🇫 🇴 🇺 🇷 🇹 🇪 🇪 🇳

578 48 5
                                        

En el lugar predominaba el estilo vintage, en su mayoría paredes de madera con algunas decoraciones de cuadros y plantas colgantes, las mesas eran blancas con patas de hierro negras al igual que las sillas de respaldos redondeados con cojines para sentarse, tenía un segundo piso balcón que rodeaba al rededor y luego tenían una zona por fuera donde la naturaleza predominaba, con paredes blancas para contrastar con las flores de alegres colores acompañadas de sus ojos verdes llenas de vida, las mesas se encontraban distribuidas por el lugar y distanciadas solo por algunos pequeños arbustos o árboles rodeados con una pared baja para así protegerlos, por otro lado, la cocina con su recepción al frente, se encontraban en uno de los laterales y la novedad que llamaba la atención es que podías ver cómo trabajaban desde afuera mediante ventanillas.

Era el restaurante de sus padres, quienes con lo poco que tenían comenzaron un emprendimiento juntos y ahora tenían una empresa que se estaba volviendo tendencia, ya tenían otros lugares por distintas ciudades de Corea, su popularidad solo seguía subiendo y no era novedad tener una fila extensa que incluso salía del edificio por suerte el lugar era grande por lo que podían recibir muchos clientes, también tenían un servicio de transporte para lo que pedían a domicilio, incluyendo aún así a los que decidían llevarlo.

Así que no era novedad para nadie, menos a los empleados, ver al alfa ajetreado recibiendo pedidos tras pedidos, otros días le tocaba atender mesas o cocinar, hacía todos los trabajos incluso más cuando sus padres le dejaban toda la parte financiera volviéndose el dueño por algunos días, así que tenía muchos puestos y no se quejaba, sus padres siempre le infligieron la dedicación para el trabajo, además cocinar era algo que amaba y cuando lo dejaban en la cocina hacía todo con una mirada de orgullo acompañada de una sonrisa radiante, era un alfa muy feliz, lo tenía todo.

El día de hoy estaba en caja recibiendo los pedidos de los clientes, sin embargo no se encontraba solo, tenía otros tres ayudantes siendo cuatro en total, recibía a los clientes con una amable sonrisa y su carismática personalidad que siempre le ayudaba a hacer buenos amigos, aunque también no podía contener sus expresiones disgustadas cuando alguno lo trataba mal, entendía que todos podían tener un mal día pero desquitarse con otros ya era pasarse.

Los que hacían pedidos para llevar hacían la fila delante de ellos mientras que quienes venían a comer aquí se les asignaba alguna mesa disponible, así el trabajo se dividía para todos los trabajadores por igual.

- bienvenidos, déjenme tomar su orden chicos - habló sonriente viendo con amabilidad al grupo de jóvenes que llegaron, cada uno portando su uniforme escolar, todos alfas recién presentados por su aroma bastante intenso.

Tan sólo pudieron malteadas frías y algunos sanguches para llevar, estaba iniciando la época calurosa así que los aperitivos frescos eran tendencia ahora, les entregó a cada uno lo suyo y sonrió cuando los jóvenes le hicieron una pequeña reverencia con respeto antes de dar media vuelta e irse, eso le hacía pensar que era bueno ver a jóvenes amables y aún respetuosos, así que estaba decidido a forjar buenos caracteres en su cachorro independientemente de si fuera una mujer o hombre, quizás incluso podría presentarse como un alfa, omega o beta, aun así el respeto y educación no faltaba enseñarles.

- Hey Tae, como vas con el tema de los antojos de tu omega? - cuestionó su compañero alfa mientras se recargaba en el mostrador cuando los clientes eran pocos.

- nada que yo no pueda conseguirle - contesto sonriente de lado con superioridad, sacándole una risa al contrario - eso si, es algo raro sus combinaciones pero mientras no afecte al bebé o a su salud puede comer lo que quiera - continuó, recordando las palabras de su madre y los consejos que le dio al respeto, todo para el cuidado de su omega.

- y no tienes alguna...foto? - cuestionó dudoso, viendo con curiosidad y emoción palpable cuando el alfa asintió para buscar en sus bolsillos traseros su billetera, sacando de entre los compartimientos que portaba una pequeña foto de las ecografías que hasta ahora le hicieron a su omega - oh es tan pequeño, que cosita...- comentó al aire cuando tomó las imágenes y las pasaba viéndolas con detalle, se notaba un gran desarrollo.

¡¿Un Bebé?! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora