Ramé .ᐟ tk

𝒞𝑎𝑝 . 10

𝑦𝑜𝑢𝑟𝑠

♰

Quizás la vida si tenia sentido, algún objetivo y razón para vivirla. Lamentablemente, mis ojos no veían esos objetivos y razones para hacerlo, solo veía gris, todo lo malo estaba a mi lado, en ese pozo negro y yo completamente hundido en el, con esa extraña compañía que me perseguía, la culpa, lo extraño y solo que me sentía. Tal vez merecía esto, o tal vez no.

¿Merecía esto?

Miraba como la gente se divertía con sus parejas, riendo de lo más estúpido, hasta de lo más gracioso. No entendía como la gente le brindaba tanta confianza a la gente que estaba a su lado, ni yo puedo lograrlo, con nadie.

— ¿Haz anotado lo que han pedido hoy? — la voz femenina de Jennifer llamó mi atención detrás de mi. Me giré y la mire sin sentimiento alguno.

— Si, ya lo he hecho — me giré nuevamente, dándole la espalda a la que recibió mis disculpas y se lo paso por las dos tetas.

— Tom... ¿Puedo preguntarte algo?

Odio las preguntas, más cuando le hacen suspenso y quieren hacerse los interesantes. No lo toleraba en las viejas entrevistas, tampoco lo tolero con gente de mi cercanía, o aveces ni eso.

— ¿Quien es la chica de ojos verdes que estaba fuera de mi casa cuando fuiste a pedirme perdón?

Me giré nuevamente, encontrándome con su expresión, ceja levantada, manos cruzadas, labios relamidos.

Baje mi cabeza y sonreí inconscientemente — Es una muy buena amiga — levante mi cabeza — ¿Cual es el interés de tu pregunta? — hice expresión seria.

Encogió de hombros — Sospeche que era tu novia. Pobre de la chica que lo sea.

Se le veía la maldad en sus palabras, queriéndome humillar, después de haberlo hecho cuando fui como perro a disculparme de algo que ni siquiera debería haberme arrepentido.

— ¿Y a ti que te importa si ella es mi novia? — ladé mi cabeza — ¿Acaso te da envidia que ella no sea solamente para una noche? — sonreí burlón — ¿Te molesta que ella si lo sea por el resto de mi vida, eh?

El humillador terminó humillado.

Apartó sus ojos fijos de los míos, se giró y retiro de allí. Quito el momento incómodo que ella misma estaba empezando a crear.

Me giré y camine a la caja, ordenado las libretas, papeles, etc. El día estaba siendo largo, el día lluvioso y nublado no ayudaba mucho. Aunque yo tampoco, estaba en mi mundo, pensando en ojitos mermelada, bueno, Alice quise decir.

Incline mi cabeza hacia atrás, cerre mis ojos y aquella imagen de ella llego a mi cabeza — Hazme tuyo... — murmure.

▪︎ Alice Roy.

Acomode mis lentes y seguí escribiendo los informes, sartificados médicos de viejos y nuevos pacientes. Por alguna extraña razón todos estaban actuando muy raro, más conmigo, como si no me conocieran o fuera una especie rara.

Sentía mi corazón vacío, tal vez porque recibir la llamada de mi padre fue tan fuerte, que llegue hasta llorar. Extrañaba a horrores mi país, mi papá, mi casa, mi todo. Aquí en Alemania estaba sola, sin compañía, ni tampoco alguien que pueda llegar a entenderme. Lo se, es raro, la psicóloga soy yo. Pero ¿Que harán cuando colapse? ¿Cuando deje de ser esa luz la cual todos se aprovechan?