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Kim Taehyung era un alfa orgulloso de familia, muy amoroso con sus padres tal cual estos le enseñaron a ser y sobre todo respetuoso con todos independientemente de cual sea su casta, era por decirlo así el alfa perfecto aunque muy en lo profundo debía admitir que sentía envidia, envidia de la buena claro, y no más que de su omega, todo porque este nació en cuna de oro teniendo todo a su alcance desde siempre, pudiéndose imponer sobre cualquiera siendo que portaba con la sombra de su padre que haría lo que fuera por su único hijo y sobre todo omega, tuvo todo al alcance de la mano, por sobre todo porque nunca le faltó nada, no lo estaba juzgando, por supuesto que no, su omega es uno hecho y derecho, fue criado fuerte, independiente, sus padres fueron duros con él para hacerlo él omega que hoy en día era.

Así que si, estaba celoso del poder, el dinero por sobre todo que estos tenían, puesto que en este día libre que sus padres le dieron se encontraban recorriendo distintos salones de fiestas uno cada vez más inmenso que el otro y se sentía algo mareado de tantos ventanales, espacios grandes vacíos o con mucha decoración, luces por todos lados e incluso cayendo del techo con hermosos cristales, también toda la información que la beta guía soltaba casi que sin respirar y llevándolos en un recorrido por el lugar diciéndoles cada detalle, hasta el más pequeño.

No estaba seguro si se llevaría acabo su boda o la de la reina de Inglaterra, suspiro con pesar no gustandole el tener que seguir viendo más salones aunque el fin de este fuera la perfecta union de él con su omega, la única razón por la que no protestó en ningún momento y le seguía de cerca ya que este parecía entender el tema, al igual se veía muy emocionado. Apretó sus labios viendo quizás por centésima vez otro de los largos y extensos jardines que no estaban más que repletos de flores muy coloridas, enredaderas, arbustos con formas a tamaño real y muy pocos árboles, muy poco natural si le preguntan, pero dejó de observar las rosas para ponerle atención a su omega, a quien podía sentir algo incomodo mediante la marca, viéndolo que fruncia el rostro pareciendo estar disconforme con algo y suponía que estaba cansado de caminar tanto, ya que descubrió que la última semana dormía como tronco después de estar unas pocas horas fuera de casa.

Incluso cuando fue a visitarlo al trabajo, luego de salir temprano del suyo por supuesto, encontrándolo con la maquillista intentando terminar su labor en el rostro de su dormido omega y si, se veía sumamente precioso.

- mi amor - llamó con suavidad por lo bajo mientras seguían a la beta que enumeraba las distintas áreas, Jungkook movió su cabeza en su dirección tardando en dirigir sus ojos hacia él para darle toda su atención - Creo que sería mejor seguir otro dia, podemos regresar luego para ver el que queda - sugirió posando su mano en la espalda baja y masajear creyendo que su malestar podría ser en parte por esa zona, no se equivocaba.

- solo nos falta uno más, luego iremos a casa, si? - le dijo para dejar un casto beso en su mejilla, la misma que acarició con cariño dándole una suave sonrisa.

- pero...te noto algo cansado - dijo preocupado, dudoso de que su omega aceptará irse ahora que asumia algo de lo que el contrario no aceptaría fácilmente, su omega era muy orgulloso y lo volvió a comprobar cuando se detuvo para verle, negando a sus palabras - yo se que si, te puedo sentir algo incómodo y no quiero que me contradigas, estoy cuidando de nuestro embarazo - se apresuró a decir antes de que protestara, mientras que lo hacía avanzar un poquito más rápido con su ayuda y así salir cuanto antes del lugar.

Despidiéndose rápidamente de la joven beta que los atendió muy cortesmente desde que pisaron el lugar, siguiendo el andar apresurado hacia la salida con un quejoso omega que veía con ojos filosos a su alfa.

- Tae...alfa! - chillo intentando aferrarse al suelo con sus pies pero la fuerza del pelinegro era mayor y lo llevó a rastras hasta el jardín delantero - espera...hey! Escuchame! - volvió a gritar más fuerte cuando ya estaban en las afueras del gran salón, Jungkook se separó de su agarre con fuerza y le vio con los brazos cruzados por sobre su pecho al igual que con sus cejas rectas fruncidas hacia el centro.

¡¿Un Bebé?! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora