46. Sentimientos

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Adrien Agreste

En estos últimos tres meses no he visto a Lila, hablamos menos por mensajes desde que mi madre me dijo esas palabras.

Aclaro que no es porque no confie en ella, no es por eso. No le comenté todo a ella, solo le dije que como queda un año lo mejor es que no nos veamos para evitar problemas con mi familia y por el contrato. Ella de primero no quería dejar de vernos, insistía en hacerlo a escondidas.

Fui firme en mi decisión de no verla por un tiempo para evitar problemas con mi familia. Además, como queda tan poco tiempo para que se termine el tiempo del contrato que he aprovechado para compenetrar la relación con Marinette, nuestra amistad está más unida que nunca. Pasamos el tiempo viendo películas o series.

Mi madre nos obligó a venir a una cena de la que no teníamos detalles, al llegar me sorprendo al ver que es en nuestro honor, mi madre desde el día que hablamos a estado distante conmigo y más unida a Marinette. No me molesta que sea asi, es lo que no entiendo el motivo de esta cena. Paseo por todos lados, ya que apenas llegamos me quito a mi esposa. La encuentro mirando algo y muy sorprendida, cuando me dice que observa el sorprendido soy yo.

No puedo creer lo que mis ojos ven, es Lila y del brazo de un hombre mayor. Marinette me ofrece ir a investigar sobre eso, pero me niego. No me interesa esta noche saber algo que no me gustará.

Después de cenar la invitó a bailar, lo que no sabe es que tome clases para aprender, solo por poder hacerlo junto a Lila cuando nos casemos. Si una mentira piadosa le dije a Marinette, ya que ella no sabe que es por ese motivo.

La noche avanza y en un momento nos quedamos muy cerca y siento que la estoy viendo por primera vez con otros ojos.

Después de verla así, me alejo incomodo por lo que está haciéndome sentir. Sonriendo le tomo la mano y la llevo a tomar algo a la barra. Ambos pedimos un trago para nuestros gustos y nos sentamos.

Horas después ya me siento agotado por tanto baile, debo reconocerlo. Marinette me observa y sabe que ya no doy más.

- ¿Quieres que nos vayamos a la casa? - me dice y se lo agradezco

- Por favor -respondo suspirando

- Vamos-toma mi mano y nos vamos

Llegando al auto veo que no somos los únicos que nos retiramos en este momento, más adelante veo a Lila caminar del brazo del hombre del que no se ha despegado en toda la noche. Finjo que no le molesta y continuo mi camino a mi auto, esta noche manejo yo.

Ella (Lila) me mira con la intensión de que yo le diga algo, sin embargo, solo me despido de ambos con un adiós y sigo avanzando.

Mientras vamos camino a casa me río de las cosas que me dice Marinette, ya que recuerda mis movimientos en los bailes más movidos, que no soy nada bueno, pero verla reír me gusta y me hace sentir algo en mi estomago cuando soy yo el que ocasiona la sonrisa en ella.

Llegamos a casa y nos acomodamos en la sala, no bebí mucho porque tenía que manejar y me sirvo en casa aun trago, Marinette me pide uno y nos quedamos viendo una serie que comenzamos en Netflix, la que es buena, aunque cuesta entenderla, se llama Dark.

No sé durante cuando tiempo vemos la serie hasta que me doy cuenta de que Marinette esta dormida en mi hombro. Apago la televisión para luego tomarla en brazos y llevarla a su habitación, porque una cosa es que seamos más cercanos como amigos y otra es que compartamos la cama. Cada uno tiene su espacio en la casa.

Debo reconocer que me quedo mirándola como un obsesionado cuando duerme, me gusta como se ve así. Tiene una expresión de paz que me hace dar ganas de besarla, sin embargo, temo hacerlo. Ese beso que quiero darle no es en la frente como siempre, es en los labios. Mi cobardía es mayor y termino besándola en la frente como cada noche antes de irme a dormir.

Ese gesto se ha convertido en una tradición entre ambos. Luego me voy a mi cuarto, al entrar veo mi teléfono que esta noche no lleve a la cena. Lo tomo para ver la hora y me doy cuenta de que tengo varios mensajes de Lila, entro en la aplicación de WhatsApp solo por curiosidad y veo que me estuvo enviando mensajes durante toda la cena, quizás desde que me vio llegar o que se yo.

Me intriga saber que mando y los leo, el primero es diciéndome que está invitada a una cena con un amigo, que se comprometió a acompañarlo. Porque en todos estos meses me cuenta todo lo que hace, sin que yo se lo pida. El segundo me dice que la cena es la misma en la que estaré yo, el tercero me pide vernos en el baño. El cuarto creo que ya se encuentra molesta, por la forma de escribir, ya no es mi amor o mi vida, es "Adrien, tenemos que hablar" como no tenía el teléfono conmigo se sintió ignorada.

Ya los demás no los leo, con solo ver los emoticones de carita enojada me quita las ganas de leerlos, no quiero amargar una noche tranquila independientemente de verla a ella del brazo con otra persona.

Creí que me pondría furioso por verla con otro, pero la compañía de mi esposa hizo que todo lo demás pasara a segundo plano. Eso me ha estado haciendo pensar en la opción de que puede que este empezando a sentir algo como un gusto por Marinette. Quizás solo sea confusión y el cariño de hermanos que siento por ella está creciendo.

Adaptación MLB || Amor después del divorcio || Adrinette Donde viven las historias. Descúbrelo ahora