Al fin te encontré

Malentendido

Ron, curioso por la persona que trajo su joven maestro, irrumpió en la habitación del mismo. Necesitaba analizarlo, pues no podía confiar en alguien que pudiera hacerle daño al joven cachorro que protegía. Observó brevemente al chico  y este se puso nervioso por la descarada acción pero aún así continúo la conversación con el mayordomo como si nada hubiera pasado.

Consideró que Kim Rok Soo era interesante porque mantenía una fachada estoica pero en los ojos de él se podían apreciar sus emociones.
Concluyó a breves rasgos que parecía alguien tranquilo pero aún debía vigilarlo, además su estado parecía no ser bueno, estaba pálido y era muy delgado, tal vez tendría la misma edad que su joven maestro.

Se enteró de Kim Rok Soo gracias a que Hans no paraba de murmurar sobre cómo había encontrado a ambos chicos durmiendo juntos, dudaba un poco de eso, sin embargo no evitó generara insatisfacción en el mayordomo, por eso al día siguiente quiso corroborar la relación que tenía el pelinegro con su joven cachorro, con el plan en marcha tomó en su posesión el carrito de comida que iba a entregar Hans, el joven mayordomo no pudo hacer nada para detenerlo. Ya cerca de la habitación escuchó un fragmento de la conversación de los chicos:
-Eres un bastardo desafortunado.
-Y tú un bastardo loco.
-Supongo que sí.

Eso fue raro, en muchos sentidos y su curiosidad por saber la historia de ambos se incrementaba, no obstante se centraría analizar lo mejor posible al pelinegro, tal vez hoy pueda descubrir algo. Golpeó la puerta de la habitación y su joven maestro le permitió pasar, preguntó sobre cómo durmió y su joven cachorro le respondió. Con una sonrisa benigna miró al acompañante de su joven maestro y este mostraba su creciente incomodidad, era demasiado interesante aquel joven. Fue regañado por Cale por su pequeña intimidación, aún así el pelinegro le perdonó, una vez entregada la comida se despidió de ahí.

Permaneció cerca de la puerta pero los jóvenes no decían nada, volvería después. Cuando Hans fué por los platos del desayuno, Ron lo siguió discretamente, se quedó afuera del cuarto para escuchar la conversación que se desarrollaba, Hans preguntó por la razón por la que durmieron abrazados y escuchó a Cale admitir que lo hizo por qué ambos así lo querían; terminó la charla y Hans salió, no dijo nada ante la presencia de Ron. Por acuerdo ambos se alejaron de la habitación, la risa de los jóvenes se hizo presente, fue sorprendentemente  inesperado.
-Supongo que fuimos atrapados.
-Ni que lo digas hyung.
Ya no escucharon más, con ello ya no creían que la relación de ambos fuera tan simple y existía la posibilidad de que fueran pareja, aunque tampoco querían creerlo.

El día terminó, ni Hans ni Ron fueron a espiar a su joven maestro y lo sirvieron como de costumbre e intuyeron que Cale se quedaría hasta tarde con su amigo o dormiría con él. Pasada la media noche Ron invadió la habitación de los individuos, su cara se oscureció ante la imagen que veía, ambos chicos dormían abrazados.

***
La mañana llegó, Kim Rok Soo se despertó por el calor asfixiante que sentía sobre su cabeza, encima de él tenía una almohada de quién sabe de dónde , la retiró de sí mismo y recordó que se había quedado a dormir con Cale, el pelirojo lo abrazaba firmemente y babeaba sobre su pecho, también le había mordido cerca de la clavícula.

Kim Rok Soo se sentía divertido, se acostaron tomados de la mano y amanecieron así, procedió a despertar al pelirojo con leves empujones en su hombro, no se despertaba. Intentó más y más fuerte, hasta llamó por su nombre y nada. Cale tenía un sueño muy pesado y se aferraba fuertemente a él, no podía salir de sus brazos, al final se rindió ya estaba cansado por lo tanto esperaría a que el pelirojo despertase por sí solo.

Mientras tanto, se puso a pensar en el origen de la almohada sobre su cabeza pero al estar recién despierto no podía enlazar ninguna idea, el tiempo pasó y Kim Rok Soo ya tenía hambre pero no había señal de que su compañero se despertaría pronto. No tuvo más opción, llamó a quien sea que viniera a ayudarle.