Nuestro segundo encuentro.

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Advertencia: contenido relacionado al bullying y abuso físico.

Kim Rok Soo escuchó atentamente todo lo que le contó Cale, no dijo nada pero le brindó el mejor apoyo que pudo acompañándolo.Al finalizar la triste anécdota no esperó que Cale se soltará en lágrimas otra vez, nervioso por ello en un intento desesperado por calmarlo, extendió sus brazos y le dió un abrazo que fue correspondido por el pelirojo.

Con suavidad comenzó a dar suaves palmaditas sobre la espalda de Cale mientras sentía como su hombro derecho iba humedeciéndose por las cálidas lágrimas.
—Cale, has soportado bastante y libraste una gran batalla solo... lo hiciste bien— dijo, Kim Rok Soo.
—...
—Has sido muy fuerte y lamento que sea así, no merecías llegar a este punto y mucho menos completamente solo. Pero pese a todo no te rendiste... eres tan genial y extremadamente valiente.
Cale lloró aún más fuerte desahogándose, esas palabras aliviaron un poco el dolor que sentía y libraron toda la pesadez de su corazón.

El pelirojo no creía que pudiera recibir consuelo de un completo extraño pero se sintió mejor, en poco tiempo se calmó y sus ojos estaban demasiado enrojecidos e hinchados. Kim Rok Soo sintió como Cale se separaba del abrazo y no perdió oportunidad de ver el rostro lloroso de este, sentía que su situación era injusta puesto a que debería tener un padre que vele por él, pero su negligencia era terrible.

Cale había mencionado que su padre ya no se acercaba a él porque se parecía a su madre y le resultaba doloroso verlo, pero eso no era justificación para dejarlo solo y sin apoyo emocional, expuesto a desprecio y malos tratos de otras personas; tampoco era capaz de arreglar el asunto de su nueva esposa y Cale tuvo que solucionarlo por él. El pelirojo necesitaba tener un padre que lo acompañe, necesitaba comer bien, jugar bien y disfrutar de su juventud, necesitaba un apoyo para sobrellevar de forma sana su luto, en cambio su triste realidad era tan injusta y solitaria.

No dijeron nada durante algunos minutos sentados uno al lado del otro en completa tranquilidad, disfrutando de la mutua compañía; sin embargo ya era tarde y parecía que llovería pronto, ninguno de los dos quería mojarse pero tampoco querían separarse y perder de la calma que les brindaba el otro.
Cale habló — hey tú...debes venir mañana a las 5 de la tarde, no debes faltar— dijo, lanzándole una mirada maliciosa.
Acercó su rostro al oído del pelinegro y mencionó en un susurro:— O yo iré a buscarte, no olvides que soy rico.

Kim Rok Soo miró de reojo a Cale y se preguntaba porque era tan desafortunado, después de todo solo consoló un poco a un pequeño chico que lo necesitaba con urgencia y no hizo nada en especial  más que escucharlo, y apesar de eso era amenazado nuevamente por el pelirojo.

Pensó en sus adentros que Cale tenía  un buen corazón pero también era algo egocéntrico y egoísta, lo único que esperaba era ya no volver a ver a esta persona viciosa. Pero para su mala fortuna mañana no tenía clases y no pudo montar una escusa para no acudir al encuentro y para este punto temía un poco por su vida, puesto a que, la mirada de Cale en serio le producía escalofrío. Suspiró y casi obligado accedió a asistir al encuentro.

***
A la mañana siguiente, cerca de la hora acordada Cale se acercaba al lugar del encuentro un poco feliz, cuando escuchó risas demasiado ruidosas saliendo de un edificio abandonado no muy lejano, se propuso en alejarse  para evitar peleas , pero se detuvo en el momento que escuchó a uno de lo jóvenes mencionar el nombre de la persona con quién se iba a reunir,— Kim Rok Soo, maldita basura, eres tan patético que ni siquiera te defiendes.
Otro siguió,-— ayer te escapaste cobardemente, pero hoy no te libras de nada.
El último dijo,— No creímos que eras tan tonto como para aparecerte por aquí, hoy no hay clases y pudiste estar tranquilo en tu casa hasta el lunes, jajajaja... pero ya que tanto extrañas recibir una paliza, estaremos gustosos de dártela.

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