¡¿Un Bebé?!

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Kim Taehyung estaba hipnotizado por el hermoso Omega que tenía en frente, ni siquiera estaba prestando atención lo que el hombre decía, tan perdido en ver cada una de sus facciones, su traje blanco que se ajustaba de forma perfecta a las curvas de su cuerpo y aquella capa que decencia elegante haciéndolo ver tan etéreo, no podía creer que se casaría con él, que habrá hecho en su primer vida como para que la diosa Luna le permitiera estar eternamente junto a esta bella alma y debería agradecerle.

Salió de sus pensamientos cuando sintió un apretón en sus manos unidas y notando la mirada de Jungkook sobre él, confundido ya que no había escuchado nada.

- si aceptó - respondió rápido provocando risas en el hombre como también en los invitados que le hicieron sentirse avergonzado y el Omega frente suyo negó con diversión porque había notado lo distraído que estaba observándole.

- aún no llegamos a esa parte, amor, es momento de los votos - le informó inclinándose hacía él y Taehyung lo imitó para escucharle, abriendo su boca al comprender - deja de mirarme tanto y pon atención - regaño de forma sutil, sus comisuras elevadas en una pequeña sonrisa y que fuera él quien se lo dijera le hizo sentirse aún más avergonzado.

- no pude evitarlo, normalmente te ves precioso pero hoy especialmente...me deslumbras mi Omega - suspiro viéndole con ojos brillosos llenos de amor y una sonrisa que surcaba sus labios en orgullo, Jungkook bajo la mirada tímido por sus palabras, sus orejas no tardaron en encenderse, tenía un alfa que no dudaba en decir lo que piensa y debería estar acostumbrado de sus palabras dulces, sin embrago se seguía sintiendo como la primera vez.

- ya...nos están mirando todos, vamos di tus votos mi alfa - le dijo al dirigir su mirada a los invitados que parecían divertidos con la situación en vez de verse molestos ya que se estaban tardando, Taehyung asintió llevando las manos ajenas hacia su pecho justo sobre su corazón y dejarle sentir lo acelerado que estaba, le dio una mirada al hombre que le dio el permiso para que hablará.

- una vez leí sobre una flor que viven un día, son flores de únicos colores y única en su especie, que cuando encuentres una debes apreciarla porqué será la única vez que la veas, admirar su belleza de cerca y recordarla, tu...mi omega, eres como esa hermosa flor, llegaste de repente a mi vida para hacerla especial, me llenaste de vivos colores y nunca pude apartar mis ojos de ti en el instante en que te vi, cada día contigo es único que lo atesoro como si fuera el último aunque...ambos sabemos que por más que la muerte nos separe, nos encontraremos una vez más en la siguiente, gracias por dejarme ser tu alfa...te amo mi omega, mi Jungkook, mi eterno amor - hablo fuerte y claro, con aquel tono meloso que solía usar con él, ahora todos lo habían escuchado como también la manera en que tan enamorado estaba de él que no era ningún secreto para los presentes, se llevó las manos a los labios y las beso con adoración, sonriéndose mutuamente tan enamorados.

- mi primer amor, sin duda no es alguien que pudiera olvidar y no sólo eso, eras mi destinado, hoy el padre de mi hijo y ahora mi esposo, no estoy seguro de lo que el destino quería para nosotros, de que manera nos iba a hacer encontrarnos pero eso ya no importa porque estamos aquí y eso es como debia ser, mi amor por ti nunca se va a marchitar, en su lugar nacerán nuevas flores para que puedas apreciarlas en nuestro jardín, mi lobo te eligió en el instante que apareciste y sabía que nunca cambiaría, soy tan tuyo como tú eres mío, te amo mi alfa, mi precioso osito, mi Taehyungie - finalizó con el mismo tono cariñoso, estirando sus comisuras en una sonrisa dulce y pidiendo sentir a su lobo agitar la cola eufórico e imitando al lobo contrario al mover sus orejas en un pequeño saludo.

- ahora que ya dijeron sus votos, continuaremos - habló el hombre llamando la atención, ambos sonriéndose mutuamente para sin dejar de verse escucharlo - Kim Taehyung recibe usted a este hombre para ser su esposo, para vivir juntos en sagrado matrimonio, para amarlo, honrarlo, consolarlo y cuidarlo, en salud y en enfermedad, guardándole fidelidad, durante el tiempo que duren sus vidas? - cuestionó dirigiéndose al nombrado, quien se perdió en la dulce mirada de su omega y le lanzó un beso como todo desvergonzado que era, algunos invitados sonrieron divertidos con su acción.