Adam nunca había sentido tanta presión como aquella noche, en la que el Black Kitty hizo su gran reinauguración. No solo era un evento lleno de gente y música muy alta, si no que no podría pasar desapercibido porque era el novio de uno de los dueños. Si hubiera sido un simple cliente podría haberse metido en un rincón a beber en silencio un trago para luego volver a casa, pero como pareja de Nigel tenía que estar a su lado en su gran noche, y eso implicaba estar en el centro de la atención. Fue probablemente el momento más tenso de su vida, pero estaba decidido a esforzarse. No saldría corriendo, sin importar lo nervioso e incómodo que estuviera no dejaría a Nigel solo en un momento tan importante de su carrera.Los clientes VIP se mostraron deseosos de conocer a los herederos de Garon Von Carlsberg, como ya se estaba conociendo a Nigel y a Darko. Ambos rumanos tenían el nivel de carisma exacto para tratar con gente de alto nivel así que no les costó mucho ser buenos anfitriones, hablar con camaradería de lo que representaba ocupar el lugar de alguien tan ilustre como Garon e invitar a todos a divertirse y a brindar por él. Naturalmente estos invitados y muchos otros saludaron también a Ozana y a Adam por ser sus parejas, y por ende también dueños del Black Kitty, sin saber el agónico esfuerzo que le estaba representando a Adam el devolver los saludos. Nigel lo notó y tras unos pocos brindis en el reservado estelar lo llevó a su oficina privada, donde el ruido era mucho menor y pudieron abrazarse y conversar un poco sin interrupciones.
-Lo estás haciendo de maravilla, precioso, pero no dudes en decirme la verdad si hace falta. ¿Estás muy cansado? ¿Te molesta el humo, quieres volver a casa? Tú solo dime lo que quieres hacer y lo haremos, sea lo que sea.
-Estoy bien, Nigel, me duele un poco la cabeza pero estoy bien. Creo que puedo quedarme otro rato, al menos lo suficiente para saludar al señor Garon… ¿sí va a venir, verdad?
-Trevor confirmó que sí, están a medio camino.- Le acomodó el cabello con una gran sonrisa y se lo besó, orgulloso de la fortaleza que estaba demostrando.- Eres un hombre realmente fuerte, Adam, quiero que lo sepas. Valoro mucho que estés aquí hoy, todo el mundo me ha felicitado por tener un novio tan lindo y no podría estar más feliz por eso. Eres la luz de mi vida, ¿lo sabías?
Adam se sonrojó, aquella afirmación no era nada científica pero sin duda se sentía bonito que Nigel lo considerara tan valioso como la luz. Después de eso se besaron un poco y bajaron de nuevo al bar, tomando asiento en la barra de la confiable Lala y pidiendo un par de Vías Lácteas para hacer un brindis privado. La barman fue la primera en avistar a su antiguo jefe y en señalárselos a ellos, siendo Nigel el encargado de recibirlo y estrecharle la mano antes que nadie. Adam sí lo había visto pero nunca había hablado con él, así que sintió un poco de nervios al ser presentado como el novio de Nigel. Quizás temió ser criticado por su aspecto tan fuera de lugar en un club nocturno, o por ser un hombre en pareja con otro hombre, pero lo cierto fue que Garon Von Carlsberg se portó espléndidamente con él y lo trató como a un socio más sin problemas, del mismo modo que trató a Nigel, Darko y Ozana. Se le ocurrió que a lo mejor era por eso que todos hablaban tan bien de él, porque era un hombre bonachón y amigable.
-Es increíble como después de haber pasado tantos años de mi vida aquí ahora me siento un invitado… ¡les ha quedado muy hermoso todo! Díganme, ¿de quién fue la idea de poner un proyector de estrellas aquí? Es muy retro. Me encanta.
-Fue mi idea, pero no me inspiré en ninguna moda retro sino en mi chico- contestó Nigel orgulloso, pasando un brazo por los hombros de Adam y dándole un beso en la mejilla.- Él tiene un proyector similar en casa y quería tener aquí algo que me lo recordara, así que encargué el más costoso que pude y lo hice instalar.
-¡Aww, eso es tan tierno!- exclamó Ozana para sonrojo de Adam. Darko en cambió soltó una risita burlona.
-Le dejé hacer ese gasto tan cursi porque somos hermanos, pero que ni piense que convertirá mi club en un una sucursal del observatorio. No tenemos presupuesto para más reformas por ahora.
-Solo espera a que embolse un poco más, rumano tacaño, y pondré todas las estrellas y planetas que quiera aquí. Nada me impedirá tener a mi alcance todas las cosas que le gustan a Adam, así cada vez que venga se sentirá un poco más como en casa.
Adam se quedó más mudo de lo usual ante tan lindas palabras, bebiendo de golpe lo que le quedaba de trago y pidiendo permiso para levantarse e ir al retrete. Nigel era tan abierto con sus sentimientos, tan expresivo, ¿cómo no se paralizaba al hablar con tanta franqueza delante de otros? Él estaba igual de enamorado y feliz y aún así no había aportado gran cosa a la charla, se había limitado a asentir y contestar con moderación cuando lo interpelaban. Suspiró, mojándose el rostro y secándoselo antes de volver. Hubiera querido tomar algo más fuerte para comprobar si era cierto lo que se decía y el alcohol soltaba la lengua, para poder decirle a Garon y a todos que amaba mucho a Nigel y estaba sumamente agradecido por sus muestras de afecto y su ternura. Pero se conocía bien y sabía que no lo resistiría, así que al regresar al reservado pidió a Lala un simple jugo de frutas y le dijo a Nigel que estaba listo para irse.
-Mañana tengo que llegar temprano a la empresa, así que prefiero irme ahora y dormir todo lo que pueda. No te molesta, ¿verdad? Sé que preferirías que me quede, pero…
-No me molesta, precioso, además ya te lo he dicho, no tienes que obligarte a estar aquí ni un minuto más de lo que desees. Solo deja que busque las llaves de mi auto y te llevo a casa, no tardaré nada.
-Gracias, Nigel. Eres un gran novio, el mejor de todos…
-No tan buen novio como tú, te lo aseguro.
Adam lo abrazó. Muy fuerte. Nigel parecía duro y era duro, pero también era un hombre increíblemente romántico. Ojalá supiera a quien agradecerle la suerte de haberlo conocido.
ESTÁS LEYENDO
Estrellas Gemelas
FanfictionDespués de ser entregado por su esposa a la policía, Nigel se ve obligado a huir a los Estados Unidos. Aunque cuenta con el apoyo de su amigo Darko, no está seguro de poder rehacer su vida... o al menos, no estaba seguro, hasta que conoce a su vecin...