94. ¡Sorpresa!

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Lila Rossi

Mi embarazo va bien, nunca ha tenido problemas y continúa de esa manera. Adrien pasa más tiempo en la oficina que en casa, bueno que decir casa no es lo ideal porque el desgraciado todavía no me lleva a vivir donde le pedí. Por otro lado, mi adorada suegra viene a verme casi a diario, se ofrece a hacerme compañía o si quiero salir de compras ella está disponible y dispuesta para lo que yo quiera.

No confío del todo en lo que me demuestra, por más que se esfuerce no confiaré en ella. Estoy segura que ella continúa extrañando y adorando a su Marinette, no le creo nada sobre el cariño que dice sentir por mi.

Estoy convencida de que Adrien no ha dejado de amar a esa mujer y por eso no quiere que nos mudemos a esa casa, por eso me inventa excusas para no casarnos aún. Lleva un mes desde que se divorció y me tiene muy molesta por no pedirme que me case con él.

Todo tiene un límite y el mío está llegando a su fin, necesito que se case conmigo lo más pronto posible, no voy a continuar tolerando su desprecio, menos cuando espero un hijo. El embarazo lo odio, ya puede irse enterando que no volveré a pasar por esto otra vez.

Camila, mi enfermera me está ayudando en todo lo que puede, la pobre está loca con mis cambios de humor. Por si fuera poco, todo esto de las hormonas revueltas, mi deseo aumentó y el idiota de Adrien no me ha tocado de ninguna manera, algo que mi cuerpo necesita y no consigue. Estoy pensando en llamar a mi ex vecino, el que siempre a pesar del tiempo que ha pasado se mantiene en contacto conmigo. Me envía flores o chocolates y hasta dinero. Si no fuera por mi suegra que viene sin avisar a verme ya lo habría invitado a venir.

Llamo a Adrien por primera vez hoy, ya decidí a decirle de una vez que me diga que planea hacer, que no puedo seguir viviendo en la incertidumbre. Lo haré sentir culpable si es necesario con tal que se case conmigo.

Después de tres tonos contesta

- Hola, dime - dice sin siquiera tratar de ser cariñoso

- Hola amor, ¿Cómo estás? - pregunto con voz de tonta con tal de que crea que lo amo hago lo que sea

- Bien, ¿tu como estas? - pregunta sin interés solo por cortesía

Quiero gritarle "Tengo a tu hijo en mi vientre" solo par que tenga más tacto al hablar conmigo.

- Bien, pero necesito hablar contigo algo importante y necesito que sea hoy. ¿Será que puedes llegar temprano del trabajo? - trato de que mi voz suene en una mezcla de tristeza y enojo

- Ok, iré a las cuatro a la casa - me dice entre preocupado y nervioso

Oh claro que debes estar nervioso, sobre todo preocupado. No me encuentro en mi mejor momento y cualquier cosa me estresa y enoja por partes iguales.

- Nos vemos entonces - digo y termino la llamada sin dejar que él se despida

De verdad que estoy demasiado molesta, apunto de explotar y mandar a la mierda todo el dinero que voy a tener casándome con Adrien, solo diciendo la verdad, una verdad que nadie sabe y nadie sabrá hasta el día que sea millonaria o lo siguiente.

"Piensa en el dinero" todo es por el dinero me repíto como mantra.

La tarde pasa de forma rápida y llega Adrien, lo estoy esperando en la sala sentada mirando la nada, bueno si, la vista que me da la casa en la que no debería estar viviendo justo ahora.

- Hola - saluda sentándose a mi lado

- Hola, tenemos mucho de lo que hablar - comienzo a decir

- Si es sobre la casa está resuelto, mi madre nos regaló una mucho mejor que la otra. Será nuestro regalo por el matrimonio, yo sé que no he estado bien en mi actuar estos días, pero es que te tengo una sorpresa y no quiero arruinarla, por eso paso trabajando todo el tiempo - me dice dejándome sorprendida

- ¿Una sorpresa? - pregunto confundida

- Si, bueno más que sorpresa he estado organizando nuestra boda, quizás querías algo enorme y algo así, pero tengo todo listo para que viajemos a una isla paradisiaca y nos casemos entre nuestros amigos más íntimos. Si no quieres podemos dejar todo y hacer como tú quieras la boda - dice nervioso

- ¿Preparaste todo? - pregunto para asegurarme de que escuche bien y no fue mi imaginación

- Bueno me faltan algunos detalles, pero tengo la mayoría listo, si me das unos días más tendré todo organizado y perfecto para el día que me designe el lugar - responde nervioso

- Me encanta la idea de viajar, bueno si el doctor me autoriza - digo sonriendo

- Ya me encargué de eso, tengo su permiso - dice emocionado y dejo de sonreír enseguida

- ¿Fuiste a hablar con el doctor? - pregunto nerviosa yo ahora

- Bueno, así como ir a verlo a su consulta no, pero lo llame y hable con él de esta idea. Dijo que está bien que viaje solo tramos cortos y nada de escalas - contesta tomando mi mano

Uf, ya me había asustado con esa charla. Aunque tengo controlado al doctor con lo que dice y no dice.

- Espero todos los días que necesites para la boda, con tal que no sean meses claro. Estoy cansada de vivir alejada de ti, te extraño a diario - digo con voz triste para causar lastima en él

- Mañana vamos a la casa que nos compraron mis padres, escogemos los muebles y nos mudamos, ¿te parece? - me pregunta afligido

- Totalmente de acuerdo contigo amor - digo sonriendo de forma malvada porque no puede verme

Todavía tengo el poder, lágrimas de la madre de su hijo son su punto débil y me aprovecho de eso. Ya cuando pase el embarazo buscaré como hacer que complazca todos mis caprichos. Siempre existe la manera y yo al voy a encontrar a como dé lugar.

El resto de la tarde se queda conmigo por su culpa, aunque lo noto ansioso y nervioso a la vez, de seguro preocupado por si lo que está preparando es de mi agrado.

Adaptación MLB || Amor después del divorcio || Adrinette Donde viven las historias. Descúbrelo ahora