Ramé .ᐟ tk

𝒞𝑎𝑝 . 4

𝑠ℎ𝑒 𝑖𝑠 𝑖𝑛 𝑚𝑦 𝑚𝑖𝑛𝑑

♰

El sentimiento de soledad es algo demasiado difícil de superar, más cuando sientes que tu mundo se viene abajo y nadie te ayuda a sostenerlo. Eso mismo siento cuando mi hermano Bill no viene a darme apoyo, después de literalmente entregar mi vida por el. Comprendía que su enojo se basará en mi comportamiento, mi inmadurez y lado negativo, pero no era justificable que me deje de solo, sin ningún tipo de contacto por un mes entero.

Paso un mes desde el último encuentro con Alice, lo cual no la llamaron por que se daban cuenta que estaba mejorando mi "locura" de a poco. Me diagnosticaron depresión con alta intensidad, grave diría yo. Aún así, hacia cosas a escondidas, como cuando me agarre a los golpes con uno detrás de todo, cuando un idiota me quiso acusar de algo que no hice y bueno, le rompí la cabeza con una botella de vidrio.

Ahora mismo me encontraba en mi celda, sentado en el suelo frío, mientras que los gemidos de la oficial eran escuchados por mi.

"¡Más fuerte!"

— ¡Joder, hombre, ya cierren la maldita boca! — exclamé con furia. Ya me estaba hartando que todos los días sean lo mismo, hasta el punto de no dejarme ni siquiera unos segundos de tranquilidad.

Finalmente esos molestos gemidos frenaron, lo cual me hizo largar un largo suspiro de relajación. Ahora si, cerrando mis ojos en ese silencio relajante para mi.

— ¡Tommy!

La voz femenina llamó mi atención, lo cual vi a Giselle parada tras las rejas. ¿Que carajos hacia ella aquí? Que molesta.

— Giselle — largue otro de mis suspiro pesados. Me levante del suelo y me acerque a la reja.

Se ve que esta tenía la llave para abrirlas, lo cual lo hizo enseguida y se metió. Primeramente observo todas mis cosas, algunas con confusión, otras con curiosidad y así. Solo la mire con el ceño fruncido todo el rato que esta me estuvo dando la espalda para ver mis cosas, algo que no debería interesarle.

— ¿Porque viniste? — molesto pregunté, algo justificable, le había dicho que no venga más — Te he dicho algo bastante clarito.

Esta giró y me miró con una sonrisa ladina — Quería venir a darte un poco de placer — se acercó y me rodeó el cuello con sus brazos — Vamos Tom, vamos a divertirnos.

Ni siquiera me dejó responder, que de un golpe desprevenido tenia sus labios besando los míos. Quise alejarla, pero me dejé llevar al sentir sus manos tocar mi entre pierna. Me sentía un maldito niño sumiso al ver como me desvanecía a sus toques, literalmente levantando mi miembro. Mis manos se posicionaron en su cintura, con agresividad los dos caímos a la cama, mientras que nuestras bocas eran brutescas al igual que nuestras lenguas.

Mis manos pasaron por debajo de su blusa, yendo al broche de su sostén y poder quitarlo de una vez. Separamos nuestras bocas que respirabamos entre ellas, sacando rápidamente nuestras prendas de ropa con dificultad. Finalmente pude ver su cuerpo semi desnudo, dejando sus pechos descubiertos a mi vista.

Volví a unir mis labios a los suyos, pasando con suavidad mis manos en su cuerpo.

La imagen de aquella ojos mermelada se me vino a la mente. Con solo pensarla a ella, sentada frente a mi y sonriéndome libremente, me disgusto muchísimo al tener mi boca rozandose con otra que no fuera la suya, lo cual no tuve oportunidad de hacerlo.