Disparo

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Todo pasó tan rápido, Cale sintió una fuerza que lo arrastró abruptamente desde su camisa y después fué sujetado por el cuello dónde ejercieron una gran presión sobre él.
El subordinado de la Estrella blanca no había encontrado el origen del ruido, así que se encaminó por un pasillo  que se unía directamente con el que tomó el pelirojo. En poco tiempo había encontrado al chico.
—Cough, suelta... suéltame.
Cough...por ..favor.
El pelirojo pateaba y empujaba con fuerza, estaba desesperado puesto a que el aire no entraba a sus pulmones, su garganta dolía y su cabeza se nublaba. Se asfixiaba.
Se estaba desmayando.

El pelirojo sintió tanto pánico, dolor e impotencia que sus ojos se volvieron rojos al borde de las lágrimas. Se había esforzado tanto para escapar, pasó por innumerables problemas, recibió tanta ayuda, y ...y se suponía que a tan solo a pocos pasos de él estaba su  salida. Pero... fue capturado...tan fácilmente lo atraparon. Era injusto.
«¿Por qué?»
¿Por qué tuvo la ilusión de poder salir? , ¿por qué tuvo esa ligera esperanza, que fue cortada de raíz por ese lunático?
Hice todo lo que pude, me esforzé una y otra vez, y volví al inicio.
¿Mi vida va a acabar así?»

«Es tan injusto»

Al final, Cale no pudo superar a la Estrella blanca.
Perdió miserablemente y... ahora moriría.

Cerca de perder la conciencia un último pensamiento llegó a su mente.
«Me hubiera gustado haberle dicho a hyung que me gustaba»

Cale se rindió. Dejó de luchar.
Quería vivir, se lo repetía a diario. Pese a todo lo que le pasaba quería vivir. Pese a todo el dolor que experimento quería vivir. Pese a haber perdido tanto, quería vivir.
Sin embargo, si uno soporta demasiado dolor, con el tiempo llega un punto de quiebre y para Cale fué ahora, al rendirse.

Estaba harto.

Abrió los ojos para ver a su asesino sin voluntad en todo su ser, hasta que... repentinamente una ráfaga golpeó al subordinado de la Estrella blanca en la cabeza.
Está acción hizo que el pelirojo fuera liberado.

Una voz gritó.
—¡Cale!, levántate.
¡Cale por favor ..levántate! ¡Cale, reacciona!

El mencionado había caído al suelo, no tenía voluntad de parase. Por un lado aspiraba profundamente recuperándose de la asfixia y por el otro tosía violentamente escupiendo sangre de su boca. Casi lo matan.

Escuchaba a lo lejos los gritos de alguien,  más no podía prestarle la debida atención. Se sentía aturdido.

Tardo unos segundos en estabilizar su respiración. Volteó su cabeza y observó algo sorprendente.
Alguien estaba luchando con el subordinado de la Estrella blanca. En realidad se veía que estaba en desventaja. Recibía golpe tras golpe del subordinado, sin embargo, no se rendía. Seguía luchando.
Y luego de unos cuantos golpes más, el hombre escurría un montón de sangre de quién sabe dónde. Al parecer su estado era grave.

Recuperándose del aturdimiento, el pelirojo pronto se dió cuenta de que el hombre que lo salvó era el mismo que hace unos minutos lo había capturado y del que huyó.
Su cara seguía cubierta y llevaba el mismo traje, pero eso no impidió que lo identificara por la aspera voz con la que lo llamaba.
Poniendo mayor atención, se percató que el hombre lo llamaba desesperado.

El pelirojo seguía sin moverse, observando la pelea de ambos individuos.

—¡Cale! ¡Reacciona!

¡Cale! ¡Debes salir de aquí!

¡Cale!

La voz del hombre era abrumadoramente desgarradora, suplicaba al pelirojo incontables veces más sin embargo el objeto de su atención no mostraba signos de querer reaccionar. Simplemente lo miraba.

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