Nuevo hogar

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Después de que el mayordomo los dejó, Kim Rok Soo llevó una mano a su cabeza, intentaba entender cuáles fueron las circunstancias que dieron pie a esa absurda conclusión. «Es increíble, en realidad tal vez sí habían sido raros», pensó el pelinegro al analizar con detalle su comportamiento.

—¿Qué mierda fue eso?—, expresó Cale con incredulidad.
—Creo que nuestras acciones provocaron esto.
—¿Cuáles?
—Para empezar esta el hecho de que me trajeras a tu mansión, lo normal sería llevarme a un hospital.
—Bueno sí, pero estábamos apurados.
—Segundo, dormir juntos... Y abrazados.
—...
—Tercero, cuando Ron vino en la mañana vió que no me soltabas por nada del mundo y tengo una marca de mordida tuya.
—Aghh—. Cale desordeno su cabello.
—Tenemos que arreglar esto.
—Es verdad hyung.
—Pero tu mayordomo parece estar muy convencido de que estamos saliendo.
—Si no nos cree, traeré a Hans como testigo.
—Hazlo, porque ese mayordomo siniestro podría matarme.
—El no lo haría.
—Ya lo intentó.
—Mmm... Cierto.
—Hyung, solo debemos ser parcialmente honestos.
—Lo sé.
Se abrió la puerta de golpe y ambos se asustaron.

Ron llegó con la comida junto a un hombre más joven que era muy parecido a él.
—Joven maestro, aquí está su comida, disfrútenla.
—Gracias Ron y Beacrox.
Padre e hijo asintieron en respuesta, sus miradas estaban fijas en los jóvenes, pero ellos comerían primero antes de aclara el malentendido.

—Bueno joven maestro Cale, quiero una explicación.
—Este...
—Yo contaré mi versión—, anunció el pelinegro.— Hace 3 días me escondí en un callejón para escapar de quienes me molestaban, ahí me encontré a Cale y supongo que hablamos. Me pidió ir al mismo lugar al otro día, pero en el camino unos matones empezaron a golpearme, Cale me salvó y como me encontraba herido me trajo aquí.
—Se conocieron hace apenas 3 días, pero eso no me da la razón por la cual sean tan íntimos.—Ron no pudo contener su asombro, más sin embargo no se contestó lo que realmente quería saber.
Cale apoyó el discurso del pelinegro diciendo:— En realidad yo le pedí que seamos amigos ayer. Y dormimos juntos porque queríamos.
Cale no iba a contarles nada del episodio que tuvo, no confiaba tanto en ellos.
—No ahondaré más.
—Gracias Ron.
—Pero le daré un consejo joven maestro, no se cierre a las posibilidades y sea sincero con quiénes más confía.
—...
—Joven Kim Rok Soo, cuide de mi joven cachorro.
—Lo haré.
—Espero que sí, no quiero tener que encargarme de usted—. Esto lo dijo como una clara advertencia.

A Kim Rok Soo le recorrió un escalofrío por la espalda y empezó a sudar frío, lo bueno es que el anciano ya se iba.
—¡Gracias por la comida!—, gritó al chef que acompañaba al mayordomo.— Fue lo mejor que he comido en años.
Recibió de la otra parte una pequeña sonrisa, «creo que le gustan los cumplidos sobre su comida».

—Nos libramos esta vez—, afirmó Cale.
—Si.

***
Kim Rok Soo salió de la mansión ese mismo día en la tarde, siendo acompañado por Cale y junto a Hans lo dejaron en la puerta de su departamento.
—Nos vemos mañana hyung.
—Si, nos vemos mañana. Adiós Cale.

Una vez Cale supo dónde vivía el pelinegro iba y venía del departamento de Kim Rok Soo a su antojo y en menos de una semana se instaló completamente ahí.
Los tres primeros días desde su regreso Cale iba a visitarlo en la tarde y volvía en la noche a dónde vivía, pero pasado ese tiempo se tomó la completa libertad de traer todo lo que necesitara para quedarse a vivir.

Al principio quiso protestar con Cale, pero Cale le puso una cara de perrito abandonado y ya no pudo negarse, el pelirojo se aprovechó de la debilidad de Kim Rok Soo por Cale, aún así eran felices.

Pasó aproximadamente un mes y los chicos tenían una rutina establecida, Kim Rok Soo salía en las mañanas al instituto mientras Cale estudiaba desde su departamento, al medio día al pelinegro le era proporcionado un almuerzo de 5 estrellas del habilidoso chef Beacrox cortesía de Cale, en cambio el pelirojo regresaba a la mansión a comer y arreglar asuntos relacionados con una pequeña empresa que dirigía. A las 3 de la tarde el pelirojo regresaba a su nuevo hogar, el pequeño departamento de Kim Rok Soo, 1 hora más tarde también llegaba el pelinegro.

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