𝕱𝖚𝖎𝖙𝖊

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-¡Siempre es lo mismo contigo, vienes siempre con tu borrachera y a altas hora de la noche!

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-¡Siempre es lo mismo contigo, vienes siempre con tu borrachera y a altas hora de la noche!

-¡Bueno si no fueras una bruja todo el tiempo no tendría que estar afuera de la casa para evitar soportarte!

-¡Eres un imbécil Tom, tú mismo te metiste en esta mierda al embarazarme, así que se un hombre y asume tu responsabilidad!

-¡Si no fuera por ese parásito chupa-dinero yo no te tendría que estar aguantando!

-¡Se llama Marinette, es tu hija y es tu deber!

Más gritos.

Más y más gritos.

Otra vez están peleando.

Tranquila, respira y haz lo que te dijo tu psicóloga. Distráete.

Abrazo mi peluche, me pongo los audífonos y me concentro en mi tarea; y me lamento que no hubo más habitaciones en la facultad. Pero cuando tenga el dinero suficiente espero irme pronto de aquí.

Hace tiempo dejé de culparme a mí por sus peleas.

Luego de varios minutos y de terminar 2 tareas me quito los audífonos para verificar si los gritos ya se detuvieron, solo para darme cuenta de que no.

Suspiro y subo a mi cama para dormir temprano, después de todo tengo que llegar a primera hora a la oficina del señor Agreste. Cierro mis ojos para poder descansar.

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Despierto por el olor a humo y el calor abrasador que hay en mi cuarto. Desconcertada miro hacia mí alrededor notando la luz proveniente de mi trampilla, así que decido bajar a examinar.

Fuego.

Al llegar y abrir la trampilla lo que pude observar es fuego. Quedo en shock. ¿Que lo pudo causar?

Observo alrededor buscando la causa de eso y me encuentro con mis padres cerca de la entrada.

Mi padre sentado, pegado de espaldas a la puerta y mi madre acostada frente a él.

-¡Mamá, Papá! -Bajo rápidamente para ver qué les ha sucedido hallándolos inconscientes. -¿Que ha sucedido? ¿Cómo pasó esto? -Entro en pánico sintiendo que me falta el aire.

Toso, el humo me está afectando.

¿Cómo? Solo me dormí y de repente pasa esto ¿Pero cómo?

La ventana de la cocina explota regresándome a la tierra. Tengo que huir, si no lo hago, explotare junto con la casa.

Observo de nuevo a mis progenitores y reviso sus pulsos, necesito saber que están bien, no son los mejores padres, pero aún así lo son.

Les chequeo el cuello a ambos y... Nada.

Solo me consigo con la desgarradora noticia de que ya no tengo padres.

Lágrimas salen y mi corazón se rompe.

Pero aún con el alma hecha pedazos me concentro en salir de aquí.

Mamá, Papá, nunca fueron excelentes padres y dudo mucho que me hayan querido, pero los despido con dolor en mi corazón, este es el adiós.

Jalo a mi padre del brazo con todas mis fuerzas para poder apartarlo, así sea un poco, de la puerta. Luego de poder crear un pequeño espacio para poder abrirla me escabullo por ahí no sin antes de darle a las personas que me dieron la vida una última mirada.

Corro escaleras abajo tapándome la nariz con mi chaqueta y con el corazón martilleando en mis oídos, en medio de mi huida escucho como la puerta de la panadería explota así que mi única opción es huir por la principal.

Finalmente llego a la puerta de la salida y al momento de traspasarla el segundo piso estalla haciéndome rodar por el suelo de la calle por la onda expansiva.

Mi cabeza se golpea contra el suelo dejándome aturdida y medio inconsciente, un molesto pitido turba mis oídos y el dolor de mi cuerpo no me deja moverme bien, mi vista se pone borrosa no dejándome identificar bien la calle.

A lo lejos logro oír el sonido de un carro deteniéndose, ¿Será mi fin o mi salvación?

Siento pasos acercarse hasta detenerse frente a mí, una mano en mi hombro me voltea delicadamente y luego desliza con suavidad su mano hasta llegar a mi mejilla. Tratando de ajustar mejor mi vista noto un cabello rubio, una cara familiar al igual que el olor de la colonia.

Adrien Agreste, el hijo de mi jefe y gerente de su empresa.

Lo he visto en varias ocasiones ya que trabajo para él, me trata de forma profesional, pero cuando estoy con un compañero de la empresa siento que se comporta indiferente conmigo.

Percibo como unos brazos me rodean sin querer dañarme para luego notar como soy alzada en el aire y abrazada con tanto cariño y delicadeza. Me lleva con prisa, pero con cuidado hacia, al parecer, su auto, el olor y la reciente oscuridad me dice que lo es.

Estoy en lo correcto porque siento que me muevo sin mover mi cuerpo.

Unos suaves golpes en mi mejillas dirigen mi rostro hacia el de él queriendo que le responda, puedo observar su rostro afligido, pero no puedo contestarle nada cuando caigo en la inconsciencia.

Unos suaves golpes en mi mejillas dirigen mi rostro hacia el de él queriendo que le responda, puedo observar su rostro afligido, pero no puedo contestarle nada cuando caigo en la inconsciencia

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Publicando esto desde el hospital.

No me maten.

En fin. Espero que les haya gustado.

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No revise porque tengo que estudiar, cualquier error me dicen.

Me despido silenciosamente~

Su lady~

31 days 31 ficsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora