𝒞𝑎𝑝 . 21

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ℎ𝑎𝑛𝑑𝑠

︎ ▪︎ Alice Roy.

Quizás solo estaba pensando cosas absurdas, pero no mentía al decir que sentía mi cuerpo de otra forma. Me sentía tan rara pero bien a la vez, tan fuerte y sana. Ojalá estos sentimientos durarán para siempre.

Mis ojos estaban en un punto fijo del techo blanco, mientras que mi alrededor estaba algo oscuro. Giré mi cabeza y pude observar a Tom, dormía como un mismísimo ángel, sus facciones eran hermosas, sinceramente estaba sintiendo algo tan confuso pero hermoso a la vez.

Me levante con lentitud de la cama, caminando hasta el baño, necesitaba una ducha urgentemente. Quite las prendas de ropa y me metí a la ducha con el agua caliente ya caída sobre mi. Sentí un escalofrío placentero por todo mi cuerpo, como si el mundo dejaba de ser ruidoso y se hacía silencioso.

Lo sucia que me sentía comenzaba a desaparecer detrás el agua que viajaba por mi cuerpo. Mis ojos se cerraban y dejaba caer las gotas en mi piel.

Los largos minutos pasaron, había casi perdido la cuenta de cuanto tiempo estuve allí adentro. Seque mi cuerpo con aquella toalla colgada en el gancho, envolví mi cuerpo y camine en silencio hasta la cocina. Moría de hambre y cambiarme no era algo necesario ahora.

Tome mi celular y prendí este, me sorprendió que no haya ningún mensaje de Pato pero si de Aaron.

"¿Irás a la despedida de trabajo?"

ME HABÍA OLVIDADO.

Corrí hacia mi habitación, tropezando casi en silencio abrí mi armario y saqué el primer vestido que vi a mano. Aquella prenda de ropa era un hermoso vestido negro largo, tapaba mis piernas, pero dejaba mi espalda descubierta a las tiras.

Comencé a prepararme con rapidez, aunque esto no lo hacia amenudo por el hecho que no me gustaba salir. Pero mi desaparecimiento estos últimos días fue bastante preocupante, más para mi jefe. No tenía pensando faltar a una despedida, ya que muchos no trabajarán más y eso me da mucha lastima.

Los últimos retoques los di con rapidez, tome mi cartera, me acerque a la puerta de salida, con la decisión de irme. Giré mi vista a la puerta de mi habitación, la dicha puerta estaba entreabierta y pude observar como el de trenzas dormía desplazamente. No quise molestarlo y salí de una vez.

Llegaba tarde, como siempre.

Baje las escaleras con rapidez, aunque intentaba no pisar el vestido e ir firme con los tacos. Finalmente llegué a las puertas de vidrio, salí del edificio y me acerque al carro, entre en el y lo encendí.

Apreté el acelerador, entrando a las calles, por el tick nervioso levantaba mi muñeca cada dos por tres para fijarme el horario y poder llegar. Solo maldecía demasiado despertarme tarde, aunque no comprendía por que, nunca me había pasado.

Mire el GPS y pude ver como mi lugar de destino no estaba lejos de la ciudad, eso hizo darme buena señal para saber que estaba cerca.

Estacione el carro fuera de aquella casa donde me indicaba que aquí era, salí del vehículo y camine con dificultad hasta la puerta.

Tome aire antes de tocar la puerta.

La puerta fue abierta, pude ver a Aaron recibirme con una sonrisa de oreja a oreja. Parecía ser una cena bastante elegante, por lo visto, la mayoría estaba vestida con trajes y bellos vestidos.

Ramé  .ᐟ  tkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora