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Su pecho se sentía apretado, una presión inexplicable, su corazón aumentando sus latidos cada vez más, su respiración errática expulsándose de entre sus labios abiertos en exhalaciones agresivas, casi quedándose sin aire, corriendo entre las calles cegado por la soga que seguía tirando de él, llamándolo de forma desesperada y no podía detenerse por nada en el mundo, las señales de alto no lo detuvieron, ni siquiera un auto que por poco lo pisa, el solo corría a su llamado, estaba a solo un par de cuadras por lo que en cuestión de minutos ya estaba cruzando las puertas del Hospital con el corazón en la boca, casi que empujando a las personas de su camino e ir a su encuentro siguiendo aquel dulce aroma que conocía.

Alfa...

Mi alfa...

Le respondía una y otra vez que estaba aquí pero solo seguía llamándolo, suplicando por verle, sintiéndose tan mal de haber aceptado ir a por algo de comida verdadera a una calles más abajo esta vez y no estar ahí, su lobo exigiéndole llegar o no se lo perdonaría.

Sus pasos se ralentizaron cuando estaba cerca de la habitación, con el corazón desbocado y un nudo en el cuello, su lobo intranquilo pidiendo por su omega, podía sentirlo, lo sentía, el lazo estaba ahí otra vez y sintió que todo cobraba vida cuando lo vio, sin dudar se apresuro a entrar, importándole lo brusco que fue al abrir la puerta pero no era importante, no cuando era visto por esos ojitos azules bañados en lágrimas que le buscaron con desesperación.

Acorto la distancia y lo atrapó entre sus brazos, soltando el aire que contuvo desde el momento en que lo vio, largándose en un llanto preso de la emoción y soltando esa tristeza que lo baño en estas casi dos semanas, escuchando el sollozo de su omega contra su oído cuando se escondió en su cuello, ambos ansiosos aspirando el aroma que tanto extrañaron.

- creí que te perdería, tuve tanto miedo de que no despertaras - lo apretó más fuerte entre sus brazos, deseando en lo más profundo que no sea otro sueño y que al despertar su Jungkook no estuviera ahí - esto es real, cierto? Estas aquí conmigo? - preguntó en una voz rota presa del dolor que hasta su lobo expresaba con llantos, sintió que Jungkook lo apretaba más fuerte igualmente, ninguno quería alejarse.

- lo estoy...aquí estoy, Tae - asintió, igualmente aferrado al alfa y a su aroma, sintiéndose más calmado al tenerlo consigo ya que despertó solo en aquella habitación hace unos minutos atrás, el miedo lo consumió por lo que no tardó en llamar al alfa con aquel lazo único que los unía.

Sintió las caricias sobre sus cabellos, el pecho agitado del alfa que sufría espasmos con cada sollozo, su aroma desprendiéndose para rodearlo con él y es que podía estar alterado pero aún así liberaba su olor intentando calmarlo, sonrió contra la piel de su cuello antes de dejar un beso en la zona.

- como te sientes? - cuestionó tomándolo por las mejillas y alejarle lo suficiente para ver cada centímetro de su rostro en busca de alguna señal de que algo le doliera, sacándole una sonrisa por ello, sorbiendo su nariz y asintiendo - prometí estar aquí cuando despertaras pero no pude, lo siento - se disculpó dándole una mirada triste, decepcionado de si mismo, a la vez que con la manga de su propia camiseta le limpia los rastros de lágrimas de los ojos y de sus mejillas, quitando toda evidencia del mal rato que pasó hace segundos atrás.

- esta bien, ya estas aquí conmigo, es todo lo que necesito - le dijo formando puños en su camiseta a los lados de su torso, bajando la mirada apenado por haber llorado antes por más que no estuviera en verdad en peligro, estaba asustado de haber despertado ahí, eso paso a segundo plano cuando noto su vientre con apenas una pequeña pancita y llevó sus manos ahí para alzar su temerosa vista - nuestro bebé...él esta...donde esta? - cuestionó con un hilo de voz pensando lo peor, Taehyung vio ese cielo volver a nublarse con lágrimas por lo que evitó que se derramaran una vez más.

¡¿Un Bebé?! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora