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- mi Jungkookie! - el cariñoso y fuerte abrazo del omega es lo que recibe a jungkook a penas se abre la puerta de la vivienda, sorprendiéndose por un instante pero al momento sonríe correspondiéndole gustoso al abrazó con el mismo ímpetu - oh y vino Kim también, que hay? - saluda casi con desinterés al alfa detrás del omega que le lanza una mirada oscura con el ceño fruncido.

- Park - contesta con los dientes apretados y una falsa sonrisa que intentaba ser amistosa pero fallo totalmente - podrías soltar a mi omega y dejarnos pasar? - recalcó con una voz más fuerte, autoritario para dejar en claro quién era el alfa de los dos, no porque se creyera mejor sino que a Jungkook le gustaban los alfas pero a Jimin no.

- veras...no quiero, Jungkookie me conoció primero y hasta fui su primer beso - contraatacó, utilizando aquella última frase en casi todos sus enfrentamientos con el alfa, quien gruño por lo bajo.

Mientras que por el lado del omega entre ambos estaba más distraído viendo el interior de la casa por sobre el hombro de Jimin, ya que estaba muy acostumbrado a las discusiones de su mejor amigo y de su esposo, bueno futuro esposo, no era novedad que discutieran por quien estuvo primero en tal cosa y no le molestaba, ya no porque así se trataban, además no es que se odiaran en verdad o algo parecido, solo disfrutaban de molestarse mutuamente como los neandertales que eran.

- No importa lo que hizo antes y menos me interesa que se haya besado con una pulga insignificante como tu, seguro lo hizo por pena - dijo con desdén, cruzándose de brazos y alzando el mentón para verse más imponente, a lo que el omega prácticamente lo imitó pero viéndose totalmente pequeño con su complexión delgada a diferencia del alfa que marcó sus bíceps y grandes hombros.

- que fastidio eres! Y con este te vas a casar?! - protestó chasqueando la lengua con molestia y rodando los ojos con fastidio, dejando de lado su atención sobre el omega rubio, quien al reconocer la lejana voz se fue del lugar de la discusión.

Yendo a pasos rápidos con una gran sonrisa y los brazos extendidos queriendo ser recibido por el fortachón alfa que permanecía en la sala de estar, el mismo que lo sintió llegar por su aroma tan dulce que llenó la habitación en cuestión de segundos y no estaba de más decir que el aroma de un omega en gestación era hechizante para cualquier alfa, independientemente de si era el suyo o no, así que no dudo en abrir por igual sus brazos para cargarlo con cariño entre estos.

Jungkook se colgó del cuello y no tardó en enredar sus piernas en el gran torso del alfa para recostar su cabeza sobre su hombro con una bonita sonrisa en los labios al ser cargado, su omega estando feliz por las caricias en sus cabellos, ser todo un mimado era lo que le gustaba y más ahora que cargaba con un cachorro que lo hacía más susceptible a los cariños.

- Namjonnie hyung lo extrañe mucho! - grito con los pies moviéndose sin un ritmo aparente, solo demostrando su emoción de sentir el aroma a pino del alfa que lo tranquilizaba como si de un padre se tratará y sobre todo que no lo veía hace tiempo debido al trabajo.

- también te extrañe kookie, tienes que decirle a Taehyung que te traiga más seguido a nuestras reuniones pequeño - comentó con una hermosa sonrisa de hoyuelos y sus ojos haciéndose más pequeños, en cambio Jungkook abulto sus labios al mismo tiempo que bajaba de sus brazos.

- no me deja, dice que es sólo de alfas, patético - protestó soltando un gruñido bajo en desacuerdo, casi que por rodar los ojos con fastidio pero la risa de Namjoon fue encantadora para el.

- eso solo fue una excusa - dijo alzando sus cejas con una sonrisa divertida tintada en su expresión, a lo que el omega frunció el entrecejo ladeando la cabeza hacia un lado, confundido sin entender porqué lo decía - no quiere que vayas porque solo se la pasa hablando de ti, es un disco rayado que solo repite tu nombre una y otra vez, ya nos tiene cansados - soltó una risita porque no era mentira, el alfa menor de los Kim en un estado de sobriedad y ebriedad solo hablaba de Jungkook, nada más que de su omega de ensueño.

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