Al fin te encontré

Conociéndonos.

Cale fue temprano en la mañana a ver a su padre, quería hablar con él sobre su plan para expulsar a unos matones de tercera que molestaban a alguien que conoció. Esperó por horas, pero su padre no quería verlo, no le dió cara. Esto lo decepcionó en gran manera y se resintió con Deruth. Con las emociones a flor de piel, fue a uno de los bares pertenecientes a su familia y arrasó con la mayor cantidad de alcohol que pudo.

Cale se sentía tan impotente, debido a que él quería hablar con su padre sobre su nuevo amigo, sobre lo que hace a diario y sobre cómo lo extraña;  iba a esforzarse por recuperar la difícil  relación que tenía con su padre pero el mismo Deruth rompió todas sus esperanzas. Incluso quería conocer mejor a su madrastra y llevarse mejor con ella y su nuevo hermano, y ser más cercanos, ya no lo haría.

Su corazón estaba roto y las acciones de su padre solo empeoraron su dolor, fue paciente, se esforzó y aún así no recibió lo que esperaba, no recibió apoyo o siquiera una mirada de su padre y peor aún un simple gracias o lo siento, todo el peso con el que lidió fue en vano.Ya no volvería a buscar a su padre.
Hans se encargaría  de informar a su padre de todo lo que haga, a él le diría sus planes para que se los comunique a Deruth, aunque no quiera verlo, siempre pagaría por lo que hace Cale, no le faltaría dinero.

Destrozó las instalaciones del bar por resentimiento y se llevó otras tres botellas del alcohol más fuerte del lugar, se fue a la mansión en la que actualmente vivía.

Se sentía tan devastado, que el alcohol tuvo mejor efecto en el pelirojo embriagándolo, algo raro para el joven usualmente resistente al alcohol, también se debía considerar el hecho de que no había comido nada en toda la mañana.

Necesitaba que alguien lo consolora, necesitaba sentirse seguro y acompañado, necesitaba ese calor tan confortante y al único que conocía que le brindó eso, fue Kim Rok Soo. Fue directo a su habitación y abrió la puerta de golpe, entró al cuarto y al ver al pelinegro no pudo contenerse más, se abalanzó sobre él en un abrazo desesperado, ahí empezó a llorar.

Sabía que el pelinegro estaba siendo utilizado por puro egoísmo y propia satisfacción, pero era tan cómodo. Kim Rok Soo le devolvió  el abrazó, lo dejó estar así por un momento hasta que le ofreció acostarse junto a él, iba a seguir abrazándolo y no iba a ver su vergonzosa apariencia, el pelinegro cerró sus ojos y Cale aprovechó para meterse en la cama junto a él para volver a ese cálido abrazo, se quedaron así hasta que les venció el sueño, durmieron juntos estrechamente abrazados, fue tan acogedor  para ambos.

***
Cale se despertó terriblemente hambriento, pues no comió nada el día anterior. Tuvo un fuerte dolor de cabeza debido a la resaca y cuando quiso frotar la zona adolorida, notó que aún estaba en los brazos del pelinegro. Sobresaltado salió a trampicones de la cama y cayó de esta, las bruscas acciones despertaron a Kim Rok Soo que ni bien despertó vió a Cale en el suelo.
—¿Estás bien?
—¿Crees que lo estoy?
—Si, fue una pregunta estúpida. Espera te voy a ayudar.— Kim Rok Soo se levantó de la cama y ayudó a Cale a levantarse del suelo.

—Gracias... Y buenos días.
—Buenos días, creo—. Bostezó.
—Tengo hambre—, dijeron al unísono.
Cale dijo:—Llamaré a Hans.
El joven mayordomo llegó a la habitación y preguntó:
—Buenos días joven maestro y querido invitado, ¿ qué es lo que necesita?
—Trae el desayuno de los dos, comeremos aquí.
—Enseguida joven maestro.

Hans dejó a ambos chicos solos y el ambiente se volvió un poco incómodo. Kim Rok Soo optó por revisar su estado, iba a aplicarse medicamento así que abrió un poco la camisa de pijama que llevaba, Cale le observó durante el proceso, vió los moretones del pelinegro y preguntó: —¿ Aún te duele?.
—Ya no. Te lo dije es lo usual y ya me he acostumbrado. No es raro que falte a clases casi a diario.
—Eres un bastardo desafortunado.
—Y tú un bastardo loco.
—Supongo que sí—, respondió Cale alzando sus hombros.