Al fin te encontré

No quiero verlo

Tras despertar, pese a que Bud dijo que charlarían, este llamó al personal médico. Lo revisaron de pies a cabeza y mencionaron que su estado estaba mucho mejor que antes. Era una buena noticia.
Actualmente Kim Rok Soo se encontraba descansando en la camilla mientras seguía siendo acompañado por Bud y respondía negando o asintiendo a sus preguntas según necesitara, además le facilitaron una pizarra para escribir respuestas más largas.

El hombre no mencionó mucho sobre la misión debido a que no quería estresarlo, por lo que optó por preguntarle por su estado físico y mental, algunas necesidades y se dedicó a relatarle cuan sorprendidos estuvieron luego de conocer sus antecedentes respecto a las drogas y su posterior inmunidad. Era un hecho ya bien conocido por aquellos que conocían al pelinegro y fué informado a los altos manos de las organizaciones y otras entidades. Pues su caso se había convertido en algo excepcional y de gran relevancia para futuras investigaciones.

—¿En serio no recuerdas nada del tiempo antes del orfanato?
El pelinegro negó, ese tiempo en su memoria siempre permaneció en blanco.
—Creo que es algo bueno que no lo recuerdes.
El pelinegro esbozó una ligera sonrisa algo complicada, porque pensaba de la misma forma, no obstante, también era difícil no recordar.

****
Cale, por otro lado finalmente había llegado al hospital dónde se encontraba Kim Rok Soo. Lee Soo Hyuk los guío hasta los pisos de arriba.
—Estamos cerca, ¿Estás preparado?
El pelirrojo asintió y pronunció una efusiva respuesta:—¡Sí!
—Está bien, solo no quiero que te sorprendas demasiado. Te reitero que Kim Rok Soo no es el mismo.
Te será difícil verlo.
—Estoy bien, lo sé muy bien. Me he estado preparando... además, se lo debo supongo...es lo menos que puedo hacer por él.

El ascensor subía piso por piso. Cale regulaba su respiración e intentaba mantenerse lo más calmado que podía. Por un lado ansiaba demasiado ver a Kim Rok Soo y resolver los malentendidos que tenían entre ellos, otra parte de él todavía se sentía confuso sobre los sentimientos e intenciones que tuvo Kim Rok Soo por él y necesitaba aclaraciones apropiadas por su parte; porque después de todo, no estaba seguro de que todo volvería a ser como antes. Era posible que Kim Rok Soo no quisiese verlo nunca más y no quería arriesgarse a nada.

Vino a verlo sabiendo que Kim Rok Soo estaba en un estado delicado y se arrepentiría si no lo veía aunque sea por última vez. Se sentía como un cobarde, por no querer enfrentarlo de cara y solo conformarse con un él inconsciente que por más que quisiera hablar,  pelear y enojarse, o siquiera recibir afecto de él, no podría obtenerlo.

La emoción de venir a buscar a Kim Rok Soo fue aplacándose conforme más lo pensaba. Y estaba aterrado.
Cale, tampoco estaba bien mentalmente. Había sufrido una lenta y agotadora tortura mental durante el periodo de dos meses y estaba al límite. Ansioso, temerosos, paranoico, negativo...

Lo que menos necesitaba era confirmar que Kim Rok Soo ya no lo quería. Y menos aún si era porque...

Porque...

Ni el mismo, quería pensarlo.
No, no pensaría más en eso.

El ascensor se detuvo y las puertas se abrieron.
Cale tomó un profundo respiro y entrelazó sus manos fuertemente durante unos segundos, llevándolas a su cabeza. Esa acción lo calmo un poco.

—Es la habitación del fondo, apresure...
El pelirojo detuvo a Lee Soo Hyuk a mitad de sus palabras.
—Voy a ir solo, por favor.
Sus ojos se enrojecieron levemente y en vista de eso Lee Soo Hyuk, Ron y Beacrox aceptaron que Cale vaya solo a ver al pelinegro.

Un paso, dos, tres, cuatro...
Para Cale cada uno de ellos le parecieron eternos.

Recorría el pasillo sin nada de apuro, con un andar calmado y suave. No debía alterarse.