Inmunidad

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Cale solo pudo mantener a raya su enojo, estaba molesto con su padre, sin embargo, podía entender un poco porque permitió que esto pasara. Debía tener una buena charla con él en el futuro.

Su ridículo secuestro, resulto demasiado sencillo. Pues con tan buenos acompañantes a su lado, los guardaespaldas terminaban tirados en el suelo sin poder hacer nada. Tanto Lee Soo Hyuk, Ron y Beacrox, eran extremadamente fuertes y eran muy buenos coperando entre ellos. Cale en cambio, miraba triste desde un costado; le dijeron que estaba en recuperación y no tenía permitido pelear. Era aburrido.

Bajaron hasta la planta baja y se subieron a una camioneta que al parecer, pertenecía a Lee Soo Hyuk. Cuando ya estaba a cierta distancia del hospital, se le ocurrió algo. Odiaba tener pensamientos turbulentos en su cabeza, por lo que necesitaba una distracción.

-Líder de equipo

-Dime, ¿Cómo conociste a Kim Rok Soo? ¿Lo hiciste por la misión?

-De hecho, ya lo había visto antes. Fue hace apenas unos meses, estaba suspirando debido a un pequeño dilema que tenía. Preguntaba al viento ¿Qué puedo darle?

Creí que era un chico enmorado sin saber que regalarle a su novia, fue intresante, así que me acerqué y le pregunté si era para su novia, jajaja jajaja estuvo tan distraído que respondió que sí.

Cale se sonrojó ante las obvias implicaciones.

-Le di un pequeño consejo y me fuí, poco después fui contratado por tu padre y el resto es historia.
Recuerdó que cuando me dijo que solo eras un amigo, intentando corregir su descuido, su mirada era tan dulce y cariñosa por pensar en tí.

Cale se sonrojó aún más, pero no duró mucho, recordó que antes de ser capturado por la Estrella blanca le había gritado a Kim Rok Soo que lo odiaba y que debería estar muerto. Esto hizo que al pelirrojo se le nublaran los ojos y se deprimiera. Sin embargo, no lloró y ahora se sentía algo nervioso, porque si Kim Rok Soo recordaba esas palabras y no quería verlo, Cale se sentiría fatal.

No quería que Kim Rok Soo se resintiera con él.

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Por otro lado, Kim Rok Soo no había abierto los ojos en ningún momento, permaneció en estado de coma. Sus heridas le generaron una gran pérdida de sangre dejándolo casi sin esperanza y los golpes y fracturas eran horribles. Eso sin mencionar la herida de bala y el veneno que aún circulaba por su cuerpo.

Fredo Von Ejellian, luego de la muerte de la Estrella blanca. Había dado con el cuerpo de Kim Rok Soo y cuando descubrió su identidad, oculta por el traje. De inmediato, se encargó de darle los primeros auxilios y planeó llevarlo al hospital de emergencia.
Había enviado a uno de sus hombres para sacar al pelinegro del lugar dónde la Estrella blanca encerró al chico, pero desde que comenzó el enfrentamiento había perdido toda comunicación y no sabía el paradero del pelinegro. Luego de eso estuvo concentrado en ayudar a Cale y encargarse de los planes la Estrella blanca.

Pues con la alianza con el Dios de la desesperación, la Estrella blanca pensaba orquestar varios atentados contra sus enemigos, utilizando bombas e inteligencia militar y tecnológica. Si perdía o ganaba, no le importaba mucho, porque tenía una salida garantizada y solo necesitaba acabar con todos sus enemigos a la vez y después abandonar el país. Sería una completa masacre.

Todas sus fuerzas se centraron en evitar que tuviera éxito, porque incluso en la base, la Estrella blanca había instalado bombas y no le importaba que sus subordinados murieran.

Gracias a que se distrajo con el escape de Cale, Fredo tuvo la oportunidad de acabar con sus fuerzas, mientras que a la par, el Dios de la muerte había venido personalmente a acabar con la Estrella blanca y lo hizo, mató al lunático. Uno de sus subordinados logró escapar y el otro se encontraba encerrado. Tuvieron éxito a muy duras penas, evitaron una catástrofe, no obstante, las víctimas todavía existían.

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