𝑠𝑡𝑎𝑔𝑒, 𝑚𝑢𝑠𝑖𝑐, 𝑏𝑒𝑔𝑖𝑛𝑛𝑖𝑛𝑔♰
Habían pasado semanas largas desde mi encuentro con Bill, desde esa vez me sentía bastante lleno, me sentía completo. Sonreía sin fingir, como hacía con ella, aquella ojos mermelada que viajaba por mi mente.
Aunque intentará superarla, era difícil y un proceso bastante complicado. Me había sentido tan bien, sabiendo que lo logró mientras estaba en el a cárcel. No quería buscarla, ni tampoco explicaciones de su parte, estaba cerrado, no me interesaba en lo absoluto. Elimine su número e intenté borrarla de mi vida.
— Así que... ¿Comenzaste a trabajar en una cafetería? — se sentó frente a mi, llevando una taza de café, con un humo saliendo de este — Con razón sabes hacer tan bien el café — río.
Rodé los ojos — Eres un exagerado — mire a mi lado — Estos días el trabajo estuvo muy lento, realmente pienso en renunciar.
Inclino su cabeza a un lado — Mi consejo, como tu hermano, es que si, lo hagas — llevo un sorbo de café a su boca.
Fruncí el ceño — ¿Y con que me mantengo? — levante una ceja con curiosidad, esperaba su respuesta, lo cual quería escuchar una que pueda ayudarme, era un desorden mi vida.
Encogió de hombros — Puedo ayudarte, Tom — apreto sus labios — Esta vez no te dejaré solo ¿Okey? — sus cejas hicieron una expresión de tristeza.
Asentí — Gracias, Billy, extrañaba mucho tú presencia — carcajeé.
Se levantó de la silla, largando una que otra queja dolorosa — Dormiré un rato ¿Okey? Préstame tu cama — ni siquiera me dejó responder, que este ya estaba caminando en dirección a la cama del hotel. Pude ver como se entraba entre las sábanas, acomodándose y logrando su sueño.
El ambiente estaba silencioso, mis ojos recorrieron toda la habitación hecha un desorden, básicamente un asco.
Me levante y copie la acción de Bill, entrando en las sábanas e intentando relajarme. Mis ojos miraron un punto fijo del techo, lo cual fue tan mala idea. Mi pecho vacío sintió un cosquilleo, al ver su imagen, su sonrisa, en el reflejo de ese techo blanco, mi estómago era un revoltijo, mis manos eran temblorosas y casi rompía las sábanas de lo mucho que las estaba apretando.
« Sal de mi mente, sal de mi mente... »
Intenté cerrar mis ojos y poder dormir un poco, al menos para intentar desconectarme del mundo. Y fue un logro, había entrado en el sueño profundo.
[. . .]
Intente abrir mis ojos pesados, tan cansados que parecían dos ladrillos. Moví mi cuerpo, moviendo mis brazos y colocando una a mi lado, lo cual me sorprendió no tener la presencia de Bill allí. Me desperté del todo, tan de golpe que mi corazón sobre salía de mi pecho.
Mire a mis alrededores, encontrándome con una ¿Nota? Puesta en la mesita de noche. No dude un segundo y agarre esta con rapidez, abrí y comencé a leer.
"Estabas muy dormido, no quise despertarte. No tengo tu número de teléfono, por eso mismo te dejo esta carta.
Apenas te despiertes, te espero en el estudio 'Musikalisches Leben'
Te quiero, hermanito ♡"
Me dio risa su corazón tan chueco, pero fue tierno. Tome voluntad y me levante de la cama, para comenzar a prepararme e ir a ese estudio, sospechaba y desconfiaba demasiado, pero tengamos expectativas altas ¿No?
Pude terminar de cambiarme con rapidez, ya que la intriga me mataba y mucho. Intenté apurar el ascensor, tocando unas millones de veces el botón para bajar.
A las puertas abrirse, corrí con rapidez y pare al primer taxi que se me había cruzado.
— ¿A donde lo llevo, joven? — el taxista miró por el reflejo
— Al estudio... — mire a otras partes intentando recordar el nombre — Musikalisches Leben — dije con mi tono alemán.
Asintió y comenzo a manejar, fue lento el viaje, mientras más lentos era, más nervioso me ponía. Válidamente era algo que todos sentimos cuando nos llega un mensaje así, y más cuando tiene tanta intriga.
Miraba mi reloj una y otra vez, solo quería llegar, ver a Bill, la sorpresa que me tenía, la noticia, lo que el quería mostrarme.
Esto era una dolor de cabeza.
El carro freno en mi destino, mis ojos se iluminaron, literalmente estaban lleno de luz — ¡Gracias! — casi sonó como chillido de niña.
Corrí a las puertas de aquel estudio, entrando en el y pasando esos pasillos. Mi corazón estaba acelerado, con latidos muy fuertes, como si no se, quisiera salir de mi pecho tan hondo. Mi mente iba a mil, con todos los flashback que se me venían a la mente, el estudio, ella, la nostalgia.
— ¡Tom! — me giré al llamado de la voz muy conocida, ahora sentía la felicidad en mi cuerpo.
Gustav, Georg y Bill me esperaban con una enorme sonrisa. Mi expresión era de pura felicidad, luz, energía. Me estaba sintiendo completo, todo estaba saliendo a la perfección, mi vida tan mierda estaba siendo una mejoración.
Corrí hacia ellos y los envolví con mis brazos, creando un abrazo extremadamente fuerte, sano y significativo para mi mismo. Mis ojos se llenaron de lágrimas, sentía paz.
— ¡Joder, como te extrañamos! — Georg tomo mis hombros y me miró sonriente, mientras que intentaba verlo, pero no ayudaba mis ojos llorosos.
— Que alivio verte fuera de la cárcel... — añadió Gustav, juro que me sentía un viejo, por su forma de vestir, su cabello, su personalidad. Habían cambiado muchísimo.
Reí — Cambiaron demasiado ¿Que onda?
Georg alzó sus cejas — Tú llegaste con trenzas, así que también cambiaste — río.
Gustav rodeó los ojos — Yo no crezco — cruzo sus brazos.
Bill río — Ok, okey... Hagamos lo que teníamos pensado — retrocedió sus pasos y llevo con el a los dos.
Fruncí levemente el ceño, mientras que veía como estos se susurraban cosas entre sí. No quería parecer chismoso, así que mire a otra parte e intenté hacer oído sordo.
— Bien, Tom... Necesitaremos que cierres los ojos.
Levante una ceja ante la indicación de Bill, intenté no sospechar y obedecer a su dicho. Cerré mis ojos con lentitud, sentía los movimientos de estos, sus pasos y sonidos.
— Extiende tus manos — hablo Gus, ahora si sospechaba cada vez más, ya que sus propuestas eran sumamente raras.
Puse mis brazos, esperando tener algún tipo de cosa, regalo, movimiento o caricia en mis brazos.
Dios me había escuchado, sentí un gran peso en mis brazos, lo cual sentí adrenalina por temer a que esta cosa se me caiga. La intriga de querer abrir mis ojos, de ver la maldita cosa que estos estaban tramando.
— Ábrelos — Georg toco mi hombro, antes de decir sus palabras.
Abrí estos, encontrándome con una hermosa guitarra blanca, con corte en V, cuerdas finas y nuevas. Mis ojos brillaban, mis manos comenzaban a sostenerla con cuidado, intentando estudiar cada centímetro de la hermosa guitarra.
Mire con una sonrisa, casi confundida — ¿Que es esto? — reí nervioso.
— Tom... — musito Bill, acercándose un poco más, logrando mirarme con párpados negros, bien pintados.
— ¿Q-Que pasa? ¿Porqué actúan así? — fruncí el ceño.
— ¿Quieres volver al escenario con nosotros?
ESTÁS LEYENDO
Ramé .ᐟ tk
De Todo𝐑𝐀𝐌𝐄́ | ❛Algo tan caótico pero tan hermoso a la vez. . .❜ "𝗘𝗹 𝟴 𝗱𝗲 𝗺𝗮𝗿𝘇𝗼 𝗱𝗲 𝟮𝟬𝟬𝟳 fueron encontrados dos hombres con cincos disparos en el pecho tras la terrible acusación de violación. El asesino con dieciocho años de edad, utili...