Luna de miel parte 1.
Era su primer día en Venecia, la mañana los recibió con un cálido amanecer acompañado de su pareja, quien estaba a su lado recibiéndolo como en cada mañana, Jungkook ese día despertó con una sonrisa en los labios gracias a los incontables besos que Taehyung dejaba en su rostro y cuello, encantándolo a él como a su lobo que agitaba su cola emocionado por aquel despertar tan dulce por parte de su alfa, lo cual no dudó en enredar sus brazos en su cuello para así atraerlo ahora a sus labios, ya con el tiempo de novios y lo que llevan de casados, pueden ignorar el posible aliento, no era importante cuando solo querían compartir besos en la mañana.
- buenos días, mi amor - la voz ronca de su alfa siempre lo tendría cautivado, recién despertar lo era aún más y eso le hizo querer juntar otra vez sus labios, cosa que hizo teniendo sus comisuras elevadas en una sonrisa porque sabía que era su privilegio despertar junto a él.
- buenos días a ti también, cariño - le hablo sobre los labios y aunque su voz igual se escuchaba algo más ronca, no lograría nunca llegar a su tono, aún así Taehyung disfrutaba de él.
Ambos se miraron con sonrisas dulces, todavía algo adormilados pero gustosos de haber dormido toda la noche sin interrupciones ni patadas de por medio debido a un pequeño revoltoso que no puede quedarse quieto cuando duerme, así que disfrutaban de este momento a pleno, Taehyung se encargó de mimar un poco a su omega, besándole las mejillas y algo el cuello, acariciando el hueso de su cadera por debajo de su pijama que se había alzado un poco, sin segundas intenciones, simplemente compartir algo de intimidad ahora que estaban solos, Jungkook por su parte estaba fascinado, estirando su cuello para dejarle que lo besara cuanto quería, sonriente por la atención que su alfa le estaba dando y para no quedarse atrás comenzó a acariciar sus hombros, a veces subiendo a enredar sus dedos en sus hebras para escucharlo ronronear contra su piel, tan dulce.
Hasta que un sonido como similar a un gruñido provino del estómago del omega, avergonzándose un poco cuando su alfa se alejó para verlo con una sonrisa divertida, bufo fastidiado y estuvo a punto de excusarse pero no le dejó, ya que notó su ceño fruncido, como también que no tardaría en protestar y se adelantó a callarlo de un beso, dejándolo desconcertado sin poder decir algo.
- quieres que vayamos ya a desayunar? Dicen que el hotel prepara deliciosos desayunos en su terraza y las vistas no nos las podemos perder - sugirió para despegarse de su pareja cuando este asintió, levantándose y viéndolo estirar sus extremidades aún recostado en la cama, haciendo esos sonidos exagerados que siempre se le hicieron tiernos.
- y que planes tendremos hoy - cuestiono curioso, viéndole aun recostado y seguirle con la mirada como se vestía, sonriendo suavemente por su expresión que rogaba que dejara ya de preguntarle porque no le diría nada - bien, bien, no volveré a preguntarte - se rindió finalmente y se quito las sabanas de encima a la vez que se disponía a levantarse, bostezando un poco ene el proceso.
- se que eres de los que necesita ser consciente de todo lo que haremos, típico de controlador - termino de decir para recibir un golpe de almohada en su espalda que le saco una risa nasal porque también se la esperaba, no es que su omega fuera predecible sino que lo conocía muy bien - no te molestes porque controlador o calculador me sigues pareciendo el omega mas hermoso de todos y un esposo excepcional - le dijo al mismo tiempo que rodeaba la cama para ir a su encuentro, besándolo en los labios con una sonrisa y presenciar el sonrojo en sus mejillas, si, ya era especialista en deshacerse de su molestia.
Sin mas terminaron de vestirse para tomar sus celulares y carteras, sabiendo que luego no volverían a la habitación, tómanos de las manos con los dedos entrelazados junto a sonrisas y miradas discretas, subieron a la terraza del hotel en donde se encontraron un restaurante en este, grandes puertas de cristales que daban a la zona de afuera de la terraza, ahí encontraron un buen lugar cerca del borde y así apreciar las hermosas vistas, los edificios de una preciosa arquitectura de envidiar, los canales por los que barquitos pasaban, también el día ideal que se prestaba para ser apreciado y aun así la mejor vista que Taehyung pudo encontrar era en Jungkook, quien veía el paisaje con aquella mirada brillante de la cual se enamoro, deslumbrando con su sonrisa que le robo el primer latido, el era el paisaje que por mas tiempo deseaba admirar.
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¡¿Un Bebé?!
FanfictionJungkook era el omega más bonito que Kim Taehyung alguna vez haya visto y él era el alfa más feliz del mundo cuando aceptó ser su esposo. Pero había un problema y era que los progenitores del dulce omega no permitían su unión, eso lo llevó a tomar...