Plan de escape

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Luego de llorar sus sienes estaban empapadas por las lágrimas y la venda sobre sus ojos no ayudaba. Era incómodo.

El pelirojo intentó mover su cuerpo, se sentía pesado, algo adormecido y lento, sus brazos no tenían la fuerza para sostener su peso, incluso sus muñecas dolían debido a las esposas que tenía puestas. Intentó voltearse sobre su lado derecho con dificultad hasta que un dolor punzante atravesó su cabeza.

Cale detuvo momentáneamente sus acciones. No quería sentir más dolor, así que espero a que pasara el creciente malestar. Mientras lo hacía, recordaba en cómo había sido fácilmente engañado y atrapado, su sangre hervía con solo recordar al desgraciado que lo hizo.

No sabía que tipo de droga utilizó la Estrella blanca sobre él, debido a los feos efectos secundarios, tenía ganas de vomitar.
Ojalá hubiera hecho caso a las advertencias de su padre.«Va a estar enfadado...Aunque Ron es más aterrador», pensó.

Durante el tiempo que esperó hasta que su cuerpo reaccione, le ayudó a no despreciarse y consolarse. Había hecho todo lo que pudo en sus circunstancias, con la esperanza de que alguien le ayude desgastó su energía y después de haber derramado demasiadas lágrimas debido a su desesperación, Cale se dió por vencido. Clamó por ayuda durante lo que sería una hora, aún así, nadie vino a compadecerse de él, además el silencio era palpable.
Antes siquiera podía escuchar risas... daba demasiado miedo.

El pelirojo cansado de ser tan impotente, se dedicó a pensar detenidamente en un plan para escapar analizando sus malas circunstancias. Por obvias razones sería imposible desatar sus manos . Pero lo que si podía hacer era quitar la venda de sus ojos. Levantó sus manos para quitarla y de hecho fue sencillo retirarla. Cale estaba asombrado. No pensó que la Estrella blanca fuera tan descuidada y lo dejara sin más ataduras. Podía moverse libremente y eso iba a convertirse en una ventaja para escapar.
«Seguro que ese imbécil está confiado».

Como no había escuchado más sonidos provenientes de afuera, supuso que nadie se encontraba en los alrededores, bastante conveniente.
Se levantó de la cama de un movimiento y sintió un fuerte dolor de cabeza. Los mareos lo dejaron sin fuerza. Se sentía fatal y necesitaba vomitar.
Se acurrucó sobre sí, intentando controlar el dolor que afortunadamente disminuyó un poco. El pelirojo se dió cuenta que no podía ser brusco. Las náuseas continuaban , así que revisó si había un baño en el lugar. Estaba de suerte, si lo había, con cuidado se levantó y caminó lento, tambaleándose hacia el baño.

Las drogas que le dieron eran bastante fuertes y ahora tenía efectos secundarios. Vomitó hasta vaciar su estómago y el malestar se fué. Aunque suponía que dicha mejora no dudaría mucho. Enjuagó su boca y regresó a la cama.

Debía despejar su mente y pensar con la cabeza fría. Sabía que sería imposible salir de este lugar y menos si la Estrella blanca se dió las molestias de drogarlo y taerlo personalmente. Tal vez, era su base y dadas las molestias que se tomó el infeliz seguro debía estar resguardado por bastantes guardias.
Recordó que no revisó la puerta, forcejeó un momento y desistió. Cerrada bajo llave. Observó cada rincón de la habitación y en un pequeña esquina de su cama estaba instalada una cámara. Hizo ademanes frente a esta pero parecía inactiva. Por su comodidad tomó las almohadas y las apiló para tapar dicha cámara.

La habitación no tenía más mubles que la cama, un pequeño sofá y una mesita a lado de esta, increíblemente también había una alfombra frente a la cama. Cansado del recorrido y mareado nuevamente, se recostó en la cama otra vez. Pensaría en algo más tarde, en este momento no tenía la cabeza para hacerlo correctamente. Esperaría a mejorar un poco para seguir, de todas formas no podía salir de ahí. Ya decidido, se propuso a tomar una pequeña siesta.

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