𝒞𝑎𝑝 . 27

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𝑚𝑎𝑠𝑘𝑠

Un sueño tan profundo, hasta sentir las vibraciones de mis alrededores y despertar ligeramente. La luz del sol choco mi rostro con lentitud, mis ojos y cabeza estallaron de dolor. Refregue mis dedos en mis dos ojos, con algún objetivo de poder tomar conciencia una vez por todas.

Extendí mi brazo a mi lado, raramente la sentía vacía y eso fue lo suficiente para despertarme del todo.

Me senté rápidamente y mire a mi alrededor. El ambiente solitario y único sonido audible era el canto del pequeño pájaro. Parecía estar solo, sin Alice, sin nadie.

Me pare con fuerza y camine hasta la pequeña cocina. Seguía adormilado, hasta el punto de caer al suelo para seguir durmiendo.

—¿No piensas cambiarte? — rápidamente reaccione a su voz y me giré. Baje mi cabeza y pude ver mi miembro descubierto, tape este con rapidez.

—Carajo, ni siquiera me había dado cuenta de esto — gruñí, esta río a carcajadas. Lo entendía, el hacer el ridículo era una de mis facultades.

— ¿Como dormiste? — extendió un toallón y con este lo envolví al rededor de mi cadera. Agradecía enormemente tenerla en mi vida, por que si fuera por mi, correría desnudo por la calle.

—Creo que bien... — bromeé y sonreí levemente —¿Que haces despierta a esta hora, Alice? — refunfuñe. Detestaba con el corazón en la mano madrugar.

Rodó los ojos —Quise llevarte el desayuno, pero pareces que te adelantaste — río.

—¿Desde cuando haces desayunó?

Ignoro mi comentario y se dio la vuelta para acercarse a la sala. Después de una noche completa de pasión, parecía fingir un tipo de demencia. Aunque notaba su vergüenza, anoche había sido LA noche.

Me dirigí hacia la habitación y traté de cambiarme lo más rápido posible, tenía muchas cosas para hacer, comprar, etc. La ciudad merecía un largo paseo.

Salí de la habitación, ya cambiado y perfumado hasta los tobillos. Tome las llaves y me dirigí hacia la puerta de salida.

Giré mi cabeza y la vi a Alice, quien parecía cansada —Ojitos, iré a pasear ¿Vienes? — pregunté sutilmente. Negó con la cabeza con vagancia y sonrió ampliamente. Tome eso como un "No, gracias. No tengo ganas"

Abrí la puerta con la idea ya de irme, pero su voz hizo detenerme —¡Espera! — grito, corrió en un trote hacia mi. Al acercarse, tomo mis mejillas y me brindo un tierno y suave beso. Transmitía toda su paz interna, que mi corazón parecía estar agradecido al momento — Cuídate. Y no llegues tan tarde.

Asentí —Esta bien. Prometo estar aquí a las siete en punto — sonreí y guiñe un ojo. Solo para variar mi lado coqueto.

Salí por la puerta, camine los pasillos y me acerqué al ascensor. Me entre en el, toque el último botón y espere.
Odiaba y mi paciencia era una barra de agua, tranquilamente podía rebalsar sin sentido alguno.

Quería tomar aire y poder tener tiempo para mi. Eso estaba haciendo ahora mismo.

Camine las calles con las hojas secas en el suelo. Yacía aquellas hojas y las pisaba sin necesidad.

¿Por qué me sentía tan bien? ¿Por qué está felicidad duraba tanto? Se notaba lo mal acostumbrado que estaba a las cosas tan caóticas y horribles. Pero, el que me este pasando no era motivo para confiarme.

[. . .]

—¿Como carajos veremos al estar dentro de la fiesta? — mire la máscara — parecemos los chicos de la película doce horas para sobrevivir.

Ramé  .ᐟ  tkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora