2. Marinette Dupain-Cheng parte 2

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Marinette Dupain

No es justo que me haga esto, pensé que me creía capaz de hacerme cargo de la empresa, porque carajos tiene que pedirle a alguien que se case conmigo, no entiendo nada de esto.

-¿Por qué debemos casarnos? Podemos firmar un contrato, pero no necesariamente casarnos - digo buscando una respuesta a esa barbaridad.

- Si no aceptas casarte él se hará cargo de la empresa de igual manera, sin embargo no tendrás derecho a nada - medio serio.

-¿Qué? Me estas jodiendo - exclamo molesta.

- Fue un acuerdo que hicimos hace muchos años atrás, no imagine que se hiciera realidad, hija, es algo que escapa de mis manos, si no te casas perderemos nuestra empresa y todo - lo miro buscando la cordura en su expresión.

- No es posible que me digas algo así tan tranquilo, insisto que esto es una broma y una de muy mal gusto - le digo muy molesta.

Estoy caminando de un lado a otro sin parar, en eso golpean la puerta de mi habitación, mi padre se tensa y me observa con cuidado.

- Permiso - dice la cabeza de un hombre muy atractivo, si no estuviera tan molesta hasta le daría una sonrisa.

-¿Qué necesita? -digo de forma cordial.

-Bueno hablar contigo primero y ya después bajar con los invitados que cada minuto más murmuran cosas - dice levantando los hombros.

- Pasa hijo, yo los espero abajo - dice el cobarde de mi padre, ¡sí cobarde!.

- Creo que no tenemos el placer - me dice entrando en mi cuarto.

- Concuerdo con usted - respondo cruzando mis brazos.

-Me presento soy Adrien Agreste, su prometido - me dice sonriendo y pierdo el color en mi rostro.

Debo tener una expresión terrible para que el pobre Adrien me tomara con cuidado y me sentara en mi cama mientras me daba agua para que reaccionara.

- No entiendo, ¿Cómo puedes estar tranquilo con lo de casarnos? - le pregunto al ver que para él es como si lo supiera hace tiempo

-Lo supe hace una semana, escuche a tu padre hablando con el mío sobre ese contrato, lo que fue una estupidez de jóvenes. Al enterarse que ambos serían padres uno de niño y otra de niña, ebrios y bueno gracias a mi abuelo que siempre fue un idiota interesado crearon ese acuerdo, donde decia que debemos casarnos por un minimo de tres años o perdían todos su bienes. Por eso vengo a hablar contigo, yo puedo hacerlo y quiero decirte que no forzaré nada, solo seremos dos desconocidos viviendo juntos y al pasar los tres años cada uno tiene lo que le pertenece y continúa con su vida - me dice sonriendo

Creo que estoy viviendo en un universo paralelo, eso debe ser. No puedo creer que esto me esté pasando a mi.

-¿No tenías novia? ¿Piensas dejar todo por las tonterías que hicieron nuestros padres? - le digo aun asimilando todo esto.

Nada de esto está bien, no entiendo cómo fue que toda mi vida se fue a la mierda por un acuerdo que firmó mi padre hace muchos años atrás. Ni siquiera había nacido cuando lo hizo. No tengo la culpa de nada con respecto a eso, debería ser ilegal hacer algo así.

-No tengo novia, no pensaba tenerla. No te seré infiel ni dejaré tu nombre mal durante los tres años, pido lo mismo a cambio... - me dice tan tranquilamente que me dan ganas de golpearlo.

Mirándolo bien es bastante guapo, tiene los ojos verdes, una barba de dos días y el cabello rubio. Por un momento creo perderme en el verde de sus ojos, sin embargo vuelvo a la realidad al darme cuenta de que espera una respuesta a algo que me pregunto, que obviamente no escuche

Adaptación MLB || Amor después del divorcio || Adrinette Donde viven las historias. Descúbrelo ahora