Estrellas Gemelas

Conociendo al nuevo vecino

Nigel se había empapado hasta el culo la noche anterior, pero logró llenar su nevera de provisiones como para una semana y eso era lo importante. Tendría que tomarse un tiempo para poner su departamento y sus cosas en orden, así que le vendría bien contar con comida y bebida suficiente allí. No tenía muchas ganas de salir a conocer el barrio, o tan siquiera su edificio, porque aparte de su vecino Adam no había hablado ni se había presentado con nadie.

Los hombres de Darko se habían asegurado de escoger un buen departamento, eso había que reconocerlo. Era grande, luminoso y con un nivel de lujo aceptable para alguien como él, acostumbrado a lo mejor. Desde luego nada volvería a ser como antes, pero estaba bien. No se moriría por retroceder un par de peldaños en la escala social, al contrario, quizás le serviría de lección.

"Estando arriba de todo siempre hay gente tratando de matarte y arrebatarte todo lo que te importa. Si me vuelvo un tipo promedio, quizás pueda vivir en paz", reflexionó mientras guardaba toda su ropa y sus zapatos, pensando en la de veces que había tenido que defender su vida de gente que lo odiaba. Odio bien ganado, suponía… cuando se era mafioso como él no se podía esperar estar libre de enemigos, así que tampoco se quejaba demasiado. 

"Excepto por lo de Gabi. Ella no tenía ningún motivo para traicionarte así" dijo una voz más profunda en su cerebro, haciéndolo bufar. No quería pensar en ella, de verdad que no, la maldita estaba en el pasado y ahí debía quedarse. La muy descarada había pedido el divorcio al saber que había sobrevivido, así que estaba claro que no se arrepentía de lo que había hecho. Él no hubiera tenido cabeza para arreglar aquel asunto, había estado demasiado ocupado recuperándose del balazo y el estrés post traumático como para ocuparse de papeles, así que una vez más había sido Darko quien lo salvara de hundirse, amenazando a Gabi con matarla a ella y a Charlie si volvían a hacerle daño. La pareja acordó llamarse a silencio y marcharse de Bucarest a cambio de un divorcio limpio y la promesa de que los dejaran en paz. 

-Si ellos cumplen su palabra, yo cumpliré la mía. Pero por si acaso es mejor que te vayas lejos un tiempo, hermano. Aunque Gabi se haya retractado de sus acusaciones la policía aún te busca y el club tiene que cerrar hasta que todo se despeje, así que es mejor para ti estar lejos.

-Me parece perfecto. No me hubiera quedado aquí de todos modos, no después de que mi vida se fuera a la basura.

-Vamos, no digas eso. Un hijo de puta fuerte como tú no se va a derrumbar por esto, lo sé, estoy seguro. Cuando haya pasado un tiempo vas a volver y recuperarás todo lo que te pertenece, te doy mi palabra.

-Si tú lo dices… pero por ahora, Darko, lo único que quiero es irme bien lejos y tumbarme al sol en el césped como un adolescente en vacaciones. Necesito estar solo, necesito paz.

-Tendrás esa paz, hermano, te lo prometo. Me ocuparé de los detalles de tu viaje, tú solo espera y verás.

Nigel volvió al presente con una media sonrisa, preguntándose cómo estaría Darko ahora, después de una semana de aquella charla. Su mejor amigo y socio también había tenido que marcharse de la ciudad por un tiempo, en lo que pagaban a los suficientes abogados y jueces para enterrar la causa contra ellos y poder reabrir el club, pero por lo menos no estaba herido ni su esposa lo había traicionado rompiéndole el corazón; la mujer de Darko, Ozana, era una compañera leal y entregada a su marido, que sabía de todos sus negocios y le daba igual lo que hiciera, en tanto estuvieran juntos. Nigel sentía un poco de envidia ante una relación tan perfecta, pero por supuesto nunca se lo diría. Era mejor que esos pensamientos infantiles y odiosos no salieran de su cabeza, si quería conservar la dignidad que le quedaba.

"Ninguno de los dos tiene la culpa de mi situación, así que no hay motivo para molestarlos con mis tonterías", pensó, mientras observaba su habitación. Ahora que su ropa y zapatos estaban acomodados era hora de pasar al baño, se dijo. Había llevado solo las cosas indispensables como cepillo de dientes y una toalla, así que debía hacer una lista de lo que le faltaba y pedirlo por internet para evitar…