Al fin te encontré

Ayuda mutua.

El viaje hacia la mansión fue corto porque esta estaba cerca. Con cuidado, Hans tomó al inconsciente Kim Rok Soo en sus brazos y lo subió a una de las recamaras de invitados de la mansión, ahí el pelinegro fue tratado por un médico.

Cale dejó a Kim Rok Soo en manos de su mayordomo y subió a su habitación a esperar. Una hora después Hans entró a su cuarto e informó sobre el estado del pelinegro, esto lo sorprendió demasiado. No esperó que el chico sufriera de un abuso tan cruel, por lo visto tenía heridas recientes debido a la paliza  de hace un par de horas  pero también tenía cicatrices viejas que parecían graves, la peor de ellas estaba en su abdomen de lado derecho.

Despidió a su mayordomo del cuarto ordenando que le avisara cuándo  se despierte el pelinegro y se acercó a la ventana perdido en sus pensamientos. El pelirojo sintió un poco de pena por Kim Rok Soo y no estaba feliz al enterarse de la terrible vida que llevaba y soportaba casi a diario, pero también tuvo gran admiración por él gracias a su amabilidad. Cualquiera otra persona en su situación no habría podido consolar a un desconocido tan gentilmente e incluso mostrar tanta preocupación y enojo por la injusticia que sufría, otra persona en su lugar no lo habría consolado y abrazado así, otra persona en su lugar ni siquiera tendría el tiempo para preocuparse por otros más que por si mismo.

Cale esbozo una sonrisa viciosa, él mismo se encargaría de esos malditos. Cuando contactó  a Hans para su rescate le pidió también que trajera información sobre las malditas ratas que abusaban de Kim Rok Soo, su principal objetivo era obtener evidencia para su rápida expulsión de la institución y así dejaran en paz al pelinegro, no obstante ahora cambió de parecer y quería hacerles la vida imposible, les haría arrepentiste de por vida por el daño que hicieron.

Luego de que la ráfaga de pensamientos vengativos pasó, llegó una ola de sentimientos de vergüenza relacionados a la apariencia tan vulnerable que mostró  frente a Kim Rok Soo, quedó totalmente expuesto. Ayer fue tan transparente y ahora pensándolo bien quería que se lo tragara la tierra, no sabe cómo pudo contarle todos sus problemas así de fácil al pelinegro, en cierto modo le generaba confort y agradecía que no lo juzgó.

Por el contrario él mismo fue imprudente y tan desconsiderado al nisiquiera preguntar sobre la vida del otro, siguió una conversación unilateral y dió una imagen terrible a alguien débil.

Él en verdad no esperaba que su nuevo amigo fuera víctima de bullying y para colmo le advirtió entre amenazas no contar a nadie sobre lo que vió para poco después incluso ordenarle que debía regresar al mismo lugar al siguiente día. Tras el encuentro pensaba no volverlo a ver porque le daría un poco de dinero por su silencio y agradecería de paso por su ayuda,  también  iba a advertirle por última vez si fuera necesario.

Cale suspiró y se tapó la cara con ambas manos: —ahora si me jodí.
—Cometí un gran error. Seguro piensa que soy una basura..... Aighhh.
Se calmó bajando ambas manos de su cara, ya no podía remediar lo que pasó pero podía  disculparse y compensarlo si así lo quería el pelinegro.

Como último, creía que lo que vive Kim Rok Soo era más doloroso que lo que él mismo vivió y se sentía más avergonzado por desahogarse con él. Poco después de la lucha interna que se llevó a cabo en la cabeza de Cale, llegó Hans.
Tocó la puerta de la habitación y dijo: —Joven maestro, su invitado ya está despierto.
—Está bien, iré ahora a verlo.
Así llegó a la habitación en la que se encontraba Kim Rok Soo, entró en ella y se sentó en una silla junto a la cama del paciente.

—Muchas gracias por tratarme—, habló Kim Rok Soo.
—No seas molesto, es lo menos que podía hacer por tu condición y... en parte es mi culpa. Si no te hubiera obligado a ir ahí, no estarías en este estado.
—Puede ser como dices y agradezco que seas consciente de que me obligaste a ir, pero no es tu culpa que me golpearan.
—Lo sé... ¿si?, pero eso no me quita parte de la responsabilidad... Me encargaré de lo que provoqué, por eso ya no te molestarán más.
Kim Rok Soo se sorprendió, no podía creer lo que decía en pelirojo porque no creía en que alguien le podría brindar ayuda, nadie antes lo había hecho.