ya hacía más de 30 minutos que insistía

- ¡Ésto!.. ¡Ésto si es perder la maldita dignidad!. - gritó levantándose del sofá, tirando a Sushi y alzando su celular en dirección al pecoso, quien se esforzaba por culminar su plato favorito, cuando de la nada cayó una notificación - ¿Ah?

"Buenos días, cómo te encuentras?"

- ¿Y éste...? - cuando subió el teclado para descargar toda su furia en palabras cortas pero significativas, Childe dejo con un suave golpe el plato sobre la mesa y le arrebató el móvil de entre las manos

- Primero come, antes de que te me desmayes - un suspiro del contrario, se sentó con mala gana y empezó a comer - Come despacio - solo se lo perdonaba porque era su plato favorito, el cual solo el pelirrojo sabía hacer

"Kuni, me preocupaba que no me hayas contactado antes..."

Ahora nos Perteneces. [Heikazuscara]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora