𝕭𝖔𝖓𝖇𝖔𝖓𝖘

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Miércoles 6:00pm

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Miércoles 6:00pm

Al igual que todos los días de semana Adrien se dirige a su cafetería favorita a pedir lo usual.

Entra al lugar y con pasos calmados llega al mostrador para buscar a la camarera que siempre le atiende, pero una hermosa azabache llega a él con una gran sonrisa.

-Hola, bienvenido, dime en qué puedo servirte -le dijo la preciosa ojiazul quien lo miraba con una gran sonrisa.

El de ojos verdes queda mudo, no tanto por la sorpresa de que habían contratado a una nueva camarera si no porque es la chica más hermosa que había visto.

Por su falta de habla, nervioso, trata de comunicar su pedido, olvidando de que puede comunicarse mediante su celular. Sin embargo a su rescate llega Alya, la chica que siempre lo atiende.

-¡Hey, Adrien! Lo mismo de siempre ¿No? -Pregunta la morena hacia su amigo.

El rubio solo asiente con la cabeza y la morena va hacia la cocina a preparar su pedido.

-Así que vienes seguido -le dice la otra camarera con una sonrisa.

El con sus manos trata de explicar que si, después de terminar las clases de su universidad la cual está cerca, y creo que está de más decir que no le entendió mucho.

-¿No puedes hablar? -le preguntó confundida recibiendo una respuesta negativa del blondo -Oh, vaya, entiendo.

Y para sorpresa del rubio la chica empezó a hablarle en lenguaje de señas encantándolo.

«Un gusto en conocerte, soy Marinette»

Él, un poco más emocionado y menos nervioso responde de igual forma.

«También es un placer conocerte, Marinette, me llamo Adrien, y vengo aquí después de salir de mi universidad que está cerca»

La ojiazul le sonríe tiernamente mientras va a atender otro cliente y el chico un poco más animado se va a sentar en su usual mesa.

Minutos después la azabache llega con el pedido del chico y de la misma forma le comunicó lo siguiente.

«Ahora tendré tu pedido listo antes de que llegues»

Y así fue, cada día Adrien llegaba a la cafetería y la azabache lo recibía con su pedido en bandeja: unos croissants dulces y una malteada de limón.

Y al igual que con el paso de los días, la amistad entre ambos fue creciendo.

«¿Quieres salir conmigo el sábado a una cita? » le preguntó el blondo.

La chica apenada y sonrojada le deja tímidamente una nota sobre la mesa con un "si" junto a su número de teléfono antes de irse.

Amistad que a partir de ahora puede ser algo más.

Amistad que a partir de ahora puede ser algo más

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Palabras: 423 (drabble)

Que ganas de comer un macarron si no fuera porque estoy enferma.

Bueno, que más.

Quiero agradecer a owbfjsyaibdlauw por darme la idea. Gracias yane✨

En fin espero que les haya gustado. No tengo mucho que decir.

Dudas, criticas, opiniones 👉

Con silencioso dolor se despide.

Su lady ✨

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