Al fin te encontré

Debo ir

Cale no podía creer lo que veía. No podía aceptarlo. «No, esto no es verdad. Es una farsa».
Para el pelirojo que aún no había pensado claramente sobre lo que sentía por Kim Rok Soo, las fotos le cayeron como un balde de agua fría, la realidad lo golpeó. Entendió así, sobre sus sentimientos, todo lo que imaginaba de su hyung y lo que esperaba de él era claro, lo supo al instante y no de la forma más bonita.
Le gustaba su hyung. Amaba a Kim Rok Soo

-¿Por qué...no me di cuenta antes?-, preguntaba entre lágrimas.

-¡Me lo quitó!—, gritó.

-Lo perdí.
-¡Lo perdí!

Le dolía. Su corazón se apretujaba en su pecho y poco a poco sentía como si una niebla se apoderaba de él. Cale no podía pensar más. Las emociones que experimentaba en ese momento pasaban por él como un torrente. Fluían y no paraban, acabando con toda la razón que le quedaba. Sentía tanta tristeza, tanta irá, tanto arrepentimiento, tanta desesperación y tanto dolor.

El pelirojo no se encontraba bien y cómo se esperaba el cansancio acumulado, el hambre y el llanto amargo del pelirojo cobró  factura así cuerpo. Cale dejó de escuchar las voces de su alrededor, en breve ya no escuchaba nada, su cuerpo se sentía más y más pesado y su mente se nublaba rápidamente. Cale se desmayó en el lugar.

Ron evitó que el pelirojo se golpeara contra el suelo.
-¡Llamen al médico!

-¡Joven maestro!, ¡Joven maestro!

***
Al anochecer, el pelirojo algo cansado se despertó: —tan vacío.
Se sentó con dificultad apoyándose en la cabecera de la cama y giró la cabeza para mirar por la ventana.
«Hyung, ¿Por qué?, ¿Por qué lo hiciste?, ¿Por qué con él?...¿Qué es lo que pasó?»
Lágrimas caían de sus ojos, su rostro se frunció y balbuceó maldiciones hacia la Estrella blanca.
—Maldito bastardo...escoria...jodido pedazo de m***...asqueroso hijo de p***...#&%!...X?!&@.
—¡No te saldrás con la tuya!
—Recuperaré a mi hyung.

—¡Tengo que hablar con hyung!. Debo ir a verlo—, afirmó con decisión.

La puerta de su habitación se abrió, Ron entró con un carrito de comida.
—Joven maestro, le traje algo para comer. Su estado no es bueno y el médico recomendó reposo absoluto durante una semana.
—¡No tengo el tiempo para descansar!. ¡Debo ir con mi hyung!.
—No puede.
—¡Debo ir!
El pelirojo hizo el intento de levantarse pero el movimiento brusco de su acción lo mareo y tuvo un dolor de cabeza horrible.
Ron acomodó a Cale en la cama tras esto.
—No puede ir joven maestro.
—Pero...—. Del rostro del pelirojo descendieron nuevamente una hilera de lágrimas.
Ron se sorprendió con ello. No quería volver a hacer llorar a su joven cachorro, ya lo vió terriblemente afligido hace unas horas y luego se desmayó. Lo asustó bastante, cuando el pelirojo se descompensó después de ver las fotos y llorar tan tristemente.

No podía asimilar que su joven maestro se hubiera desmayado por la impresión. El médico cuando lo revisó, le comunicó que el cuerpo de Cale reaccionó tan mal debido al estrés. El asunto de la Estrella blanca lo había mantenido demasiado ocupado, no dormía bien, no comía bien, su temperamento había empeorado y nadie siquiera podía acompañarlo o acercarse sin que este reaccione. Con el último evento su cuerpo llegó al límite.

Las recomendaciones médicas para su recuperación eran como mínimo que descansara en cama y comiera bien por una semana, así mejoraría su estado físico. También le prohibieron que  experimentara emociones fuertes para prevenir una futura crisis nerviosa.

-Joven maestro, perdone mis palabras pero...no sea terco. Su salud es más importante ahora...Se que quiere ir a ver al maldito de Kim Rok Soo pero no puede. Se que quiere respuestas y confirmar sus sentimientos con él pero ¡no está en condiciones!. Si va con él en este momento solo saldrá lastimado. Debe descansar bien por lo menos una semana y solo así puede ir a verlo. No será tarde y tal vez pueda aclarar las cosas con él. Hasta mientras puede aclarar su mente y mejorar su condición, luego puede enfrentarlo correctamente o golpearlo si desea.