— Señor Meliodas, ¿necesita un minuto?— el abogado lo miró sobre sus lentes y el rubio suspiró.
Necesitaba más que un minuto. Una vida. Solo el podía comprender como era que en ese instante, con solo una firma desaparecía el amor de su vida, separándolos por un papel que exigía a ambos no volver a acercarse o mirarse de lejos. Pero sabía los riesgos, sabía que su esposa estaba dispuesta a dejar todo atrás con el fin de tenerse el uno al otro. Mas sin embargo, en ese momento era imposible hacerlo.
Miró a Elizabeth, con los ojos enternecido por un gesto que le hizo no preocuparse, tomándolo de la mano y acariciando con su pulgar.
— No, continuemos — murmullo y apretó su agarre con la femenina.
— Señora Elizabeth, como esposa del Señor Demon, la mitad de sus bienes serán llevados a su cuenta de banco— la albina asintió entendiendo lo que decía— Dado caso que no le dio un hijo antes del año, su puesto como la esposa del señor Meliodas será relevado por otra mujer.
Un quebrado jadeo salió de sus labios, asintiendo con la cabeza nuevamente. Meliodas estaba más que insatisfecho por esa decisión, sin medir sus gestos o precaver sus intenciones.
— Debe haber otro método, podemos hacer otro contrato...— intervino el rubio cuando el abogado ofreció una pluma para que ella firmara, pero solo fue inaudita su opinión, porque su palabra no tenía poder en ellos— Ellie, mi amor, espera.
— Lo siento, tal vez en otra vida— se acercó, beso sus labios y por última vez acarició su rostro. Meliodas no entendía cómo era que ella estaba tan tranquila por ese tema. Su contrato había expirado, solo podía lamentarse por no haber disfrutado más del tiempo que ahora anhelaba tener para ella.
Estaban apunto de firmar su divorcio, ante la presencia de su familia, quienes eran los verdaderos culpables por ese destino tan cruel. Elizabeth limpió sus lágrimas que amenazaban en salir de sus hermosos orbes, con una sonrisa porque sabía que el amor que había sentido por el rubio jamás sería reemplazado.
— Necesita firmar ahora— decretó el hombre de cabello canoso, apresurando con un golpe en su dedo sobre el papel.
— Me gustaría leer mis términos, señor Hendrickson.
¿Términos? Para que se necesitaba términos cuando estaba decidido a acabar su matrimonio esa tarde.
— Adelante.— el hombre aceptó y Elizabeth miró a su esposo.
— Meliodas, te lo dije— el rubio la miró sin expresión alguna, sin entender a que se refería con esas palabras— Tal vez en otra vida, logren separarnos.
Sonrió y con su abogado al lado de ella, tomo el papel que salvaría más que su relación.
🌷
Hola, holaa, tanto tiempo ¿No?
Bueno, quería agradecer a aquellas personitas que me ayudaron a seguir con esta historia y nunca me dejaron de animar.Este fanic fue comenzado el los últimos días del 2022 y borrado en el 2023 por falta de desarrollo y buen entendimiento. Cambie algunas cosas y solo queda pedir que porfavor no comparen este fanic con otros diciendo que es una copia. Primero lean el desarrollo y después me dirán que les pareció interesante ;>
Con amor wiki
ESTÁS LEYENDO
Prometidos Desafortunados (Pausada)
RomanceEn el corazón del vibrante mundo empresarial, Meliodas, un influyente y exitoso empresario, vive una vida que muchos envidiarían. Sin embargo, su destino da un giro inesperado cuando se compromete con Elizabeth, una enigmática joven con un secreto p...