70. Destrozada

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Marinette Dupain

Al recibir la llamada de Adrien sospechaba que no llegaría a dormir a casa. Ya tiene una familia con ella y ni siquiera ha tenido el valor de enfrentarme y contarme todo como debe ser.

Alya vino conmigo a casa, no podíamos seguir hablando en la oficina de ella, era peligroso por Nino. Le cuesta asimilar que Adrien será padre con Lila. No tomo muy bien la noticia

- ¿Qué piensas hacer cuando te busque mañana? -me pregunta y levanto los hombros confundida

- No lo sé, me siento confundida, dolida y enojada con él. Me siento fatal -digo dejando caer mi cabeza en su hombro

- No me lo puedo creer aún, ¿Cómo es que no viene a dormir? Te juro que si fuera tu lo dejo en la calle, incumplió el contrato, digo es mi amigo y lo quiero. Sin embargo, no puedo con su falta de respeto hacia ti, ¿para que comenzar algo contigo cuando el día que se iban fue a verla y estuvo con ella? Tiene un mes de embarazo, aunque debo reconocer que considero que todo es demasiado perfecto el tiempo en que se embarazo. Algo no me cuadra -dice pensativa

Me duele el pensar en eso de que estuvo con ella el día que nos fuimos y no tardo nada en pedirme una oportunidad, y la idiota de yo acepto olvidando ese detalle. Mis ojos se llenan de lagrimas al recordar que fui una tonta al creer que podríamos ser felices, que nuestro matrimonio se volvería real.

No debí ilusionarme, crear falsas esperanzas o soñar con un futuro que no sería posible. No debí.

Me quedo dormida con la cabeza en las piernas de Alya, me siento demasiado mal. Me duele la cabeza, el cuerpo, todo.

Despierto por unas caricias en mi cabello, abro los ojos un poco y veo a Alya sonriéndome

- Buenos días - me saluda

- ¿Ya amaneció? Amiga no tenías que quedarte conmigo toda la noche -le digo mirando a otro lado

- ¿Qué estupidez dices? Claro que me iba a quedar, para eso son las amigas. Tenemos que pensar lo que vas a hacer cuando Adrien venga a hablar -me dice recordándome que debo enfrentarlo

- Por ahora solo quiero bañarme y un café enorme -digo tratando de sonreír

- Yo preparo el café mientras te preparas, te espero en la cocina -me dice saliendo de mi habitación

¿Cómo llegue aquí? Recuerdo haberme quedado dormida en el sofá en las piernas de mi amiga. Lo mas probable es que Nino vino a acostarme, eso me recuerda que estoy quitándole tiempo de pareja. Solo pensar en eso me hace sentir mal.

Me preparo rápidamente y bajo con otra actitud, puse mi mascara de frialdad para demostrarle a mi amiga que estoy bien y que no es necesario que siga aquí conmigo. Ella tiene su vida y sus cosas por hacer.

- Estoy lista -le digo sonriendo

- Estas muy guapa amiga, ¿Qué haremos hoy? -pregunta entregándome mi taza de café

- ¿Haremos? Yo debo ir a la oficina, tú también. Podemos almorzar juntas, y para esa hora ya sabré lo que haré -le digo tomando mi bebida favorita, café

- ¿Estás segura? -pregunta mirándome fijamente

- Que si pesadita, anda vámonos que no quiero llegar tarde -comento levantándome del asiento

- Está bien, vamos -dice con duda

Llego a mi oficina y voy directo a mi escritorio. Quiero estar sola y pensar bien lo que haré.

Apoyo mis codos en el escritorio y cierro los ojos tapándolos con mis manos. Suspiro y por mas que pienso no se que voy a decirle Lo único seguro es que no estaremos juntos, no podrá ser. A veces el amor no es suficiente y eso es lo que sucede en mi caso.

Después de pensar toda la mañana creo que he tomado la decisión correcta, al menos para mi y mi salud mental y emocional.

Almuerzo con Alya y le cuento mis planes, lógicamente no esta de acuerdo, pero acepta mi decisión y me apoya.

Alrededor de las cuatro de la tarde me llama Adrien, quedamos de vernos en la casa, ya que es un lugar mas privado donde podremos hablar con mas tranquilidad.

Manejo ansiosa a la casa y cuando entro en la casa él ya está esperándome

- Lamento la tardanza -digo sentándome frente a él

- No te preocupes, creo que ya sabes de lo que quiero conversar contigo -me dice nervioso

- Has de cuenta que no se nada, ya cuando termines de hablar lo haré yo -le respondo seria y fría

- Bueno, primero quiero que sepas que te amo y que no quise que esto fuera así. Cuando te pedí la oportunidad lo decía en serio, mis planes al llegar eran totalmente distintos a los de ahora. Planeé una vida a tu lado, sin saber que el destino me tenía preparado un cambio en 180 grados. He cometido errores y soy el que mas se arrepiente de algunas cosas que hice en el pasado. Lamentablemente no se puede hacer nada para cambiar nuestras decisiones pasadas, nunca esperé encontrarme con algo como esto al volver del viaje, No paso por mi mente que esto podría suceder. Como ya sabes Lila esta embarazada y ayer estuve con ella en el hospital porque esta con síntomas de perdida, debe permanecer en reposo y por eso he estado ocupado todo el día buscándole donde vivir y a alguien que la cuide -suspira antes de seguir hablando- no te dejaré de amar, jamás, pero no puedo decirte que estaré a tu lado. Ella me necesita y no puedo dejarlos solos -dice tratando de tomar mi mano

Alejo mis manos de su alcance, no quiero que me toque por ahora. No quiero olvidar lo que tengo que decirle por su cercanía. Debo mantenerme serena para lograr lo que entienda mi postura y mis planes sin que los cuestione.

Adaptación MLB || Amor después del divorcio || Adrinette Donde viven las historias. Descúbrelo ahora