𝕱𝖆𝖓𝖙ô𝖒𝖊

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Dolor

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Dolor.

Es lo que yo siento en estos momentos.

Un enorme dolor por todo mi cuerpo.

Mi cabeza quiere estallar.

No recuerdo bien lo que pasó.

Sirenas.

Escucho las sirenas de los policías y de las ambulancias.

Siento como me sacan de un lugar y me llevan a otro.

Ahora siento como me transportan hacia no sé dónde. Tampoco tengo tiempo para pensarlo bien, cuando siento mis ojos pesados.

Así que decido cerrarlos.

Paciente N° 234 Adrien Agreste: 6 costillas rotas, un brazo y piernas fracturadas, Conmoción cerebral, hematomas y abdomen lesionado

Abro mis ojos y visualizo una habitación de hospital, ¿Qué hago aquí? Lo último que recuerdo es que estaba con Marinette yendo a la cabaña en el bosque para nuestro aniversario, después vimos a ese ciervo de repente en medio del camino y luego... No logro recordar mucho, creo que fue un accidente, porque no sé porque otra cosa estaría aquí.

Decido descansar un rato ya que me siento agotado.

Minutos después llegan mis amigos para ver cómo estoy y me miran con gran pesar, ¿Tan mal me veo?

Pasaban los días y ya me sentía un poco mejor, los chicos seguían visitándome, en especial Alya y Nino ellos nunca faltaban, aunque veía a Alya más desanimada de lo normal, y cada vez que preguntaba por mi esposa me daban respuestas a medias. Eso me confundía.

Después de vários días Kagami por primera vez vino a visitarme después de regresar del extranjero, charlamos un rato y cuando le pedí que fuera a revisar cómo seguía mi esposa me dio una mirada extrañada.

-¿Qué sucede?

-¿No te han dicho?

-¿Qué se supone que deberían haberme dicho? -Mi corazón latía más rápido de lo normal, mi interior me decía que algo no andaba bien.

-Adrien... Marinette murió.

-... ¿Qu-Que? -No, imposible.

-Ella... No pudo resistir a la operación, lo lamento mucho Adrien.

Sentía que el aire me faltaba, mis pulmones reclamaban por más, mi corazón latía desbocado, me negaba a aceptarlo, no, no, no, no, no, no, ¡no! ¡Mi mujer no puede estar muerta! ¡Maldita máquina de mierda que no deja de sonar! Todo comenzó a verse borroso y antes de caer en la inconsciencia sólo recuerdo ver a Kagami correr hacia la puerta y el sonido alocado del electrocardiograma.

Marinette~

Abro mis ojos y veo a casi todos mis amigos y a mis suegros a mí al rededor, al parecer la noticia me provocó un shock tan fuerte que me causo un paro cardíaco y los doctores tuvieron que reanimarme. Les dije que no culparán a Kagami por decirme la verdad, no fue su culpa.

Pasaba el tiempo y me recuperaba poco a poco, sin embargo mi corazón seguía entristecido por la partida de mi esposa, agradecí infinitamente a los señores Dupain que me permitieran dar el último adiós y esperar a que me mejorará un poco para poder estar presente en su funeral, tuve que tomar asistencia psicológica para no culparme por la muerte de ella. Seguía avanzando con mis tratamientos hasta que finalmente me dieron de alta y pude salir del hospital.

Lamentablemente no pudieron curar mi corazón.

Agradecí nuevamente a mis suegros por cuidar de mis hijos, pero ya era hora de que volvieran a casa, después de todo eran mi responsabilidad y teníamos que pasar este luto como familia... Aunque nos faltara el pilar más importante.

Es un día nuevo y tenía que preparar a mi niño para la escuela y a mi bebé para la casa de Alya, -quien ahora que es madre me ayuda a cuidar a Emma- ayudaba a Hugo a vestirse hasta que escuché el llanto de mi hija; suspiré, ahora que no estaba Marinette todo era más difícil.

Dejé a mi hijo casi listo en su cama mientras le decía que me esperara que iba a ver a su hermana, a mitad de camino me extraño que el llanto de Emma cesara así que apresuré el pasó para saber el porqué.

Me hubiera esperado cualquier cosa menos lo que vi al apenas entrar a la habitación de mi niña.

Mi esposa.

La mujer que se supone había muerto en el accidente estaba frente al corral de mi bebé mientras jugaba con ella a través de las mallas.

Mi mujer, esa era mi mujer.

Pero lo raro era que no podía ver sus pies.

Y tampoco se veía tan clara, pero reconocería al amor de mi vida donde sea.

-Marinette...

Ella volteó a verme y me sonrió... Pero mi cerebro se desconectó y vi todo negro.

-Adrien, cariño. -Sentí que me llamaba.

-¿Marinette?

-Lamento mucho el haberte dejado amor.

-Te extraño.

-Pero voy a estar contigo aquí -siento su mano en mi pecho- y cuando puedas podrás verme, desde donde esté te acompañaré siempre gatito.

-Quédate conmigo princesa.

-Siempre amor.

Sentí sus labios sobre los míos y al abrir los ojos ya no estaba, solamente visualice a mi hijo acostado a mi lado y a mi bebé viéndome desde su corral ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?

Me levanté un poco más animado a terminar de alistar a mi hijo y al volver a la habitación de mi bebé me encontré con la sorpresa de que su pañalera estaba lista. Sonreí, y está vez si lo hice de verdad, mi lady a pesar de la muerte no nos abandona.

Salí de mi casa con una nueva esperanza y con mi corazón más alegre.

Salí de mi casa con una nueva esperanza y con mi corazón más alegre

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Palabras: 864 (viñeta)

Bueno, quedó más o menos, pero no se me ocurrió otra cosa jsjsjsjsjs.

A veces la vida nos sorprende con momentos inesperado. Y en la mayoría de casos nos hace arrepentirnos.

Damos algo por sentado cuando no es así. Así que repartan amor y díganle a quien menos se lo espera que lo quieren.

Yo se lo dije a mi hermano.

Y a pesar de que quedó medio medio, espero que les haya gustado.

Dudas, críticas, opiniones 👉

Con palabras de amor y con un silencio sepulcral me despido de ustedes mis querubines.

Recuerden dormir sus 8 horas diarias.

Con amor ❤️

Su lady~

31 days 31 ficsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora